Soldiers - Eric/Divergente

Capítulo 17: La prueba final

El día de la prueba final había llegado. La sede de osadía estaba más alborotada de lo normal, con todos los iniciados que esperaban ser miembros derechos de Osadía y sus familias apoyándolos y ansiosos por ver las simulaciones. Todos nos encontrábamos en la sala de entrenamientos, que ya había sido equipada para realizar las pruebas. Jeanine se encontraba allí con dos hombres más de erudición que no podía ver bien ya que mucha gente caminaba delante de ellos, y además delante de mi. Era Jeanine quien debía revisar todas las pruebas que se realicen (obviamente, para detectar divergentes) por lo que me puse más nerviosa de lo que ya me encontraba.

—¿Cómo estás? —preguntó Cuatro al pararse a mi lado. Yo lo observé y me encogí de hombros —. Relájate, estoy seguro de que lo harás bien. ¿Quieres ser el honor de ser la primera?

Mi garganta se encontraba seca, y la verdad era que me temblaban las piernas.

—¿La primera? —dudé. Cuatro asintió mientras comenzaba a acercarse hacia la camilla. Esta prueba no se realizaría en la privacidad de una sala, sino que, estaría frente a todos en medio de la sala de entrenamientos, con una pantalla grande conectada al monitor para que todos aprecien bien lo que hay dentro de mi cabeza.

—¿Vienes? —preguntó nuevamente girando hacia mí, al ver que no lo seguía.

—Bueno, de acuerdo —murmuré. 

Eric estaba hablando con Max a lo lejos, muy cerca de donde Jeanine se encontraba. Y allí, visualicé a mi padre quien era uno de los dos hombres que ayudaría a Jeanine a investigar las pruebas.

¿Acaso trabajaba con Jeanine, y por eso no me visitó? Él cuando me vio, alejó su mirada de mi y eso me destruyó por completo, lo que me hizo dudar en mis pasos, pero finalmente acepté ser la primera. Bajo la atenta mirada de Jeanine, Cuatro me pinchó el cuello y me recosté sobre la camilla.

Cuando la simulación comenzó no cambié de lugar. La camilla aún permanecía allí, lo único que desapareció fueron dos cosas: la gente y la luz. Me puse de pie intentando buscar algo que me permitiera encender una luz, algo que me ayudara a salir de esta oscuridad. Visualicé una luz donde se escuchaban las olas furiosas de agua golpear el puente del Abismo. Temía, pero me acerqué para salir de la oscuridad.

En cuanto llegué al puente visualicé dos siluetas de hombres que se acercaban hacia mí. Eric y Max.

—¡Es ella! —gritó Max, Eric asintió con su cabeza y comenzó a correr hacia mí. Intenté huir porque ninguna otra cosa se me ocurrió más que tirarme al Abismo para cambiar de simulación, pero sabía que eso me delataría.

Eric me desde detrás por ambos hombros impidiendo así que yo pudiera moverme. Frente a mí, bajó una pantalla que salía de la oscuridad iluminando un poco más el lugar.

'Hamilton, abandonada' leí, mi nombre se encontraba debajo de todos, donde aparecía que era la última y debía abandonar la facción. De todas formas, no entendí por qué mi miedo era que también me matasen.

—¡Ahora tírala! —gritó el Max de la simulación. Eric comenzó a forcejear conmigo, mientras yo intentaba liberarme y él intentaba arrojarme hacia el Abismo. Finalmente pude soltarme y golpearlo, y el Eric de la simulación cayó al suelo.

La simulación terminó, pero seguía en el mismo lugar. El suelo bajo mis pies comenzó a temblar y a derrumbarse cayendo hacia el abismo. Me encontraba tal y como Christina había tenido que superar su error luego de rendirse en la primera pelea contra Molly.

No había nadie allí, y pronto, el agua del abismo desapareció dejando ver un vacío enorme que salía de la sala. Esta fue mi simulación más fácil, a pesar de que le temía a las alturas, pude luego de varios intentos forzar mis pies lo suficiente para que uno de ellos llegue hacia el barandal del puente y finalmente subir por completo. Saber que las simulaciones no era más que eso, me ayudaba a calmarme para poder controlar mis miedos.