Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©

Capítulo 14

Ya no era un sonido casi inaudible detrás de una puerta.

No era un susurro en un volumen muy bajo.

Jimin había dicho su nombre fuerte y claro, haciendo que Yoongi volteara a verlo más que sorprendido, orgulloso y asustado. Porque lo que había visto detrás de él no era un joven feliz por haber logrado algo que no había podido hacer desde hacía un tiempo, sino que llevaba en su rostro una expresión de tristeza cuyo origen no podía descifrar.

El muchacho se paró y caminó hacia él, tomando entre sus manos las de Jimin. Luego de un ligero toque, las soltó, pues recordó que el señor Park estaba detrás de ellos. El hombre los miraba, expectante.

—¿Jimin? ¿Subiste tú solo?

Asintió con la cabeza.

—Y... hablaste...

No lo había querido así. No se había dado cuenta de lo que había hecho, pero había pasado. Había hablado en voz alta.

Jimin recordó las palabras del mayor: él quería estar allí junto a él para verlo mejorar.

Si podía hacerlo rápido, tal vez podía devolverle a Yoongi esa libertad que le había quitado en cuanto él le devolvió la suya.

Tragó saliva dificultosamente y miró hacia abajo.

—Lo hice.

—¡Jimin! —exclamó, contento— ¡Oh, Dios! ¡Esto es fabuloso! ¿Lo está escuchando, señor Park?

—¡Lo hago!

El hombre se acercó y abrazó a su hijo con cariño. Su corazón rebosaba de alegría. Más que contento, besó su frente y le sonrió, orgulloso.

—¡Esto es--! ¡Es muy bueno, Jimin! ¡No puedo esperar a que tu mamá y tu hermano lo sepan!

Jimin seguía cabizbajo. Frotó uno de sus brazos y suspiró.

—Lo sé —presionó juntos sus labios—. Podríamos... ver esa película —se encogió de hombros.

La cara de Yoongi se iluminó y asintió reiteradas veces.

—¡Sí! ¡Sí, claro! Ve a sentarte. Traje palomitas, así que iré a prepararlas. Tú elige la película que quieras.

La sensación de felicidad que Yoongi tenía por dentro era completamente indescriptible. No supo cómo había sucedido todo de un momento a otro, pero estaba agradecido de que haya resultado de esa forma.