Cuándo termino de tomar mí chocolate caliente, lastimosamente, me acuerdo que tendré que hacer trabajo comunitario. Gracias a todos los santos, Logan tiene diferentes horarios que yo, así que hoy no tendré que verlo.
Me gustaría verlo y que me aclare las cosas, pero a la vez no porque siento que me pondré nerviosa y lo terminaré perdonando cuándo no tiene que ser así. Si es un criminal, haré todo para que cambie, no quiero vivir mí vida al lado de él mientras yo esté pensando en si está en la cárcel o no. Y si en verdad besó a Megan, creo que no soy capaz de perdonarlo. A pesar que hace una semana no estábamos de novios, si él se llegara a enterar que besé a su enemigo no le agradaría para nada.
— Tengo que ir a hacer trabajo comunitario.— solté sin pensar en las posibles reacciones de mís padres. Ellos abren lo ojos sorprendidos.
—¿Qué cagada te mandaste?— dice mí padre, yo río nerviosa.
— Pues nos vemos en dos horas.— digo haciendo el típico saludo militar. Corro hacia mís llaves y luego hacia la puerta.
— Katherine Collins, contesta— dice mí madre. Trato de abrir rápido la puerta, pero mís tontas manos no ayudan. Cuándo por fin logro mí objetivo, miro hacia mí madre.
— Arrivederchi y te amo.— corro hacia la calle sin mirar para atrás, aunque escucho de lejos "¡KATE, MALDITA SEAS!". Sonrío divertida por la situación, cuándo llegaré a casa tendré que dar una larga explicación.
Estoy en la parada del bus, mientras pienso en cómo mierda haré para cuidar ancianos. Los únicos ancianos que me caían bien eran mís abuelos. Veo venir un bus a lo lejos, pero no traje mís malditos lentes y no sé si es el que me corresponde.
— Oye, ¿puedes decirme cuál bus es el que viene?— me acerco hacia un chico que está de espaldas y, para mí mala suerte, está con auriculares. Le toco el hombro reiteradas veces, ¿acaso es un muerto o qué?. El bus se va acercando y yo tendría que estar sacando las monedas,— ¡¿PUEDES DECIRME CUÁL ES EL PUTO BUS ES EL QUE FUCKING VIENE?!
El chico se da vuelta, frunce el ceño y se ríe. Ok, pensé todas las reacciónes que tendría e hizo la que menos pensé; se río.
— El rojo, desconocida gritona.— dice sacándose sus auriculares. Genial, ahora todos tienen apodos para mí. Bruja, gritona, ¿alguien más?.
Veo acercarse el bus, así que saco mís monedas rápido y me subo en él, sientiendo cómo el desconocido al que le grité hace unos instantes también se sube. Meto mís monedas en una especie de caja electronica, y para mí suerte, el bus está completamente vacío. Así que no tendré que soportar el mal olor de la gente.
Me siento en unos de los asientos del fondo y miro por la ventana hasta que siento un peso al lado mío.
— Me rompiste los timpanos, mínimo me tienes que dejar acompañarte.
Tapo mí cara para ocultar lo avergonzada que estoy. No sé porque le grité, bueno, si sé pero es por su culpa. ¿Quién lleva auriculares en la calle?,y es más, ¿quién no responde cuándo uno le golpea el hombro reiteradas veces?.
— Oye, no es mí culpa que seas sordo.
— Mí tío es sordo.
Mierda, más no la puedo cagar ¿no?.
— Oh, yo, perd-
— Nah, es mentira.— dice ríendose. Maldito sea, desconocido. Me ha hecho pasar por uno de los momentos más incómodos de mí vida.— Por cierto, me llamo Jayson.
— Y yo Anastasia Lucrecia.
Él abre los ojos y sé que está tratando de ocultar su risa.
— Que nombre tan...— y se queda buscando la palabra indicada.

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Jodidamente enamorado
Teen FictionKatherine sufrió bullying en su anterior escuela, y prometió núnca más dejarse pisotear. Logan, el maldito bad boy que detesta Katherine, odia a todo el mundo pero Kate es una gran excepción. Ellos son opuestos, en todos los sentidos. Pero en esta h...