| Dos.

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Capítulo dos.

—Señorita Karssen —aparté la vista de la ventana que tenía al lado al escuchar a la profesora llamarme—. Es el primer día y ya está distrayéndose con todo lo que ve —no sabía que decir, la profesora no se equivocaba. Me encogí de hombros y seguí copiando en la libreta lo que estaba en la pizarra. Era la tercera clase y me aburría mucho, las clases eran imposibles de aguantar.

En mitad de la clase, una chica abrió la puerta y entró cerrando con fuerza— Hola, Karen, ¿qué tal el fin de semana? —se dirigió a la profesora de manera sarcástica.

—Chantel, siéntese en algún sitio libre, por favor —contestó la profesora, ignorando lo que había dicho la chica antes.

La chica, Chantel, caminó a paso lento hasta el sitio que estaba a mi lado. La chica era intimidante, tenía los ojos de un color verde oscuro, el cabello negro y llevaba un piercing en la nariz, el septum, si no me equivoco. Tiró la mochila con fuerza sobre la mesa y al sentarse, apoyó su cabeza sobre ella.

Estuvo así unos veinte minutos, hasta que despertó de su siesta, me miró y habló—: ¿Cuánto queda de clase? —estiró los brazos y dio un bostezo.

—Media hora, más o menos —al ver como gruñía, reí levemente.

—¿Cómo te llamas? —sacó de su mochila una libreta y un par de bolígrafos –que parecía que era lo único que llevaba– y empezó a dibujar.

—Soy Sienna —Chantel me miró rápidamente y asintió con la cabeza.

—¿Juegas? —estaba dibujando las rayas para jugar al "tres en raya", asentí y cogí uno de los bolis.

Chantel usaba la misma técnica que yo al jugar, así que siempre empatábamos, haciendo que ella gruñera al ver que no ganaba. Hubo un par de veces que la profesora nos mandaba a callar o se quedaba en silencio, mirándonos fijamente.

—Chicas, pueden seguir jugando fuera si quieren —nos dijo la profesora después de un rato. Todas las cabezas voltearon hacia nosotras, haciendo que yo riera por la situación. Chantel al ver que reía, también empezó a reír, cogió su mochila y caminó hacia la puerta.

Me quedé unos segundos en la silla pensando en lo que acababa de suceder, me levanté rápidamente y salí antes que Chantel, ella al salir cerró la puerta con un fuerte portazo

—La próxima vez que te saquen de clase, da un portazo, libera toda tu ira —dijo divertida.

Reí y asentí—: ¿Ahora qué? —pregunté cuando estábamos en el pasillo.

—Se supone que cuando te sacan de clase tienes que ir al banco que hay frente a dirección, pero creo que sería mejor que vayamos al patio —empezó a caminar hacia las escaleras, y al ver que yo seguía de pie, volteó a verme—. Venga, vamos.

Aceleré el paso y bajé detrás de ella, el patio era muy grande. Estaba una zona bajo techo, que se encontraba al lado de la cafetería y tenía muchos bancos y un par de mesas, luego habían unas gradas frente a la cancha de fútbol, con unas escaleras un poco escondidas al lado. Gran parte del patio estaba rodeado de una valla no muy alta, incluyendo la parte de las escaleras y gradas.

—Pronto sonará el timbre del patio, así que en nada bajarán todos —puso los ojos en blanco y se sentó en las gradas.

Había tocado el timbre y Chantel me contaba un poco sobre todos los de nuestro curso, la mayoría de las cosas eran malas. Le sonó el móvil y contestó rápidamente antes de levantarse de la grada.

—Vienen unos amigos a la valla, ¿te vienes? —señaló la valla que estaba al otro lado de la cancha, asentí y caminé junto a ella—. Son esos de ahí —señaló a lo lejos a dos chicos. Uno de ellos era el pelirrojo de la cafetería, el que me vio mirarme en el cristal. Voltee un momento, haciendo como si estuviera buscando a alguien, para no tener que hablar con ellos.

Escuchaba como Chantel hablaba con los dos chicos, hasta que uno preguntó por mi—: ¿Y quién es tu amiga? La que mira tanto para atrás —me di la vuelta, y cuando el pelirrojo me vio, volvió a hablar—. ¡Pero si es la chica de ayer! —le dijo al rubio que tenía al lado, y ambos empezaron a reír.

—¿La chica de ayer? —preguntó Chantel. Asentí con la cabeza y me encogí de hombros—. ¿Es la chica de la que me hablaron? ¿La del cristal? —el pelirrojo asintió y rieron. Pasé mi mirada al otro chico, era rubio y no paraba de sonreír.

—Soy Axl —habló el pelirrojo después de tanto reír—. Este es Steven —señaló al rubio con la bonita sonrisa.

—Sienna —saludé desde el otro lado de la valla.

—Ey, Tellie, ahora estaremos un rato en donde Duff, ¿te vienes? —Chantel asintió muy emocionada a lo que le había dicho el tal Axl. De un momento a otro, Chantel miró por todas partes y saltó rápidamente la valla—. ¿Tu vienes? —me preguntó esta vez a mi.

—Oh, no, ahora no. Para la próxima —intenté sonar casual, pero aún estaba flipando con lo que acababa de pasar. No se ni como hizo para saltar tan rápido y que nadie la viera.

Cuando sonó el timbre para la siguiente clase, Chantel se despidió y se fue junto a sus amigos. Yo no tenía otra opción más que dar la vuelta y volver a clase.






estuvo aburrido, lo séeee, pero prometo que cada vez será mejor )): <3

—mucho love,
sam.

Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora