Capítulo 12

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La escena que la madre de Jimin admiró desde la puerta de la habitación de su hijo, la conmovió por completo. Lo había visto sentado en su cama, y a Yoongi frente a él, hablándole de cosas que no llegaba a escuchar.



—¿Qué haces?



Asustada, llevó una mano a su pecho.



—¡Ji Hyun!

—¿Por qué no les das un poco de privacidad?

—Eso hago.

—Yo no lo creo —rió.

—Es que... se ve tan animado. Obviamente, no como antes, pero es otro cuando está con Yoongi. A él lo escucha. Incluso creo que se hace entender.

—¿Estás celosa?

—¡Por supuesto que no! Me hace muy feliz verlo perder el miedo.

—Mamá, aún no ha salido de su cuarto. Ha llegado hace unos días y le diagnosticaron un cuadro difícil de sanar —suspiró—. Si te digo esto, es porque te quiero: no tienes que ser tan ingenua. Él no está mejor. Está más tranquilo, pero sólo eso. Apenas han pasado dos días de su llegada y tú ya estás diciendo que ha mejorado. Si viene uno de los médicos a decirte lo contrario, te vas a llevar una decepción muy grande.



La mujer frunció sus cejas, molesta. Luego, relajó sus expresiones y asintió.



—Lo sé, hijo. Es que... quisiera creerlo.

—También yo.

—Creo que veremos a ese jovencito muy seguido por aquí.

—¿A Yoongi?

—Pudo haber venido para ayudar, pero si hubiera sido sólo para eso, ya se habría marchado.

—Él siente que le debe mucho a Jimin. Todavía se siente culpable por no haberse detenido cuando lo vio en la calle.

—De todas formas... tendré que hablar con él más tarde.

—¿Lo vas a echar?

—Por Dios, no. Le diré algo sobre eso. No quiero que siga teniendo esa carga.



La mujer atinó a abrir la puerta de nuevo, pero su hijo la detuvo y ella bufó, frustrada.



—¡Mamá!

—Lo siento, lo siento.

**************

"Siento mucho no poder hablarte. Es más fuerte que yo".

—Ey, no te preocupes, lo entiendo.

"No sé cómo agradecerte todo esto. Has salvado mi vida. Cada día, volvía a repetirme que me mataría y cómo lo haría. Y si lloraba o gritaba demasiado, él--"



De repente, la letra de Jimin se volvió ilegible. En el papel, escribía sólo garabatos. Su mano agarraba cada vez con más fuerza el bolígrafo, y lo presionaba más y más sobre la hoja, haciendo que esta se arrugara. Y a medida que seguía escribiendo lo que, para él, eran los sucesos que había pasado en aquella casa, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y su respiración se agitó. Yoongi puso sus manos sobre las de él y lo sintió temblar.

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora