Capítulo 33

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—¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños, querido Jimin! ¡Feliz cumpleaños a ti!



Las velas sobre el pastel que estaba sobre la mesa del comedor de los Park aún estaban encendidas, esperando a que el joven que estaba de cumpleaños pidiera sus deseos. Este miró a su alrededor. Las personas que lo rodeaban —sus padres, su hermano, Seokjin, Namjoon, Taehyung, Jungkook y Hoseok— lo miraban con felicidad en sus ojos. Y era eso justamente lo que le había estado faltando desde hacía un mes: felicidad.

Fue inevitable para Jimin haber pensado en Yoongi. A pesar de que los momentos que había pasado cuando este aún estaba presente habían sido duros, él añoraba cada uno de ellos, pues no había encontrado en ningún otro lugar la calidez que le brindaba la presencia del pelinegro.

De vez en cuando, desde que Yoongi se había ido, Jimin solía crear distintas escenas junto a él en su mente. Cuando iba a sus controles médicos, cuando su familia lo llevaba a algún lugar de paseo o cuando asistía de vez en cuando a sus clases, imaginaba que el mayor le hacía compañía. Y extrañamente, de ese modo, salir de su hogar no era tan difícil. Lo difícil era, de hecho, saber que aquello era solamente una ilusión. De sólo pensarlo, se le llenaban los ojos de lágrimas.

Y así, casi al borde del llanto, cerró sus ojos y pidió en silencio aquello que tanto anhelaba: felicidad. Sabía que Yoongi no aparecería frente a él como por arte de magia, pero al menos quería que fuera tolerable su ausencia.

Tras haber apagado las velas, una gruesa lágrima se deslizó por su mejilla. Sus seres queridos aplaudieron, celebrando su cumpleaños. Uno a uno, todos fueron a saludarlo con un fuerte abrazo y cientos de besos. En parte, muchos de esos gestos no habían sido dados solamente para felicitarlo, sino también en agradecimiento por que haya vuelto a casa a salvo, luego de lo que le había sucedido meses atrás.

El señor Park comenzó a cortar el pastel, mientras que su esposa repartía las porciones a los invitados. La mujer tomó una de ellas y se acercó a su hijo mayor.



—Ten, cariño —besó su cabeza.

—No tengo hambre, mamá.

—Ah, pero lo preparé especialmente para ti ¿No vas a probarlo, siquiera? Es de fresa, tu favorito.



Jimin miró a los ojos a su madre. Estos lo miraban con dulzura, como también con un deje de tristeza, pues ella sabía que no estaba muy animado. Pero él no quería seguir preocupando a los demás. Mucho menos a ella, quien tanto había sufrido aquel último tiempo. Por esa razón, con una pequeña y fingida sonrisa, el muchacho tomó entre sus manos el plato que contenía la porción de pastel.



—Lo siento. Lo haré, mamá. Seguramente está delicioso.

—Obviamente. Dudo que haya alguien que cocine mejor que yo.

—No hay nadie más.



La mujer, ya un poco más aliviada, abrazó amorosamente al muchacho y besó su mejilla.



—Muy feliz cumpleaños. Te amo.

—Y yo a ti. Gracias.

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora