Capítulo XXXI: Abandonados

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Amanda Ritter o Edith Prior nos descolocó a todos. Habían pasado apenas dos días desde que su video salió a la luz gracias a Cuatro. Sin embargo, parecía que había pasado más tiempo. Los días eran interminablemente largos, las reglas que Evelyn establecía eran estupidas y sin sentido. Yo siempre creí que era buena idea terminar con las facciones, pero ahora ella lo estaba haciendo una obligación.

Aquel video sobre la verdad de las facciones, sobre que somos un puñado de gente alejada de la verdadera sociedad fue fatal. Todo lo que todos creíamos era mentira, y así es como se dividen dos grupos en la ciudad: Los que están del lado de Evelyn, y los que no. Los que se quieren quedar, y los que prefieren salir. Los abandonados y los que todavía creen en las facciones.

-Todavia no puedo creerlo- murmuro, mientras Eric me ayuda a caminar dejando que me cargue en su brazo la mitad de mi peso. Aún la herida de bala no sanaba, y dudo que lo haga en un futuro cercano. Los cabellos rubios de Eric que ya estaban crecidos desde que lo conocí como mi líder, se caen sobre su frente sudada. El calor aún persistía y afectaba a todos por igual.

En el centro de la ciudad, donde todo seguía destruido y en ruinas, se improviso un escenario y Evelyn daría un discurso de respuesta. ¿Respuesta a qué? Bueno, de respuesta a los leales.

El grupo que todavía creía en las facciones, y que quería averiguar qué había detrás de la valla. El grupo de leales que no creía en las tiranias de Evelyn. El grupo en el cual Eric y yo estamos dentro junto con los antiguos osados leales, aquellos que no se quedaron del lado de Erudición.

-Supongo que la ciudad ya se ha ido al demonio. Tenemos que apresurarnos a pensar un plan para escaparnos todos nosotros- dice Eric refiriéndose a los leales. Yo asiento, sin embargo no quería irme sin Cuatro, Tris o Christina. Eran todos mis amigos, pero informarles de este grupo y de nuestras intenciones era peligroso. Tris y Christina tendrían su juicio hoy por la noche, para averiguar si eran realmente traidoras o no. Hasta entonces, no podían saber nada.

Eric y yo nos acercamos al frente del improvisado escenario. Casi todos nos habíamos reunido, por lo cual llegar al frente nos costó largos minutos. Los abandonados ocupaban los costados del escenario, y muchos de ellos se encontraban con sus armas listas mientras esperaban a Evelyn. Para protegerla.

-Esta todo muy jodido, mamá- escucho a Uriah una fila delante de nosotros. La madre de Uriah era una mujer alta, morena y hermosa pero su semblante era serio todo el tiempo. Zeke, que le sacaba una cabeza de altura a su hermano lo despeina y lanza un puñetazo a modo de juego en su hombro. El más pequeño de la familia le devuelve el golpe, y ante la mirada severa de su madre ambos hermanos se quedan quietos.

A los minutos de que la mayor parte de Abandonados y Osados se encuentran en la ciudad, Evelyn hace su aparición como si de una reina se tratase. Los de Cordialidad se encuentran sentados en grupos de varias personas, habían realizado el viaje a la ciudad para ser comunicados de las nuevas reglas. El puñado de gente que quedaba de Abnegación y Erudición se encontraban en los pisos superiores de los edificios de al rededor, viendo a Evelyn desde las ventanas. Toda una dictadora con la atención de todo el pueblo.

Se para frente al micrófono, seguida por Edward y Myra como dignos guardaespaldas.

-Muy bien- resuena su voz a través del micrófono. Seca su frente con el dorso de la mano y corre su cabello hacia atrás, para que no estorbe su rostro.- Como todos sabrán un vídeo se ha metido en todas las redes de la ciudad para ser vista por todos los ciudadanos. Chicago está en riesgo, y lo sabemos- finge dolor- Chicago es lo que nosotros tenemos, y tenemos que solucionar nuestros problemas juntos como una comunidad. Durante años, las facciones nos dividieron, nos separaron de nuestras familias. Nos obligaron a conformarnos con ser una sola cosa. ¿Quien dice que Edith Prior tenía la razón? ¿Hemos evitado la guerra con las facciones?- grita, y los abandonados gritan con fuerza "no"- No la hemos evitado. Por años, las facciones persiguieron a los abandonados y a los divergentes por igual, por no encajar en un juego que gente como Edith Prior quiso que juguemos. Eso está mal- asegura- Eso está totalmente mal, nosotros somos personas. Tenemos muchos rasgos y cualidades, muchas más que un simple suero puede pedirnos. Así que les ruego que se unan conmigo, contra esta lucha- grita y la mayor parte de la ciudad conformada por abandonados la apoya con sus gritos y aplausos desiguales- Nos metieron en un juego, controlando cada rasgo nuestro y la guerra así se produjo. Una guerra que acabó con miles de vidas de divergentes y abandonados. Así que desde hoy queda instaurada la regla de no facciones. Nosotros somos más que eso, así que debemos usar prendas de diferente color. ¿O vamos a dejar que un color nos defina?- vuelve a gritar con voz ronca- ¡No! Basta de la mentira de las facciones, basta de sentir compasión con la gente de afuera que nos metió en esto. Todos somos Chicago y todos vamos a solucionarlo juntos. A partir de ahora, recuerden que hasta que no arreglemos nuestros problemas nadie saldrá para ayudar a esos traidores. A partir de ahora, recuerden que nadie pertenece a ninguna facción, y recuerden sobre todo que ahora todos nos uniremos con gente diferente. Los grupos privilegiados de cada facción quedan disueltos a partir de ahora. Nadie es nada más que su nombre y su forma de ser. Y estoy muy segura de que ninguno es solo cordial, solo osado, solo erudito.- dice y hace una pausa algo larga- Ahora, quiero a todos vistiendo ropa diferente. Esta transición es dura, pero más duro es no encajar -dice con una sonrisa- ¡No a los traidores del exterior!- grita por último, y se retira junto a Edward y Myra mientras la mitad de la ciudad la deja con aplausos y gritos de apoyo.

Soldiers - Eric/DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora