Capítulo L: Erudición

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California viste una falda azul francia y una camisa blanca abotonada hasta el cuello. Ese detalle le molesta, por lo que se desabotona los primeros botones y comienza a caminar. Se encuentra en una ciudad extraña, parece algo avanzada, con edificios altos y llenos de ventanas enormes.

Observa hacia atrás, hay una casa de color azul y blanco con un jardín extenso. Las casas son todas parecidas, pero esta casa resalta pues tiene una gran cantidad de tierra en el jardín. En la ciudad donde se encuentra, todo está totalmente limpio y pulcro, así que decide investigarlo.

Cuando se acerca, observa un gran pozo. Camina hacia él, y sin darse cuenta tropieza para caer dentro.

—Demonios —dice. La altura del pozo no era muy accesible, así que no había forma fácil de salir de él. Mira hacia arriba y grita por minutos para que alguien la saque, pero mientras había estado observando la ciudad no pudo ver ningún habitante.

—Creo que nadie puede ayudarte —habla una mujer rubia, pero su rostro es demasiado borroso y desaparece rapidamente.

California hace varios intentos fallidos para salir de aquel pozo, parecía realmente imposible. 

—Esto no es real —dice. Simplemente podría estirar su brazo más de lo que realmente podía y salir de allí, pero Catherine le advirtió que si hacía eso podría no pasar la prueba.

Se decide a buscar algo con lo que salir, mientras veía que de manera inverosímil el pozo se volvía cada vez más profundo, moviéndose de un lado a otro y haciendo que California se golpee. Su nariz choca contra el suelo, ya que el pozo seguía moviéndose y sumergiendo así en una oscuridad interminable.

—Diablos —murmura. El dolor parecía real, así que se limpia con la camisa blanca la nariz. Ya completamente en la oscuridad, utiliza sus manos para intentar saber qué había allí, con qué podía salir.

Y lo encuentra.

Siente un cuerpo. Cuando puede observarlo bien, hay una pila de esqueletos roídos en la tierra, pero lo más sorprendente es aquel cuerpo sobre ellos.

Es el cuerpo de Candace, por lo que California grita. Su inconsciente la reconoce, reconoce que es su madre y finalmente siente despertarse, pues ahora está consciente de Candace y de que está muerta. De que murió y ella no pudo despedirse.


***


Los gritos desgarradores de California son escuchados por el volumen del monitor que Cara controla. En el otro monitor, se escucha que la presión sanguínea está aumentando y que el corazón de California está alterándose cada vez más.

—Está con taquicardia —reconoce Catherine—, debería administrarle un calmante y detenerlo antes que...

—No, ella todavía puede hacerlo —responde Cara. Catherine asiente, tal vez había exagerado un poco. La taquicardia podía superarse, así que tranquilamente se acerca para limpiar la sangre que goteaba de la nariz de California. Todos los golpes que recibía en la simulación, eran realmente tomados por su cuerpo. Ahora estaba cayendo en lo peligroso del suero que habían creado, pues California podía realmente morir antes de eliminar el suero de la memoria.

Eric está inquieto del otro lado de la habitación. Brayden había llegado y sin remordimientos se acercó tomando la mano de California. Eric no lo soporta, está a punto de colapsar. No sabe si le molesta que aquel estúpido que intentó ligar a su novia dos veces le tome la mano, o que California esté gritando tan horriblemente.

—Tienes que superar esto por mí, Cali —murmura Brayden sin escrúpulos. A Eric se le colman los nervios, y decide actuar.

—Aléjate —le dice Eric, pero en realidad no le da tiempo a Brayden para que lo haga, porque desde lo más profundo de sus entrañas envía un golpe con su mano derecha hacia la mandíbula de Brayden.

El otro joven rubio retrocede por el golpe, y rapidamente se prepara para pelear. Sabía que había molestado a Eric, pero no le importaba él. Eric se acerca nuevamente y lo arroja al suelo con un hábil movimiento de sus piernas. Brayden lanza una patada desde el suelo, que impacta directo en las costillas de Eric.

—Chicos, deténganse ahora —les dice Catherine intentando acercarse a ellos, pero Cara la detiene pues puede salir lastimada.

Gime, pero puede seguir. Eric cae encima de Brayden con fuerza, y con su codo vuelve a golpear el rostro de el mismo. Brayden escupe sangre, e intenta quitar a Eric, pero él era demasiado musculoso como para que Brayden pudiera correrlo con solo sus brazos.

Los golpes van dirigidos al rostro de Brayden, dejando así los nudillos de Eric totalmente enrojecidos y doloridos. Cuando finalmente se cansa, suelta a Brayden y lo deja en el suelo.

—Deja a California en paz —le advierte con el dedo índice. Eric seca el sudor de su frente con la camiseta, y sale de la habitación pues los gritos de California aún seguían.


***


Una cuerda cae en el pozo, que California no duda en tomar para dejar de ver aquella imágen de dos cadáveres en diferente nivel de descomposición. Es subida con rapidez hacia la casa nuevamente, y se ve aliviada al ver que volvió a Erudición.

Los que sostenían la cuerda eran Eric y Cuatro, a su lado se encuentra Christina quien recibe a California con un abrazo.

—Has estado en ese pozo por mucho tiempo —le dice Eric, acercándose a ella para besarla en los labios. California se siente confundida, pues se suponía que ella estaba en una simulación.

—Jeanine te mantuvo mucho tiempo en una simulación, pero ya es hora de regresar a casa —le habla Cuatro, mientras levanta su puño y automáticamente los tres comienzan a seguirlo. Corren rápidamente por la ciudad, dirigiéndose al carril del tren.

—No entiendo, nosotros no podemos regresar a casa. Estamos del otro lado de la valla —les dice California, y los tres la miran de forma extraña.

—_______, jamás cruzamos la valla. Debe ser producto de la simulación de Jeanine, vamos, debemos volver a Osadía —le dice Eric, mientras todos se detuvieron pues California ya no quería correr al tren. Esto estaba mal, es imposible.

—No entiendo —dice ella, sin saber bien qué palabras pronunciar.

—______ —dice Eric tomándola de las manos, mientras Cuatro y Christina esperan a distancia sosteniendo dos grandes armas—, Jeanine te metió en una simulación luego de la prueba final. Vamos, vayamos, ya mereces ser miembro de Osadía.

—Mi nombre es California —dice ella, soltándose de Eric. Ahora vuelve a caer en que esto era una simulación, que no había terminado, y que era imposible que ella estuviese tanto tiempo en una simulación de Jeanine. Todo lo que siguió no podía ser mentira, era matemáticamente imposible.

—Oye, sé que la simulación debió confundirte pero vamos. Luego lo resolvemos —le dice Eric—, volvamos a casa.

Aquellas palabras llegan al corazón de California, y literalmente a sus recuerdos de la habitación de Eric en la sede de Osadía. 

—Esto no es real —dice California, con la voz apenas audible. Le encantaría volver, y le parecía una simulación de lo más cruel pues ella extrañaba con locura los tiempos que vivió en Osadía —, así que no puedo ir contigo.

—Sí es real, ______.

—Lo siento.

Christina, Cuatro y Eric desaparecen de forma espontánea mientras de los ojos de California siguen cayendo lágrimas. La simulación termina, faltan tres más.



Soldiers - Eric/DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora