Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©

Capítulo 22

Jimin ya había salido del hospital. Se encontraba afuera aguardando a que sus padres resolvieran un asunto con los médicos. Yoongi estaba con él, mirándolo con preocupación en sus ojos.

—Ya deja de hacer eso —susurró.

—¿Qué cosa?

—Me doy cuenta de las cosas que piensas cuando me miras. Ya estoy bien. Ahora que sé la verdad otra vez, supongo que cosas como estas no volverán a suceder.

—No puedes estar seguro de eso. Tienes que tener mucho cuidado con tus emociones, Jimin. No queremos que nada como esto pase otra vez.

—Entiendo...

—Y creo que sería buena idea qu--

Ambos chicos se vieron interrumpidos por la presencia de la señora Park, quien se acercó hacia ellos y puso una mano sobre el hombro de Yoongi.

—Cariño, ¿Podrías venir un momento? El doctor quiere preguntarte algo acerca de Jimin.

—Y él... ¿Él quedará aquí solo?

—Jimin, entra al auto y traba las puertas. Espéranos ahí.

El muchacho frunció sus cejas.

—No tengo por qué quedarme encerrado ahí. No soy un animal.

—No, pero es por seguridad. Si algo pasa--

—Ya pasaron muchas cosas, ¿Qué más podría pasar? Estoy harto de todo esto, sólo... —suspiró— déjame esperar aquí afuera, por favor.

La mujer lo miró durante varios segundos. No podía evitar actuar de manera tan protectora cuando de sus hijos se trataba. Mucho menos después de haber pasado por una situación tan horrible, y sabiendo que el secuestrador estaba suelto. A pesar de todo eso, jamás se había detenido a pensar en lo que Jimin podía estar sintiendo. Durante todo ese tiempo sólo se había mantenido en su casa. Iba de allí al hospital, no salía con sus amigos, no iba a hacer las compras y ya no trabajaba. Lo habían tenido encerrado y cuidado como si fuera el objeto más precioso y frágil de la Tierra, y tal vez así se sentía: como un objeto.

La señora, finalmente, asintió con la cabeza y entró junto a Yoongi.

Jimin apoyó su espalda contra una pared y aguardó allí a que los demás salieran para poder irse. Se sentía feliz de que, por un momento, estar afuera solo no lo llenara de miedo, porque eso era lo que venía pasando desde que había recuperado su libertad, mas todo se arruinó minutos después, cuando sintió un par de toques en su hombro. Al voltear, vio a Seung Ho. Su corazón se aceleró y sus piernas temblaron, pero no quiso demostrar que estaba tan afectado. 

—¡Jimin! ¡Qué sorpresa!

—Hola, hyung.

—¿Viniste a hacerte un chequeo?

—Algo así.

—Yo... realmente quería hablarte el otro día. Es una pena que tu novio nos haya apartado de esa forma y que no te haya podido encontrar después. Quería preguntarte un par de cosas.

Seung Ho dio pasos lentos hacia adelante, más cerca de Jimin, a lo que este quiso retroceder, pero no tuvo mucho éxito en ello, ya que anteriormente se encontraba apoyado contra una pared.

—¿Cómo va el tema de las denuncias? ¿Ya las hiciste?

—Hicimos lo que pudimos.

—Debe ser muy difícil pasar por todo esto... ¿Qué te acuerdas de lo sucedido? ¿Sabes el nombre de los involucrados?