3

13.3K 609 60
                                        

La casa era grandísima, estaba llena de gente, era imposible respirar ahí dentro, pero lo hice por mí hermano, capaz que después me pueda servir para que me ayude en algo.

Soy una mujer que piensa en absolitamente en todo.

- Quédate aquí, voy a buscar unos tragos, no aceptes nada de nadie, por favor- me dijo mí hermano, dicho y hecho se fue a un lugar donde hacían las bebidas.

Con mí hermano siempre hicimos todo juntos, por alguna razón en el colegio nunca teníamos amigos, eramos como nuestros mejores amigos, él sabe todo de mí y viceversa. La música retonaba en las paredes, habían pasado unos largos minutos y Marc no había llegado, ya me estaba comenzando a preocupar, quería ir a buscarlo pero él me dió unas indicaciones y si me vé en otro lugar que no sea ese me mataría.

Además, no conozco a nadie aquí. Y por más que me haga la fuerte, me da un poquito de miedo. Solo un poquito.

A los 5 minutos llegó Marc con una bebida rosa en una mano y en la otra tenía una cerveza gigante.

- Bien, obviamente la rosa es tuya, la cerveza tiene mucho alcohol para tí- dijo apretándome los cachetes y haciendo voz de bebé.

Si supiera que he bebido de todo en mi corto trayecto de la adolescencia.

- Idiota- dijo rodando los ojos- Escucha, tú vete a bailar y la mierda que hacen los chicos hormonales en una fiesta ¿Okey?. yo iré a sentarme a esos sillones.

No quería obligarlo a que esté siempre conmigo, no soy una bebé y él no es mí niñero.

- Okey, cuídate por favor, no..- lo interrumpí

- No aceptes nada de extraños- dije rodando los ojos- Vé a divertirte, hay chicas lindas por ahí que te están mirando- apunté con mí vista a las chicas rubias que estaban mirando a mí hermano, él las miró y les guiñó el ojo y de un momento a otro ya estaba besandose a una de las chicas.

En verdad. Mi hermano es el claro ejemplo de que los hombres piensan con la cabeza. Y no sería exactamente la de arriba.

•••

Ya habían pasado 2 horas de que habíamos llegado, yo seguía en el mismo sillón y mí hermano seguramente estará borracho por algún lado.

Escuché unos gritos de unas chicas que estaban cerca mío, no quería parecer chismosa pero la intriga me invadió.

- Mierda y más mierdas, necesito una toallita femenina- dijo una rubia a una morocha

- Yo no tengo, ¿Clark tú tienes?- le dijo la morocha a otra morocha, vaya, aquí hay de todos los colores.

- A mí me llegó Andrés la semana pasada- dijo la morocha con rulos exóticos.

- ¡SIENTO QUE ME DESANGRO, CHICAS!- dijo la rubia nuevamente, de repente la rubia posó su mirada en mí y enseguida se sonrojó- Lo siento

- Disculpen por entrometerme pero yo vivo aquí al lado, si quieren puedo ir a buscar una toallita, seguramente tengo- dije tratando de quedar bien, la rubia en seguida se acercó a mí y me abrazó.

Impresionada por aquel acto, devolví el abrazo.

- Por favor, si no es mucha molestia- dijo- Me llamo Savannah pero dime Sav.

Las amigas de Savannah se acercaron con una sonrisa en el rostro y me saludaron

- Yo me llamo Louisa- dijo la morocha

- Y yo Clark- dijo la de rulos.

- Me llamo Kate y me acabo de mudar, soy nueva en ésta parte del mundo- dije sonriendo

- Apuesto a que te encantará, Kate, aquí todo es muy tranquilo pero está lleno de niños pijos- dijo Lou rodando los ojos.

Genial. ¡Mi lugar en el mundo!

Nótese la ironía.

- ¿Quieres que te acompañemos?, si llegas a tener una toallita necesito un baño y creo que los de ésta casa están todos ocupados, estúpidos adolecentes hormonales- dijo furiosa, me reí y asentí.

Fuimos las 4 a mí casa.

Abrí la puerta y milagrosamente no estaba lleno de maletas como llegamos, papá tiene una obsesión con la limpieza, seguramente mí pieza ya esté limpia.

- Wow- dijo Clark- Vives en una mansión, Kate.

Yo sigo igual de impresionada que ella. Me sentía más comoda en mi anterior casa, era pequeña, con muchos defectos pero tenía eso que tienen las casas que te hacen sentir cómoda.

Me reí y subí las escaleras a mí cuarto, las chicas venían atrás de mí.

Fuí a mí cuarto y saqué un paquete de toallas femeninas, Savannah me dijo "gracias" mil veces y yo le dije "de nada" miles de veces más.

Mientras tanto, Clark, Louisa y yo nos quedamos en mí pieza hablando de idioteces. Éstas chicas me caían excelentemente bien.

- ¿A que colegio irás?- dijo Clark

- A Dreyfruss- dije eso y las chicas pegaron un grito que apuesto que lo escuchó toda China.

- Yo también voy ahí- dijo Lou.

- ¡Y yo también!- dijo Clark emocionada

- ¡Yo también voy a esa escuela, chicas!- dijo Sav desde el baño.

- Ya sabía que ustedes 3 van al mismo colegio, ya que eran mejores amigas y seguramente irían al mismo colegio, apuesto a que se conocieron ahí- dije adivinando y fallando en el intento.

- En realidad no, nos conocimos recién- dijo Clark, yo abrí los ojos como platos- Yo estaba en la fiesta y fuí a buscar un trago, me senté y de repente sentí que una chica estaba llorando atrás mío, me dí vuelta y me encontré con Lou, le pregunté que le había pasado y me dijo "mal de amores". Luego una rubia se puso como loca porque le había llegado Andrés, y fuimos para tu lugar.

- Wow, osea que no se conocen en nada- dije asombrada, las dos asintieron.

Vann salió del baño y se sentó al lado mío.

- Ojalá seamos grandes amigas. Es un presentimiento, no lo sé.- dijo Savannah

- Yo también tengo la misma sensación- dijimos únisono Clark, Lou y yo.

Las 4 nos reímos y después quedó un silencio incómodo

- ¿Se quieren quedar a dormir?, mañana tenemos el primer día de escuela y podemos salir las tres de aquí, yo tengo ropa para prestarles- dije rápidamente, no quiero que se vayan, quiero saber más de ellas, ya sé que suena algo arriesgado invitar a desconocidas a tu casa pero algo había en ellas que me generaban confianza

- Por mí está bien, mís padres les dá igual- dijo Sav

- Por mí también, mís papás están de viaje- dijo Clark

- Vivo sola, así que claro que sí- dijo Louisa.


Jodidamente enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora