Capítulo diecinueve.
Me desperté de un salto al escuchar el teléfono sonar, me acomodé en dónde estaba, dándome cuenta de que me quedé dormida en el sillón. Me levanté y caminé hacia el teléfono, aprovechando para ver la hora en el reloj que había en la pared. Las cinco de la mañana.
¿A quién se le ocurre llamarme a esta hora?
—¿Hola? —contesté después de un largo bostezo y pasé mi mirada hacia la televisión, estaba encendida y pasaba Plaza Sésamo. La apagué y me senté otra vez en el sillón.
—¿Sienna?
—Si, soy yo —susurré.
—Soy Izzy —se quedó callado por unos segundos—. ¿Por qué susurras? ¿Estás ocupada?
—Si, estoy muy ocupada, estaba en medio de una reunión social —hablé con ironía—. Es para que mi madre no se despierte.
—Está bien, está bien —escuché su risa al otro lado—. Entonces... —hubo un silencio incómodo—. lo siento por haber llamado tan temprano, no podía dormir.
—No pasa nada —una sonrisa apareció en mi rostro—. Pero, para la próxima, llámame después de las diez de la mañana.
—¿Estas diciendo que quieres que te llame? —puse los ojos en blanco, aunque el no pudiese verme.
—¡No! Bueno, si —volví a escuchar su risa—. Solo si tú quieres llamarme.
—Vale, lo que tú digas —por alguna razón, sentía como empezaba a sonrojarme.
—En fin, ¿por qué me has llamado?
—Oh, cierto —se escuchaba mucho ruido de fondo—. ¿Mañana te apetece quedar?
Me quedé unos segundos en silencio, sorprendida por lo que me dijo—: Si, si, claro —no podía quitar la sonrisa de mi cara.
—Vale, perfecto —habló rápido—. ¿Te parece bien a las ocho? Así cenamos.
—Si, me parece muy bien.
—Bueno, te veo luego.
—Hasta luego, Izzy —solté una pequeña risa al colgar.
Izzy me invitó a cenar.
( • • • )
Bajé rápidamente las escaleras cuando el telefonillo sonó, al contestar, el portero me dijo que había un chico que venía por mi. Agarré mi bolso y acomodé mis pendientes. Antes de salir, pasé por el salón para poder despedirme de mi madre.
—¿A dónde vas? —me preguntó al verme pasar por su lado.
—Saldré un rato, ya vendré —le di un beso en la mejilla y caminé hacia la puerta.
—¿Con quién? —bufé, no quería dejar a Izzy esperando mucho.
—Con mis amigos, mamá —se quedó en silencio, mirándome fijamente.
Asintió lentamente y volvió a hablar—: Está bien, cuídate.
Me despedí con la mano y salí rápidamente de la casa, troté hasta la entrada y, al estar ahí, arreglé mi cabello y pasé por la gran reja, encontrándome con Izzy apoyado en un coche.
—Por fin estás aquí —se alejó un poco del coche y, cuando me acerqué a él, me saludó con un beso en la mejilla—. El portero no me dejaba entrar, ¡como si fuese a robar! —reí al escuchar su queja. Me miró divertido y me abrió la puerta del coche.
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Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)
Fiksi Penggemar«Te odio, odio tu actitud de chico malo, odio la manera en la que pasas de todo y odio la forma en la que me das falsas ilusiones. Pero lo que más odio, es que a pesar de todo eso, jamás dejarás de tener mi corazón. Entraste en el como nadie más lo...