| Cuarenta y cinco.

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Capítulo cuarenta y cinco.

—Solo me falta encontrar una banda que cante algunas canciones —habló Jesse a mi lado. La profesora de Cultura Clásica había faltado así que, teníamos la hora libre. Esta vez decidimos quedarnos en clase con el resto y no a pasearnos por el instituto.

—¿Qué canciones? —le pregunté mientras me acomodaba en la silla para poder verle mejor.

—Si la fiesta consiste en el punk y el rock, ¿qué música crees que pondremos? —dijo obvio—. Porque no le pondré la música de plaza sésamo —habló divertido, haciendo que riera.

Mi risa paró al escuchar una voz llamarme desde atrás—: Oye, Sienna —giré mi cabeza y encontré a Megan mirándome desde su sitio. Jesse me miró confuso y yo solo me encogí de hombros.

—¿Si?

Ella se levantó rápidamente y se acercó a nosotros—: Entonces, ¿salías con Axl? —me preguntó, dejando escapar una pequeña risa.

—No —resoplé. Estos dos días las chicas no paraban de preguntarme por los chicos, ya sea para saber si salgo con alguno de ellos o para saber si podía presentárselos—. En realidad, sigo saliendo con el —le sonreí forzadamente, batiendo mis pestañas.

—Vaya... —dijo en casi un susurro—. Está bien, gracias —dio media vuelta y volvió a su asiento. Pude escuchar como cuchicheaba con sus amigas.

—¿Qué ha sido eso? —me preguntó Jesse. Tenía la boca abierta y me miraba divertido.

—No es nada —le respondí con una enorme sonrisa en mi cara, era bastante divertida la situación.

El timbre sonó, indicando que era la hora del segundo patio, solo nos quedaba una clase más. Jesse y yo salimos de la clase y bajamos a las gradas, donde siempre nos sentábamos. Chantel había venido al instituto pero, saltó la valla en la anterior clase, ya que se aburría mucho.

—Te he traído galletas —vi como Jesse abría su mochila y sacaba una pequeña bolsa con galletas de chocolate—. Mi madre me dio un paquete de estas pero, no me gustan —hizo una mueca al entregármelas.

—¡Gracias! —le quité el paquete de la mano y no tardé en abrirlo, adoraba las galletas de chocolate.

—¡Sienna! —una voz ligeramente chillona hizo que saltara en mi sitio.

—¿Qué? —pregunté cómo pude al tener la boca llena de galleta. A mi lado estaba Tara junto a otra chica que no conocía.

—¡¿Por qué no me dijiste que salías con Axl?! —me reprochó aquello como si tuviese que contarle mi vida.

—Que va —fingí estar sorprendida y tragué como pude la galleta—. Con Axl no, salgo con Steven, el rubio —le sonreí y volví mi mirada a Jesse—. Bueno, ¿cómo te fue en el examen de literatura? —le pregunté a mi amigo, ignorando que estaban ahí aquellas chicas.

—Bien... —contestó confuso, viendo cómo ambas se iban de nuestro lado—. Hace unos minutos salías con Axl —me miró con sus ojos entrecerrados.

—Bueno, ahora es con Steven —le dije divertida, intentando ocultar mi sonrisa—. Ahora en serio, ¿qué tal el examen? —volví a comerme otra galleta mientras esperaba a que contestara.

Llevaba un día sin ver a Izzy después el incidente en el apartamento. Tenía que estudiar para el examen de literatura y, además, me servía como excusa para no tener que verlos. Aquel día, Izzy llegó con Duff, Steven y Slash, encontrándome justo como había venido al mundo.

Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora