Capítulo 51

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Para Jungkook, estaba siendo un día bastante normal e igual al resto. Ya era parte de su rutina salir del trabajo al caer la noche, ir a su casa y descansar para, al día siguiente, asistir a la universidad y volver a trabajar por la tarde. Era un ciclo que lo cansaba, pero que sabía que iría a terminar pronto.

En su lugar de la oficina, mientras guardaba sus cosas, miró hacia su izquierda. Su compañero de al lado se había ausentado ese día, y el espacio vacío le hacía recordar a Yoongi. No solamente se acordaba de aquellos días en los que el pelinegro estaba siendo un héroe para salvar a Jimin; sino también de los otros tantos en los que había visto el asiento vacío un largo tiempo porque su amigo se había ido al Servicio.

No obstante, a pesar de las tristes memorias, el muchacho sonrió, pues sabía que era cuestión de tiempo para volver a tenerlo a su lado. También pensó que aprovecharía que ahora tenía un cargo más importante, para mover a todos de lugar y, así, ubicarlo junto a él. Ya un poco más animado, Jungkook tomó sus pertenencias y salió del edificio, listo para subir a su auto y marcharse a su casa.

A unos pasos ya de su coche, el joven sacó de su bolsillo sus llaves y desactivó la alarma. Estuvo por abrir la puerta, mas algo lo detuvo.

Alguien lo había jalado del cuello de su camisa hacia atrás.

Asustado, Jungkook empujó y golpeó con su codo al sujeto, haciendo que este cayera al suelo. Cuando volteó a verlo, entre asustado y confundido, se agachó junto a él.



—¿¡Jimin!? ¿Qué diablos? ¿Estás bien?

—Lo estoy... aunque eres fuerte —se carcajeó y colocó una mano a la altura de su estómago, en donde había recibido el codazo.

—Estás loco, ¿Cómo se te ocurrió asustarme así?

—Quiero invitarte a cenar. Vamos los dos, ¿Sí?

—Pudiste simplemente haberlo dicho.

—Lo estoy haciendo ahora, vamos.

—Bien... —suspiró, volvió a pararse y avanzó de nuevo hasta su vehículo— vamos. Dime a dónde quier--

—¡¡En tu auto no!!



El chico detuvo sus movimientos y miró de brazos cruzados a Jimin. A pesar de no conocerlo tan bien, sabía que estaba actuando muy extraño.



—Digo... vamos en el mío, ¿Sí?

—¿Qué tiene el mío de malo?

—¡Sólo vamos! ¿Acaso olvidaste que soy mayor que tú? ¡Apúrate!



Jungkook, siendo empujado por Jimin hacia otra parte, le dio una última mirada a su auto. Bufó y se soltó del agarre del mayor, caminando esta vez por su cuenta. Simplemente lo siguió hasta su vehículo y lo dejó conducir hasta el lugar al que el otro fuera a llevarlo.

Cerca de unos quince minutos más tarde, tras un silencioso recorrido, el pelirrosado aparcó su auto en el estacionamiento subterráneo de un pequeño centro comercial. Sin decir nada, desabrochó su cinturón y empezó a alejarse hacia la puerta por la cual se podía ingresar a las escaleras que llevaban a la planta baja del lugar. Jungkook lo imitó y lo siguió. Caminó detrás de él por un buen rato como si fuera un pequeño cachorro que persigue a su amo a todas partes, pero no se encontraba para nada a gusto. La extraña atmósfera que creaban sus actitudes, lo desconcertantes que eran sus movimientos y el incómodo silencio estaban haciendo que su estrés aumentara sobremanera.

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora