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DALLAS

Cuando llegue a la parte de abajo literal prácticamente corrí a la cocina, me moría de sed, abrí sin más la cocina para encontrarme con Mole en esta.

-Um hola Mole!

-Dallas? Qué haces levantada tan tarde? Si se entera Vp se va a enojar mucho!

-Tengo un poco de sed. Y tú qué haces aquí ?

- bueno esta noche me toca hacer guardia y limpiar.

-Eso parece cruel

-lo es! Pero vale la pena.

-Por?

-Algún día , no se cuando, pero algún día podré tener mi parche y valdrá todo este infierno.

-No te entiendo!

-Se que no lo haces, eres nueva en esto, pero créeme , por muy cansado que este ,prefiero esto, está vida, está familia que otra cosa,pero en fin quieres un poco de jugo?, hay un poco en el bar y te hará bien!

-Si claro! Pero puedo ir por el!

-Y que Vp se entere que andabas por ahí , vestida así, y yo aquí de hongo! No claro que no, además que diría mi mamá si se enterara que no sé tratar a una dama cómo se merece!- esto hizo que yo sonriera y me pusiera un poco roja.

-Eres divertido Mole, puedo preguntarte algo antes de que te vallas!

-Si claro!

-Como te llamas?

-Zack

-ok, gracias Zack por ofrecerte a ir por el jugo, seguro tú mama estará orgullosa de ti!

Con eso Mole salió volando de la cocina, me quede sentada en un taburete que había en una isla en medio de la cocina, posiblemente Max se volvió a a dormir por qué no aparecía

Me quede admirando la cocina, algún día me gustaría algo así, en los últimos días considere poder estudias repostería o cocina, realmente era algo que me gustaba y al parecer a los demás también .

Pasaron un par de minutos ,cuando en eso escuche que se abría la puerta, me di la vuelta para darle la bienvenida ya sea a Mole por el jugo o a Max.

Cuál fue mi sorpresa al ver que el que entraba a la cocina era Hammer, no llevaba playera solo unos pantalones bajos.

-Pero que me vengo a encontrar aquí! Nada más que la perra de Vp.- mis nervios se pusieron a mil, solo rogaba que Mole entrara rápidamente, se por nuestro encuentro pasado que este hombre era de temer.

Intenté mantener mis nervios , pero mis manos temblaban, tuve que agarrar la parte de abajo de la camisa de Max para disimular un poco. Por el rabillo del ojo vi que se iba acercando a la isla de la cocina.

- Y mira nada más! Vestida así! - la mirada más lujuriosa que nunca nadie me había dado la estaba recibiendo en este instante, decidí que lo mejor era regresar con Max y morir de deshidratación, así que me pare del taburete para irme sin miramientos.

-No me gusta que las perras me den la espalda, -empecé a rodear la isla de la cocina para no pasar por su lado pero el hábilmente gano espacio y antes de que me diera cuenta lo tenía en frente de mi.

Amor y balasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora