Silencio, silencio y más silencio. Jimin negó con la cabeza y miró al chico a su lado esperando a que dijera que era una broma, pero eso no estaba pasando, ni iría a pasar.
—Yoongi... —dijo, siendo incapaz de decir alguna otra palabra— ¿Es eso cierto?
—Ojalá estuviera mintiendo.
—¿Tiene... que ser ahora? ¿Por qué tienes que ir? ¿Por qué adelantaron todo y no te dieron más tiempo?
—No pueden. Cuando terminé la escuela, comencé a estudiar una carrera en la universidad. Mientras lo hacía, me había llegado un aviso. Tuve que posponerlo por mis estudios. Me recibí hace unos meses, así que era de esperarse que me llamaran en cualquier momento.
—Oh.
—Sé que es mi deber como coreano asistir. Tengo que hacerlo de todas formas hasta hace poco no creía que pudiera afectarme de alguna manera, pero justo ahora... es un momento muy difícil.
—¿Por qué es difícil?
Jimin miró con sus ojos brillantes a Yoongi, directo a los suyos, como si con su mirada pudiera leer sus pensamientos, su corazón, su alma... pero no era suficiente. Si había algo, él quería escucharlo con palabras saliendo de su boca para estar seguro de que dentro de él también había algo más. Sin embargo, el otro chico no decía palabra alguna. Aún podía sentir un nudo en su garganta, que era como un aviso de que podría llorar de nuevo. Y aunque esto no era evidente a simple vista, lo fue en sus ojos, los cuales ya estaban llenándose nuevamente de lagrimas.
—Yoongi, ¿Qué pasa?
—Es difícil, porque antes no tenía lo que hoy tengo. Adoro a mi familia, pero estaba bien estar lejos por un tiempo. También quiero a Jungkook, y estaba bien alejarme porque ambos lo entenderíamos. Pero no se siente bien ahora que-- —calló.
—¿Por qué ahora no? —preguntó con voz suave.
—Porque te conocí —admitió—. Te conocí y de pronto encontré ese algo que le faltaba a mi vida. Tú haces que me sienta completo, y ahora que tengo que irme, siento que me quitarán lo único que hacía que me sintiera tan bien —sorbió por su nariz y miró al césped, evitando la mirada del otro joven—. Te quiero, Jimin... y me temo que no como a un amigo sino... mucho más.
Todo dentro del corazón de Jimin se rompió y se arregló para volverse a romper... era un círculo sin fin causado por las palabras del mayor, ya que estaba aliviado y feliz de que ambos sintieran lo mismo por el otro, pero más que afligido por haberse enterado de su pronta partida. Sus ojos también se cristalizaron y dejó salir un par de lágrimas.
—Yoo--Yoongi--
—Lo siento. Recuerdo que me dijiste que todo esto te incomodaba, pero no quiero mentirte. No puedo hacerlo, tampoco. Estoy enamorado de ti, Jiminnie —confesó con voz temblorosa—. Y siento mucho decírtelo de esta forma y en este momento. Yo--
Las palabras de Yoongi de pronto se vieron interrumpidas, pues algo había hecho que se callara. Ese algo eran los labios de Jimin. El mayor no se había dado cuenta de la cercanía, o de los movimientos del pelirrubio sino hasta que sintió que estaba siendo besado. Cerró sus ojos y se dejó llevar por su corazón. Sus manos escalaron desde sus rodillas hasta la cintura de Jimin, mientras que las del más chico se posaron sobre los hombros de Yoongi, dando suaves caricias llenas de amor en el lugar.
Poco a poco, sus labios comenzaron a crear movimientos suaves para así acoplarse perfectamente con los del otro y profundizar el beso un poco más. Las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos y, de vez en cuando, con el roce de sus pieles, se juntaban entre si, se mezclaban, se volvían una, así como ellos dos estaban siendo uno con sus sentimientos. Tanto el amor como la atracción, el dolor y la tristeza estaban presentes dentro de ambos, lo cual hacía que atesoraran mucho más aquel momento porque era especial, y porque sabían que no volverían a hacerlo en mucho tiempo.
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Who are you, Park Jimin? [Yoonmin] ©
FanfictionUna foto y un nombre. Sólo con eso contaba Min Yoongi para emprender una importante y riesgosa búsqueda. La búsqueda de un completo extraño.