| Cuarenta y seis.

788 64 28
                                    

Capítulo cuarenta y seis.

—Entonces, ¿qué pasó con Izzy? —preguntó Chantel mientras salíamos del instituto.

—No se, dime tú —levanté una de mis cejas—. Ustedes estuvieron escuchando.

—¡No es lo que tú crees! —se defendió rápidamente—. Tardaban mucho y Slash dijo que probablemente estaban follando, así que terminamos apostando —abrí los ojos al escucharla—. Eh, me he ganado cuarenta pavos, sabía que no lo harías con nosotros en la casa —una enorme sonrisa apareció en su rostro—. Solo escuchamos cuando le habías dicho que creías que el no quería una relación seria y el decía que también lo pensaba, o algo así —agitó su mano en el aire—. No sabía que mi hermano podía decir cosas bonitas —hizo una mueca.

—Si, bueno —me encogí de hombros y seguimos caminando hasta fuera del instituto, donde pudimos ver a un grupo de chicas  haciendo un círculo al rededor de alguien. Chantel y yo nos miramos confundidas y nos acercamos hasta ellas.

Mis ojos se abrieron al ver que estaban rodeando a los chicos, hablándoles y sonriéndoles coquetas. Chantel se adelantó y empujó a algunas para poder pasar. Desde lejos, veía como algunas se quejaban al ver a mi amiga quitarlas del medio.

Solté una suave risa antes de hacer lo mismo que ella, empecé a empujar como podía a algunas hasta llegar al centro del círculo. Divisé a Izzy hablando con Steven, el cual tenía a una chica abrazada a su brazo. Como pude, caminé hasta ellos y me coloqué al lado de Izzy.

—Hola —logró decir cuando me acerqué a él. Levanté un poco la cabeza para poder verle a los ojos y le regale una tímida sonrisa—. Estás muy guapa hoy —me sorprendió cuando una de sus manos tomó mi cintura y me acercó a él, plantando un rápido beso en mis labios—. ¿Qué tal te ha ido?

—Bien —contesté como pude, mirándolo aún con el ceño fruncido. Asintió con la cabeza y siguió hablando con Steven, aún sin soltarme. Giré al sentir una mirada sobre mi, encontrándome a Chantel levantando y bajando sus cejas de manera divertida.

Negué lentamente con la cabeza y seguí observando la escena. Axl tenía una enorme sonrisa en su cara mientras hablaba con unas chicas, podía escuchar como les hablaba sobre la banda y de cuándo sería su próximo show.

No pude evitar sonreír al verlos, estaban tan felices. Estaba orgullosa de ellos, empezaban a ser conocidos por sus shows en algunos de los bares, justo como querían que sucediera. Poco a poco estaban logrando lo que querían y me alegra poder ver cómo todo va a mejor.

Y, cómo no estarlo, mis chicos están cumpliendo sus sueño.

( )

—¡Sienna, me voy ya! —gritó mi madre detrás de mi mientras se colocaba sus pendientes.

Hoy había una fiesta especial, mi madre iba a empezar un gran proyecto para su pastelería y estaba muy emocionada. El hombre que le ofreció aquel trabajo nos invitó a una cena donde nos presentaría a todos los socios y amigos.

Mi madre tenía que ir antes que los demás para preparar todo, por lo que nos veríamos allá. Por suerte, el hombre comprendió que me aburriría yo sola allá, así que me dejó ir con algunos amigos.

—Luego irás con tus amigos, ¿no? —preguntó mientras paraba al lado del sillón donde estaba sentada. Llevaba un largo vestido negro, se veía genial.

—Si —asentí con la cabeza—. Tú vete, no te preocupes por mi —le regalé una enorme sonrisa y me despedí de ella, viendo cómo se iba de la casa.

Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora