| Veinticuatro.

796 71 42
                                    

Capítulo veinticuatro.

—Hey —sentí un leve cosquilleo en mi mejilla, haciendo que una risita saliera de mis labios—. Despierta, Sienna.

¿Qué diablos está pasando?

Abrí los ojos con fuerza, encontrándome con la mirada de Izzy, que apoyaba sus codos en la cama, poniendo su cara muy cerca de la mía.

—¿Qué haces aquí? —me levanté rápidamente, haciendo que sintiera un horrible dolor de cabeza—. Dios, mi madre no te puede ver aquí —pasé mis manos por mi cabello, alejándolo de mi cara—. ¿Cómo entraste? No, primero, ¿cómo llegué aquí?

—Tranquila —me tomó por los hombros, y me volteó para poder mirarle a la cara—. No estamos en tu casa —oh, es verdad, no me había percatado de que estaba en otro lugar. Asentí para que siguiera hablando—. La fiesta terminó un poco tarde, a las ocho de la mañana ya todos se iban, así que te trajimos aquí, a casa de mi tía. 

—Está bien... —me senté con cuidado en la cama, bajé la mirada y pude ver que llevaba el vestido de ayer, solo que ahora estaba casi por mi cintura, dejando mis piernas y bragas al aire. Miré a Izzy, que seguía mi mirada, volví a mirar como estaba y me encogí de hombros.

—Chantel te dejó ropa en el baño, junto a unas toallas por si quieres ducharte —después de decir eso, Izzy me guió al baño y me enseñó dónde estaban las cosas que necesitaba.

Luego de darme una rápida ducha, me coloqué lo que me había dejado Chantel. Era un chándal holgado junto a una camiseta igual, muy cómodo. Salí del baño mientras secaba mi pelo con la toalla, fui hacia la cocina al escuchar voces ahí.

—Buenos días —me saludó Chantel apenas verme llegar—. Dame eso, ya lo pongo a lavar —me quitó la toalla y la ropa de ayer de las manos, mientras desaparecía de la cocina me senté en la barra y saludé a su tía—. Tía, ella es la novia de Izzy —volvió a hablar Chantel al entrar. Su tía volteó a mirarme en menos de un segundo, tenía los ojos y la boca abiertas.

—¿Cómo? —se acercó a mi e inspeccionó mi cara, aunque ya me hubiese visto otras veces—. Menos mal que eres tú, no eres como las ex novias locas que ha tenido ese chico.

—No soy su novia —corregí rápidamente.

—Todavía —volvió a hablar mi amiga mientras ponía frente a mi un plato con huevo frito. Su tía me miró sonriente, asintiendo con la cabeza.

( )

—Entonces... —dije mientras jugaba con mis manos. Chantel y su tía le pidieron a Izzy que fuese a por algo para comer, insistiendo en que yo fuese a acompañarle. Habíamos comprado un par de magdalenas y galletas de diferentes sabores, llevaba la bolsa en mi mano y era difícil no coger algo. Pero, ahora volvíamos a casa de su tía y pronto las comeríamos—. Dime algo sobre ti, ¿qué te gusta hacer?

—Pues —se quedó unos segundos en silencio, pensando en qué responder—, me gusta hacer skate. Solo lo fácil, ir por algunas rampas y poder desplazarme con el, no me van las volteretas y todo eso —hizo una mueca de disgusto.

—¿Skate? —asintió—. Vaya, no me lo esperaba —levanté un poco la cabeza para poder mirarle—. Algún día tienes que enseñarme.

—Claro —aceptó sin dudar—. Me has preguntado tú algo, ahora voy yo —me miró divertido, achinando un poco sus ojos.

—Dispara.

—¿Qué piensas de mí? —levanté las cejas al escuchar su pregunta, no me la esperaba.

Good to be bad ; Izzy Stradlin. (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora