Capítulo cuarenta y ocho.
—Tía —mi voz sonó bastante sorprendida, que era exactamente como estaba.
Pasé mi mirada rápidamente al salón, donde Izzy se encontraba arropado bajo la manta con sus ojos cerrados. Hubiese estado más tiempo apreciando esa bonita escena si, frente a mi, mi tía no hubiese hecho una tos falsa para llamar mi atención.
—Sienna —una pequeña sonrisa apareció en su rostro, saludándome con un suave movimiento de cabeza. Pude ver como intentaba dar un paso dentro de la casa pero, mi cuerpo se lo impedía.
—¿Qué haces aquí? —pregunté con la sonrisa más grande que pude, tratando de no sonar borde.
—He venido con tu madre —señaló por encima de su hombro, donde pude ver a mi madre acercarse rápidamente a nosotras.
—¡Genial! —me apoyé en la puerta, fingiendo mucha emoción. Mi tía me veía bastante confundida e incluso un tanto enfadada, pero, no la culpaba, sabía que estaba actuando muy raro. Pasé mi mirada hacia mi madre, quien ya se acercaba a la puerta—. ¡Mamá, hola! ¿Necesitas... —no pude terminar de hablar, ya que me empujó con cuidado a un lado y entró.
—Hola, cariño —me saludó mientras caminaba rápidamente por la casa—. Me he dejado las llaves de la tienda —entré detrás de ella, mirando como pasaba por un lado del sillón, donde Izzy se acomodó en su sitio, quitándose rápidamente la manta—. Hola, Izzy —le saludó tranquilamente, sorprendiéndonos a ambos cuando siguió buscando las llaves, como si la presencia del pelinegro no le molestara en absoluto—. ¡Aquí están! —levantó las llaves en el aire, sonriéndonos con su respiración entrecortada.
—Debbie —había olvidado por completo que estaba mi tía, así que giré sobre mis talones al escucharla detrás de mi, viendo cómo entraba en casa—. Oh, hola —sus ojos recorrieron a Izzy lentamente, frunciendo levemente el ceño.
—Hola, soy Izzy —el pelinegro se levantó de un salto, acomodando su caminas con sus manos.
—En fin —mi tía ignoró por completo el saludo de Izzy, ganándose una mirada de reproche de parte de mi madre—. Este fin de semana me voy con Adam a Italia, tiene que abrir otra empresa —pasó su mirada por sus largas y arregladas uñas.
Mi tía llevaba ya un par de meses saliendo con Adam y viajando por todo el mundo junto a él. El hombre es muy majo y, tiene muchas empresas en Italia, por lo cual gana mucho dinero. Gracias a él, mi tía administra una empresa de moda en Los Ángeles, así que ambos están teniendo mucho éxito juntos. No es nada malo pero, ahora está mucho más distante y ya no es tan humilde como lo era antes.
Mi tía y mi madre no tardaron en irse, y Chantel llegó un poco después de que ellas se fueran. Estábamos sentadas en el suelo, frente a la pequeña mesa de cristal, mientras que Izzy volvió a tirarse en el sillón, viendo atentamente la televisión.
—¡Listo! —Chantel tiró el bolígrafo en la mesa, echando su cabeza hacia atrás—. Ya he terminado todos los trabajos —suspiró y pasó sus manos por su cara—. ¡Voy a graduarme! —se levantó del suelo y levantó sus brazos en el aire—. ¡Me gradúo, me gradúo! —se agachó a mi lado y tomó mi cara entre sus manos, apretando mis mejillas con una enorme sonrisa en la cara.
Chantel sacaba muy malas notas y faltaba mucho, por lo cual los profesores le mandaron diferentes trabajos con los que podía aprobar, pensando que no los haría. Y era cierto, no los iba a hacer, pero le medio obligué a hacerlos todos y cada uno de ellos.
—Shh —gruñó Izzy detrás de nosotras.
Chantel puso los ojos en blanco y volvió a sentarse a mi lado—: Que me gradúo, tía —tenía los ojos abiertos y, le costaba creerse sus propias palabras—. ¿Sabes? Ni si quiera quería ir al baile pero, ahora que se que me gradúo y que puedo tener pareja, hasta tengo un poco de ganas —se echó hacia atrás, apoyando su espalda en la parte baja del sillón, y colocó sus manos detrás de su cabeza.
El baile, lo había olvidado por completo. En tan solo unas semanas terminábamos el instituto, y junto a esto venía la graduación y el baile.
—Espera —agité mi cabeza, volviendo a repasar lo que dijo mi amiga antes—. ¿Qué puedes tener pareja? ¿Quién? —una pequeña sonrisa escapó de sus labios y apartó su mirada de mi—. ¿Y por qué yo no me he enterado sobre esto? —entrecerré los ojos, mirándola divertida al ver lo nerviosa que se puso en ese momento.
—¿Quién coño te va a llevar al baile? —la voz de Izzy nos interrumpió, haciendo que levantáramos la mirada para verle.
—Ya lo sabrán —se encogió de hombros y empezó a jugar con sus dedos—. Pero, es muy buen chico, de verdad.
Miré rápidamente a Izzy, quien miraba con el ceño fruncido a su hermana. Reí por lo bajo y negué lentamente con la cabeza mientras me apoyaba en el sillón.
Cómo adoro a estos dos.
vaaaaale, aquí un nuevo capítulo.
eeeeeen fin, espero que hayan disfrutado y que me perdonen las faltas ortográficas.
–mucho love,
sam.
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Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)
Fanfiction«Te odio, odio tu actitud de chico malo, odio la manera en la que pasas de todo y odio la forma en la que me das falsas ilusiones. Pero lo que más odio, es que a pesar de todo eso, jamás dejarás de tener mi corazón. Entraste en el como nadie más lo...