Soldiers - Eric/Divergente

Capítulo 12: Divergente

—Eric...— intenté decir algo más, pero la verdad era que no podía hablarle o incluso mirarlo directo al rostro.

—Eres una divergente —afirmó nuevamente. Su entrecejo estaba fruncido y sus facciones estaban duras. Su mandíbula se notaba tensa, como cuando se guarda un insulto.

—Yo... sí, lo soy— dije, sin saber qué hacer. Me puse de pie, aunque con un esfuerzo enorme porque sentía las piernas entumecidas.

"Soy una idiota" pensé. ¿Era eso lo mejor que se me ocurría? Desvíe mi mirada para que no vea como las lágrimas caían sobre mi rostro. Lo único que me surgió hacer fue salir casi corriendo del lugar.

—¡Hamilton!— gritó Eric con la voz ronca.

Ni siquiera le di tiempo de decirme algo, la verdad era que me daba miedo lo que él quería decirme. Quería hablar con Matt, ¿qué podría hacer ahora? Tal vez Eric iba a reportarme y vendrían para matarme. Tal vez mi simulación haya sido una premonición y pronto Max y Eric van a tirarme por el Abismo.

Mi vida corría peligro. Debía pensar en algo.

—Solo tardase unos cinco minutos, ¿Cómo hiciste eso?— me preguntó Marlene cuando salí. —¿Mila?—volvió a preguntar. También la ignoré y seguí caminando.

Cuando llegué a la habitación de los iniciados, me sentí un poco más segura porque todos estaban afectados por la simulación y no sería nada extraño verme llorar tan afectada. La única que lucía bien era Tris, por un segundo pensé que ella podría...

—¿Mila? ¿Estás bien?— me preguntó Tris al notar que yo había llegado. 

Ella Al, Will y Christina estaban sentados en las camas. Chris y Al se movieron, así que me senté con ellos, mientras secaba con la manga de mi campera las lágrimas.

—Sí, solo que... fue horrible— no mentí del todo, solo omití cuál parte fue horrible.

—Sí, lo sé. Yo tenía, Dios... estaba llena de insectos por todas partes. En mi nariz, en mi boca y hasta salían de mis oídos— respondió Christina con cara de asco.

—Ni me lo recuerden—respondió Al refiriéndose a sus miedos.—Tris, al menos tú lo hiciste bien.

—¿En serio? ¿Cuánto tardaste?— le pregunté, ya que no le había prestado atención.

—Cuatro o cinco minutos, ¿qué tal te ha ido a ti?—me respondió Tris con intención de cambiar rápidamente el tema.

—Marlene me ha dicho que fueron como cinco minutos— respondí y no mencioné más nada ni siquiera la parte en que Eric reemplaza a Cuatro.

—Vaya, al menos ustedes lo hicieron bien—responde Will con algo de recelo.

—Oigan, ¿alguien ha hablado con Molly?— preguntó Al en voz baja y señaló con su cabeza a la misma.

 Molly estaba a tres camas de distancia, aún seguía pálida y sudorosa. Su vista seguía dirigida a la nada, mientras abrazada sus piernas con ambos brazos.

—Ahí la tienes, y sus dos "amigos" ni le dan importancia— habla Will, haciendo énfasis de las comillas con sus dedos.

—¿Debería importarnos?— pregunté observándola.

—No, ha sido cruel con todos— respondió Will nuevamente y dejando de observar a la pelinegra.

—Es cierto. Y aunque intentáramos ser amables seguro nos insultaría— respondió Christina, con una sonrisa algo malvada. Will le dio un beso en su mejilla y ella se acomodó para que él pueda abrazarla por la espalda.