Soldiers - Eric/Divergente

Capítulo 16: Los peores miedos

El pecho de Eric bajo mi mano subía y bajaba a un ritmo descomunal. Sus ojos grises ahora se notaban más oscuros, como si fueran negros, y estaban bajo sus cejas fruncidas de enojo. Sus músculos tensos podrían destrozar a Matt en tan solo minutos, y eso era lo que más me asustaba, porque no tenía muchas energías como para impedírselo, después de todo él ha querido matarme también.

Tris también se interpuso entre Eric y Matt. Este último, ahora estaba casi tirado en el suelo producto de los golpes que pude darle. Su rostro ahora me parecía patético, como toda su mentira de querer salvarme. ¿En realidad, como salvas a alguien y luego la quieres matar? Es algo que no termino de entender, y creo que primero como Erudita quiero respuestas antes de actuar.

—¡Eres un hijo de puta! Te voy a destrozar —le gruñó Eric, mientras Tris y yo seguíamos soteniéndolo. Cuatro apareció en la escena y tuvo más fuerza para ayudarnos a ambas a sostener a Eric, y en pocos minutos hizo que él se calmara, aunque no pude escuchar ninguna de las palabras que lograron eso.

—¿Qué has intentado hacer, Matt? —le preguntó Cuatro bruscamente. Lo tomó del brazo y lo sentó en una de las sillas de la sala.

—No te creas que por ser instructor te debo algo. No soy uno de tus iniciados, Cuatro —dijo Matt, escupiendo sus palabras. Parecía un poco borracho, pero no podría asegurarlo bien desde donde me encontraba, distraída y tratando de detener aún a Eric.

—¿Y te sientes con el puto derecho de responder así, imbécil? —gritó Eric acercándose hacia Matt. Cuatro lo detuvo poniendo su mano en el hombro del líder, pero él lo quitó bruscamente y tomó a Matt de los bordes de su remera —. ¿Por qué has querido matarla? Pudiste haberla entregado desde un principio.

—Porque al principio creí que sería agradecida, no que se iría con cualquier líder para asegurarse un lugar —respondió con una sonrisa. Eso confirmó que había estado tomando, de otra forma, una persona cuerda no le sonreiría a Eric en esa posición.

—¿Asegurarme un lugar? —repetí, con indignación—. Yo no te debo nada maldito enfermo. Me has salvado sin que te lo haya pedido, no creí que deba casarme contigo para poder agradecerte ese favor.

—Será mejor que lo llevemos con Max —habló Eric, soltándolo bruscamente contra la pared y limpiando sus manos. Como si le diera asco haberlo tocado. Eric puede ser muy hiriente, pensé.

—Si tú me llevas con Max, si llegas a reportar algo de esto, voy a delatarla como divergente. Sólo quise pedirle disculpas —respondió. 

Mi cuerpo se tensó, es verdad, él tenía el poder de comprobar que yo era divergente. Él podría arruinarme la vida con solo pronunciar mi nombre y una palabra tal como aquella. Como lo que yo soy. Él me salvó y ahora dependo de él. Tragué con sabor amargo, no me gusta que mi vida dependa de algún sociópata como lo es Matt. Salvarme y odiarme al mismo tiempo.

—Y además, si se enteran de una relación líder-iniciada todo se va a la mierda para ambos. Sabes de las sanciones, Eric —le advirtió Matt.

—Eres un enfermo, y me das asco —le respondió Eric, mirándolo de costado y volviendo a acercarse hacia mi—. Si me quedo un minuto más cerca de este tipo voy a matarlo.

Eric toma mi mano con fuerza, por lo cual vuelvo a tomarlo a él por el hombrom con mi mano libre. Quería que se calmara, podría traerle problemas que golpee a Matt como él quisiera, si la gente hacía preguntas y Matt contaba el por qué iban a investigarnos.

—¿Qué haremos ahora con él? —murmuró Tris acercándose hacia nosotras, mientras Cuatro y Matt hablaban entre ellos.

—Matarlo sería una buena opción —respondió Eric sin mirar a ninguna de las dos.