Después de que Kate admitió que quería perder su virginidad conmigo, fuimos hacia un bar y pedimos dos exprimidos. Hoy, le ofrecí que iba a llevarla a un lugar sorpresa, no pareció gustarle la idea ya que odia las sorpresas, pero terminó aceptando. Hoy haremos un gran paso en nuestra relación, estoy seguro.
— Estás inquieta.— dije al notar todos los movimientos que Kate hace en menos de 5 segundos, ella suelta una sonrisa nerviosa y asiente. Ahí noté que me estába ocultando algo y que no me iría de aquí sin saberlo.— Dime.
Ella arquea las cejas y se razca su nariz, mierda, Kate, no puedes mentir tan mal.
— ¿Qué te tengo que decir?
— Lo que me estás escondiendo.
— No te escuendo nada.
Largo una carcajada al escuchar “escuendo”.
— ¿Escuendo?
— Bueno, escondo.
— Dime
— No
— Dime
— No
— Dime
— ¡UHG!.— me rio porque terminé ganando la lucha. Ella traga saliva y sé que lo que me tiene que decir es algo que no me gustará.— Ésta es mí última semana, el primero de enero me iré.
De repente me siento mareado, ¿última semana?. Pensé que se irían en tres semanas o algo así, tenía planeado disfrutar a pleno esas últimas tres semanas, es más, tenía una salida para hacer en cada día, ahora tendré que reducir todas las salidas en una semana.
— No...pasa nada— dije un poco decepcionado. Kate me mira triste, pero yo sonreí, o traté de hacerlo, ya que no arruinaría nuestro día.— Te extrañaré mucho.
— Yo también.— suelta al instante.
— Habláremos todos los días.
Y ahí está, de vuelta, su mirada triste.
— No hay señal allí, no sé como harémos.
Okey, okey, Logan, tranquilízate, siempre hay una solución. Siempre hay una sol...¡YA SÉ!
— Por cartas.— digo feliz por mí gran intelecto. Ella frunce el ceño y larga una carcajada.— ¿Qué tiene de malo?— sonrío divertido.
— Oh. ¿En serio lo decías?— dice tapando su boca. Yo asiento con una sonrisa en mí rostro.
Aunque núnca había sido un chico romántico, desde chico, me ha encantado la idea de mandarle cartas a tu enamorada. Aunque, claro, en mís etapas de bad boy, dejé de creer en esas “gilipolleces”.
— Apuesto a que te mueres que te mande cartas.— digo acercandome a Kate en tono provocatico y, para mí sorpresa, en vez de ponerse nerviosa, ella me siguió el juego.
— Muero por ver tus cartas, Brown.— dice cerca de mís labios, seguido a esto, mí chica se muerde el labio y yo no me pude controlar. No me importó que había gente alrededor, ni que tenía sabor a palomitas de maíz en mí boca, sólo la besé demostrando cuánto la iba a extrañar. Estábamos sumergidos en nuestra burbuja de pasión hasta que un carraspeo nos interrumpió; la camarera con los dos exprimidos en sus manos, la cuál, tuvimos sexo hace unos meses, y ahora mismo me fulmina con su mirada por núnca responder sus llamadas al día siguiente. Que incómodo momento.
— Gracias.— dice Kate sonríendo con amabilidad, la camarera, Sophia, hace una mueca y posa su mirada en mí mano, la que, estába entrelazada con la mano de mí novia.
ESTÁS LEYENDO
Jodidamente enamorado
Ficção AdolescenteKatherine sufrió bullying en su anterior escuela, y prometió núnca más dejarse pisotear. Logan, el maldito bad boy que detesta Katherine, odia a todo el mundo pero Kate es una gran excepción. Ellos son opuestos, en todos los sentidos. Pero en esta h...