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MAX

Confirmar que ese hijo de puta había lastimado a mi mujer me hizo ver rojo, ahora la entendía mejor y sabía que tenía que retroceder con ella, no dejarla, pero iría más lento de lo que yo pretendía a pesar de que soy dominante y controlador y despiadado, tarde o temprano sabría quién es el, y recibiría lo que merece por meterse con ella.

Pero primero lo primero ,aún en la silla de Punch no me pude contener.

-Ven aquí.

-Perdón???

-Que vengas aquí!

Ella fue hacia mi lentamente, aún mordiendo su labio inferior ,sus ojos expresaban una incertidumbre por lo que iba a pasar, cuando por fin estuvo parada frente a mi, me puse de pie la bese, lento y suave.

- Dallas no tengas miedo de mi! No te voy a hacer daño pero tienes que entender que conmigo no va eso de ser una chica traviesa.

Sin más le di la vuelta, mis manos en su cintura, empecé a besar su cuello, en esa curva sexy que se hace entre este y sus oídos , lentamente la empecé a hacer que se recargara en el escritorio.

-Max qué haces???

-Shhh... guarda silencio.

Empecé a acariciar el costado de afuera de sus músculos, lentamente, amaba su piel, suave, tersa, , oía como su respiración se hacía más fuerte y rápida,deslice mi mano a la hermosa curva de mi trasero.

-Sabes nena! Me encanta tu sexy culo, y sabes que es lo mejor?

-Que? Me dijo entrecortada, obviamente excitada.

-Que es mío , solo mío!

DALLAS

Estaba totalmente excitada, lo acepto, tener las manos de Max en mi, era una sensación que ponía y hacia que mi cuerpo temblara por expectación, el sabía lo que hacía y a mi me encantaba.

Lentamente sentí como me empezó a alzar mi vestido.-Max!!!por favor para!!!!- le supliqué, pero realmente no quería que parara.

-Dallas, silencio o te van a escuchar

-Ummmm! El seguí acariciando mi trasero solo que esta ves ya sobre mi piel, no me di cuenta que ya me había bajado mi ropa interior. Estás caricias hacían que gimiera , posiblemente si no me ponen atención no se daría cuenta de lo bajo que lo hacía , pero a Max no se le escapa nada.

-Te gusta nena?

Simplemente no pude contestar, solo di un gemido más fuerte.

-Contesta Dallas, o parare, así que te preguntaré de nuevo, te gusta lo que hago?

-Si...si Max!

-Confías en mi?

-Si!

-Me vas a volver a desafiar?

-No... no creo! -Y gemí más fuerte, el empezó a pasar sus dedos por mi coño , lentamente acariciando mi clitoris solo un poco.

Amor y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora