Christina me despertó sacudiéndome bruscamente. Miré el reloj de la habitación, marcaban las siete y cuarto.
Me senté en mi cama observando uno de mis zapatos por unos minutos y luego me puse de pie. Tris a mi izquierda tomaba ropa y trataba de cambiarse tapándose para que nada estuviera a la luz.
Rápidamente me puse mi ropa de entrenamiento, que consistía en una calza negra, un top deportivo y arriba una musculosa, también negra, suelta.Nos dirigimos las tres, junto a Will y Al hacia el comedor y tomamos un poco del desayuno. Yo me elegí una manzana y me apoye en una de las mesas mientras la comía, ya que el comedor estaba casi vacío. Por lo tanto, lo que hablaban en la otra mesa donde se encontraban los iniciados nacidos en Osadía se escuchaba en todo el comedor.
En silencio, seguramente por el sueño nos acercamos los cinco hacia la sala de entrenamientos. Allí se encontraban Eric y Cuatro, quienes nos miraron sorprendidos al llegar antes de horario. Eric se encontraba cruzado de brazos, apoyado en uno de los bancos, mientras que algo lejos se encontraba Cuatro jugando con algunos cuchillos que el tenía en un recipiente.
Cuando todos llegaron, Eric se puso al frente al igual que Cuatro.
—En el día de hoy aprenderán dos cosas. Primero a disparar un arma y segundo a pelear.— habló el instructor, mirándonos a todos— Ahora síganos y de preferencia, háganlo en silencio y sin preguntas— volvió a decir, mirándonos a Chris y a mí. Yo no dije nada y miré para otro lado al ver que Cuatro seguía con su mirada clavada en mí. Finalmente Cuatro y Eric comenzaron a correr sin más preámbulo, por lo que todos comenzamos a seguirlos.
Corrimos por bastantes minutos, minutos larguísimos. Cada respiración hacía mis pulmones arder. Sentía que la ropa que había elegido quemaba por el sol que nos seguía a cada lugar y se me comenzaba a pegar en el cuerpo. Sin dejar de correr decidí atar mi cabello en una coleta para que no me molestara.
Por suerte, llegamos a las partes apartadas de la ciudad, donde estaba preparado un arsenal de armas y blancos a una distancia exagerada.
Eric, sin mirarnos directo al rostro porque al parecer éramos poca cosa para recibir tal privilegio, nos comenzó a dar armas a cada uno en la mano. Yo me quedé entre medio de Tris y Will. Al y Christina estaban más a mi izquierda, del lado de Will.
—La iniciación se divide en tres etapas —comenzó a hablar Cuatro—. Vamos a medir su progreso y los clasificaremos según el rendimiento en cada etapa. No tienen la misma importancia para la clasificación final, aunque suena imposible, ustedes podrían mejorar la posición al final—siguió explicando.
Miré el arma que Eric me había dado, sentí un poco el contacto con su piel áspera cuando me la entregó. La acomodé en mi mano derecha y me apoye en la pared que se encontraba allí. Estaba cansada, y sentía que mi respiración aún no se había regularizado.
—Creemos que la iniciación termina con sus miedos. Las etapas varían, la primera es física, la segunda emocional y la tercera mental. Si pasan las tres, serán miembros.
—¿Que tiene que ver... la valentía con... disparar un arma? —preguntó Peter bostezando. Giré mis ojos hacia arriba. Los de verdad eran peor que los eruditos con eso de las preguntas.
—¡Tienes un arma cargada idiota, actúa en consecuencia! —le gritó Cuatro. Peter palideció y no respondió nada, aunque se notaba que moría por hacerlo —. Deben tomar cierta posición cuando lo hacen.
Le tomó el arma a Peter y disparó dos veces. Estudié todos sus movimientos.
No nos dieron ninguna orden más, por lo que todos comenzaron a disparar. Yo me posicioné como Cuatro lo había hecho, abrió los hombros, dejó la pistola cerca de su rostro y separó un poco las piernas.
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Soldiers - Eric/Divergente
Fiksi PenggemarLa vida de Mila Hamilton no era digna de ser contada hasta que supo su verdadera procedencia. Su vida tuvo otro significado cuando, en su prueba de aptitud, Matt Hemmings le comunica que ella es divergente. ¿Cómo haría para sobrevivir en un mundo do...