Capítulo 34

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Era una fría noche de febrero. Ya todo el mundo se encontraba durmiendo, mas Yoongi era el único que no podía hacerlo. Como cada noche, a pesar de que sus actividades empezaran incluso poco antes de que saliera el sol, todo rastro de cansancio se iba de su ser para darle paso al pensamiento.

Y pensaba...

Pensaba en su familia.

Pensaba en sus amigos.

Pero sobre todo —y sin saber por qué—, pensaba en Jimin.

Desde que había tenido que irse, Yoongi comenzó a extrañar con locura al pelirrubio. Y como con cada despedida o pérdida, fue pasando por distintas etapas que alteraban su mente y su ánimo, haciéndolo sentir confundido.

Desde hacía ya un tiempo que Yoongi había empezado a querer convencerse de cosas para que la distancia entre ellos dos no fuera tan dolorosa. Por ejemplo, que no lo había conocido por mucho tiempo, que su corazón cambiaría en dos años y que lo olvidaría por completo, que haberlo salvado había sido el comienzo y el final entre ellos dos... pero ninguna de esas cosas lograba hacer que se aferrara a ellas para creerlo del todo.

Yoongi se sentó en su cama y sacó en silencio una caja que guardaba debajo de la misma con sus pertenencias. Cuando la tuvo en sus manos, observó rápidamente a sus compañeros, cerciorándose de que ninguno estuviera despertándose por los pequeños sonidos que él hacía al mover sus cosas. Después, una vez que abrió la tapa de la caja, sacó de ella una pila de sobres atados juntos y los observó con tristeza.

Desde que había llegado a aquel lugar, cada vez que sentía que la compañía y presencia de Jimin le hacía falta, le escribía una carta antes de dormir. Y fue recién esa noche que notó que ya tenía cientos de ellas.

"Jiminnie:

¿Cómo va todo? Espero que muy bien. Es apenas la tercera noche, y ya siento que te extraño. De hecho, lo sentí en el momento en que subí al autobús. Es extraño, pero eres la única persona en quien pienso todo el tiempo. No puedo hacer o ver nada desde aquí, así que solamente me queda desear que estés bien y que te estés cuidando mucho. Por favor, sé feliz".

"Jiminnie, hoy fue un día bastante duro. Las actividades de hoy fueron muy pesadas, pero escribirte al final del día me calma. Tú me calmas. Me avergüenza decirlo, pero tengo aquí conmigo tu foto, esa que había recortado del periódico cuando te estaba buscando. Cuando la veo, intento sentir que estás conmigo y mis preocupaciones y molestias se van como por arte de magia".

"Sé que hoy es tu cumpleaños, así que espero que estés pasando un día precioso. Sé que tus amigos tenían planeado ir a acompañarte. Incluso Jungkook quería hacerlo. Seguramente se están divirtiendo mucho. En cuanto a mi regalo... se parece mucho al que tú me diste. No puedo usarlo, pero todavía lo guardo con mucho cariño".

"El invierno llegó, y sé que la Navidad se acerca. También el año nuevo. Me siento muy feliz, ya que tu mamá me había dicho, cuando aún te estaba buscando, que no quería que aquello se extendiera mucho más; que no soportaría pasar fechas especiales sin su pequeño ángel, que eres tú. Me alegra que hoy estés con ellos. También me gustaría acompañarte, pero me conformo con el hecho de que estés pasando buenos momentos".

"Un año nuevo llegó ya, Jimin. Ya pasaron tres meses desde que te vi por última vez. Sin embargo, parece una eternidad. No sé bien qué decir, ahora. A decir verdad, hoy me siento triste. Te extraño, extraño a mi familia y a mis amigos. Y también soy consciente de que es apenas la primera parte de todo esto, pues aún queda mucho tiempo. Tengo que cumplir con mi deber aquí, pero también ansío regresar".

Yoongi, tras haber leído un par de cartas viejas, tomó su bolígrafo y un papel. Realmente le costaba dejar en él lo que iría a escribir, pero lo sentía necesario.

"Jiminnie:

Falta poco para que se cumplan cinco meses desde que nos vimos. Por lo que veo, el dolor no hace más que crecer más y más ¿Y sabes? Estoy a punto de hacer algo de lo que sé que me arrepentiré en un rato.

Esta es la última de tus cartas. Ya no habrá otras. Al menos, eso intentaré. Me duele escribir esto, pues significa que te estaré olvidando, pero creo que es lo mejor. No quiero olvidarte, pero sí dejar de recordar a cada momento cuánto te extraño. Por eso, he tomado esta decisión.

Cuando estaba contigo, deseaba a cada momento que sintieras lo mismo que yo sentía por ti. Sin embargo, lo único que quiero ahora es todo lo contrario. Si ahora sientes lo mismo que yo, significa que estás sufriendo por mi ausencia. Por esa razón, con la esperanza de que pudieras olvidarme un poco, intentaré hacer lo mismo. Aunque no sé por qué me temo que ya lo has hecho...

De ahora en más, dejaré todo en manos del destino. Si tenemos que vernos de nuevo, lo haremos. Y si no olvidamos nada o si esos sentimientos olvidados vuelven a surgir, entonces entenderé que estamos destinados a estar juntos.

Me duele pensar de esta forma, pero quiero estar bien. Quiero que ambos lo estemos. Sé que no vas a leer esto y que no puedo saber cómo te sientes, pero realmente deseo que, por igual, los dos podamos soltar esto de a poco e intentar seguir por nuestra cuenta.

Te quiero muchísimo más de lo que piensas. Te deseo todo lo mejor en el mundo.

Yoongi".

Tras haber firmado la carta final, una lágrima se le escapó. Después, la dobló y la guardó con las demás. Procedió a dejar la caja bajo la cama y se sorprendió en demasía cuando notó la presencia de alguien frente a él. Afortunadamente, era Soo Bong, su compañero de autobús y, ahora, de cuarto. El joven se sentó a su lado.



—¿Le has escrito otra?

—Ya es la última.

—Esto... debe ser difícil para ti.

—Lo es, pero tengo que estar bien. Me siento mal al decirlo, pero... ah, no lo sé —rascó su nuca.

—Escucha, si hay algo que sé, es que no hay nada de malo en dejar ir. Y que lo estés dejando ir ahora no significa que sea para siempre. Te estás preocupando por tu bienestar, pues falta mucho tiempo para que vuelvas. Eso es más que perfecto. Una vez que regreses a casa, verás cómo resultaron las cosas.

—¿Y si salen mal? ¿Qué pasa si lo olvido? ¿Qué pasa si él me olvida?

—Eso sólo el tiempo lo dirá —palmeó su espalda amistosamente—. Iré a dormir. Debemos levantarnos temprano.

—Lo sé. Que descanses.

—Igual tú.



Ni bien el otro joven se hubo recostado, Yoongi hizo lo mismo y se abrazó bien fuerte a su almohada, deseando en su interior que Jimin fuera feliz, y que las cosas fueran más y más fáciles, tanto para él, como para su corazón.

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A decir verdad, lo que seguía acá iba a ser lo que voy a hacer en el capítulo siguiente, pero se me ocurrió esto y me pareció bastante interesante y útil para la trama, ya que también podemos ver el punto de vista de Yoongi.

Y sí, este capítulo también me puso bastante triste al haberlo escrito.

Como no sé qué más decir, espero que les haya gustado. Un abrazo para todos, los quiero ♡

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora