El tiempo pudo haber pasado y las cosas pudieron haber cambiado, mas el camino hacia la casa de Jimin, de alguna forma, seguía intacto en la memoria de Min Yoongi. Este había hablado con el otro joven, quien lo había invitado a su hogar, aquella mañana. Y si bien haber sido citado a las ocho de la mañana podía ser bastante temprano, él le vio el lado positivo: podrían pasar todo el día juntos.
Ya a unas calles de su destino, Yoongi comenzó a sentir un agradable cosquilleo en su vientre. Se sentía feliz y nervioso, pues, si bien los dos habían tenido mucha historia en el pasado, parecía ser ese el tiempo de escribir una completamente nueva, con un Jimin completamente nuevo. Y con eso en mente, terminó llegando a la puerta de la casa de los Park, que seguía siendo tal cual la recordaba.
El vehículo del pelinegro —que su padre le había devuelto el día anterior— se detuvo en la calle. El joven bajó y avanzó por la vereda hacia la puerta. Alzó su mano para poder tocar el timbre, pero se detuvo antes de haber podido hacerlo. Suave música y voces podían escucharse del interior del hogar.
—Mamá, eres una aburrida. Dame eso.
De pronto, el volumen de la música aumentó bastante, y la risa de Jimin pudo escucharse desde afuera. Esta sonó como la melodía más dulce para Yoongi.
—¡Jimin! ¡Baja el volumen! —regañó su madre, alzando la voz.
—¡Vamos! ¿Qué es ese humor? ¡Es un día muy bonito! ¡Ven aquí!
Yoongi negó con la cabeza entre risas, y atinó de nuevo a tocar el timbre, siendo interrumpido por segunda vez. Esta, por un sujeto que apareció detrás de él, tocando su hombro. Cuando se dio vuelta, se sorprendió en demasía al haber visto a Ji Hyun. Para él, el tiempo también había pasado. Se veía muchísimo más grande.
El joven, al haber visto a Yoongi, abrió enormemente sus ojos.
—¿¡Hyung!?
—Hola, Ji H--
—¡HAS REGRESADO! —lo abrazó fuertemente.
—Sí, hace varios días.
—¿Vienes a darle una sorpresa a mi hermano? ¡Se pondrá más que contento! ¡No sabes lo mucho que te ha extrañado!
—De hecho, nos vimos ayer. Nos encontramos en una fiesta, y luego pasó la mañana en mi casa. Él me invitó.
—¿Y por qué te tardaste tanto? ¿Qué es eso de encontrarse de casualidad?
—Es... complicado.
—Después hablaremos de eso.
Ji Hyun sacó sus llaves del bolsillo de su pantalón, y procedió a abrir la puerta. Cuando lo hizo, entró e hizo pasar a Yoongi. Este, miró con atención la escena frente a sus ojos: Jimin, al ritmo de aquella música de los años ochenta que sonaba tan fuerte, bailaba junto a su madre. La sostenía de sus manos, haciéndola danzar. Ella no ponía mucho de su parte, mas no podía evitar soltar una que otra sonrisa ante las payasadas de su hijo.
Yoongi jamás había visto tal faceta del menor. Y se encontraba encantado con ella. Se veía tan feliz y tan simpático, que aquella felicidad le fue transmitida también a él.
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Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©
FanficUna foto y un nombre. Sólo con eso contaba Min Yoongi para emprender una importante y riesgosa búsqueda. La búsqueda de un completo extraño.