Capítulo 54

1.8K 262 134
                                    

Yoongi miraba detenidamente al joven de cabellos rosados frente a él. Este se encontraba preparando la cena, mientras tarareaba una canción y movía sus caderas al ritmo de la misma. Se veía tan despreocupado, que le asustaba. A pesar de ser irónico, Yoongi sabía que tenía sentido sentirse de esa forma. Era consciente de que se le estaban ocultando muchas cosas que moría por saber.

El pelinegro se cruzó de brazos y esbozó una media sonrisa.


—Es demasiada sal, Jiminnie.

—No lo creo.

—Deja tu concierto de lado y escucha mis consejos, por favor.

—Creo saber lo que estoy haciendo, Yoongi —comenzó a tararear de nuevo, sin dejar de revolver con una cuchara de madera lo que estaba preparando sobre el fuego.

—Y yo creí que querías que te enseñe a preparar el estofado de kimchi que te hice el otro día.

—¡Claro! Pero no es gran cosa, Yoongi, puedo hacerlo.

—Déjame probar.


Yoongi se acercó al menor, tomándolo de la cintura con una mano. Con la otra, agarró una cuchara para degustar lo que su novio estaba preparando. Cuando lo hizo, disgustado, arrugó su nariz y cerró fuertemente sus ojos.


—¿Tan bueno está? Parece que vas a llorar de la emoción.

—No creo que esto sea exactamente emoción. No está tan--

—Yoongi, cariño, no temas ser cruel conmigo. Sé que estás callando tus comentarios.

—Está horrible. Le pusiste una tonelada de sal. No escuchaste mis consejos y cortaste todo demasiado grande. Creo que tampoco le pusiste las especias que te indiqué.

—Eso dolió —puso una mano sobre su corazón, simulando tristeza—. ¿También vas a regañarme así cuando vivamos juntos?

—Tú lo pediste —se encogió de hombros—. Además, cuando nos mudemos, tampoco seguirás mis instrucciones, ¿verdad? Déjame arreglarlo.

—¡No! Yo lo hago, quítate, quítate.


Jimin empujó suavemente al mayor, haciendo que este riera por lo bajo.


—¿Qué vas a hacer, exactamente?

—Lo que me digas. Te voy a escuchar esta vez.

—Bien... agrégale más agua y un poco de azúcar —lo observó mientras hacía lo indicado—. ¡¡Eso es sal!!

—Ya lo sabía —mintió.

—Sí, claro...


Yoongi apoyó el peso de su cuerpo en la mesada, mientras veía cómo Jimin intentaba corregir su catástrofe culinaria.


—Vienes muy seguido por aquí últimamente.

—¿Eh?

—Ya es la segunda semana en la que vienes a quedarte, a pesar de tener clases y eso.

—Lo siento, no vendré más —respondió a modo de juego.

—No me refería a eso. Si algo pasa, quiero que me lo cuentes.

—Pasa que quiero estar contigo.

Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora