Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©

Capítulo 11

Llovía. Era ya la mañana siguiente al día del rescate. El señor Park y Yoongi estaban saliendo de la comisaría. Se estaban despidiendo de uno de los policías que estaban a cargo del caso de Jimin, a quien ya le habían dicho todo el día anterior, y a quien habían tenido que volver a ver para que Yoongi hablara y contara lo que había sucedido.

—Quédense tranquilos. Ahora que tenemos todos estos datos, meteremos tras las rejas a los responsables, en cuanto todo se resuelva —miró a Yoongi—. Has hecho un gran trabajo, hijo.

—Gracias.

—El dato de los dueños de la casa en venta fue clave. Ya atraparon al joven. Están investigándolo para poder encontrar a los demás involucrados.

—¿Cuánto llevará esto?

—No sabría decirte, pero hay evidencia suficiente como para que se solucione rápido. Ellos tendrán a sus abogados, pero como dije antes... no creo que funcione.

—Gracias, oficial.

—De nada, señor Park. Espero que su hijo mejore pronto.

Después de haberse despedido del policía, ambos caminaron hacia el estacionamiento y subieron al auto. El señor Park encendió el motor y comenzó a conducir hasta el hospital, en donde su hijo estaba siendo atendido.

—¿Qué pasa, hijo? Te ves nervioso.

—Lo estoy. Estuvimos mucho tiempo con la policía. Jimin estuvo ya varias horas en el hospital.

El hombre lo miró de reojo y sonrió.

—Tú le caerías muy bien.

—¿A quién?

—A Jimin. No es que no le caigas bien ahora... de hecho, sé que ya sabe que eres su héroe y que te aprecia mucho, pero estoy hablando de cuando se recupere.

Yoongi asintió con la cabeza. Sintió algo agradable en su pecho tras haber oído que era el héroe de Jimin. Y es que él no se creía uno. Para él, esa era una palabra demasiado grande; para él, sólo había hecho lo correcto.

Cerca de diez minutos después, estuvieron frente al hospital. Los dos bajaron y vieron a Ji Hyun afuera, quien los estaba esperando para guiarlos hasta el lugar en donde su hermano estaba siendo atendido. Era en el tercer piso. La señora Park se encontraba sentada en la sala de espera. Cubría su rostro con sus manos.

—Mamá... ya llegaron.

—¿Eh? —levantó su cabeza— ¿Cómo les fue?

—Bien, pero ¿Qué pasó aquí?

—Jimin no quería saber nada acerca de ser atendido, ni de hablar con los psicólogos y psiquiatras... no habló con nadie. Todavía lo están revisando.

Como si el doctor que atendía a Jimin estuviera escuchando sus pensamientos, y como si hubiera notado lo ansiosos que se sentían por saber del estado del muchacho, salió del consultorio. El hombre se acercó a ellos.