Jodidamente enamorado

65.

Kate pov.

No negaré ni afirmaré que he estado llorando por dos horas seguidas porque no sabía que ponerme para la cita, aunque tal vez lo he hecho...

— Odio cuándo te invitan a salir con poca anticipación.— dice Lou mientras come una cucharada de Nutella -el mejor invento del hombre- y se acuesta en mí cama. La llamé desesperada para que venga a ayudarme, es amante de la moda, todo los derivantes de la palabra le fascinan, y no dudé ni dos segundos en pedir ayuda de ella ya que sé que, para terminar el día, estaré como modelo de Channel gracias a su pasión por el estilismo.— Tienes un cuerpo, aunque siempre lo niegues, reloj de arena. Realmente todo te queda bien aunque tengas miles de complejos, pero hay ciertos conjuntos que hacen que tus curvas se luzcan más.— se levanta de mí cama y empieza a observar mí cuerpo sin un poco de discreción. Asiente con su cabeza, mira hacia su alrededor, como si estuviera buscando algo, y frunce su ceño.— ¿Tienes un cinturón?

— Supongo que sí.— abro mí armario, lo cuál hace que Lou grite emocionada, y busco con mis manos algún cinturón. Nunca he sido fan de la ropa, para mí el mejor atuendo es el pijama roto y sucio que tengo desde los 10 años, así que, imagínense como me estreso al tratar de formar un Outfit. Mí madre es todo lo contrario, muy coqueta para mí gusto, todas las semanas se corta el cabello y se hace baños de crema, ni hablar de las horas y horas que puede estar en un mismo local de ropa sin siquiera cansarse, realmente, no sé si es un don o un defecto.— Toma.— le doy el cinturón que estaba en un pantalón.

— Usualmente no hago milagros, Kate, pero hoy creo haré uno— dice mirándome con asco, yo largo una carcajada y la golpeo levemente.

«Probablemente tiene razón» dice mí conciencia y yo sonrío por dentro.

Esto será largo.

***

— Mira lo que éres, no, mejor dicho, lo que te hice. Por el amor de Dios, estás preciosa.— desfilo por mí habitación mientras Lou aplaude cómo foca.

— Soy una persona diferente a lo que era hoy por la tarde.

El  vestido es de color borgoña, no es muy largo ni tan corto, me encanta, el escote hacía que salieras cosas, o pechos, que antes, claramente, no existían. Hace que mis piernas pareciesen más largas, como las modelos, y que mí trasero parezca firme, definitivamente éste vestido me hace un cuerpo súper lindo, según los estándares de belleza, y mí autoestima subió al instante que me observé en el espejo.

— Estoy muy nerviosa.— admito mientras miro por la ventana para asegurarme si Logan había llegado. Lou me mira incrédula y frunce su ceño dándome a entender que era muy estúpido de mí parte estar nerviosa por una simple cita con Logan, malditas inseguridades.

— Sé tú, acuérdate que él se enamoró de ti, no sólo de tu cuerpo bonito, sino de cómo éres tú.— agarró mí mano y me dio un apretón dándome la seguridad que me faltaba. Trataré de ser como soy yo, con mis estupideces y ocurrencias, aunque, ésta vez, con un vestido precioso.

Agarro mí celular para revisar la hora, perfecto, aún faltaban 5 minutos para que Logan pasara por mí, así que, aprovecho para revisar un poco de mis redes sociales que, últimamente, no les estoy prestando mucha atención. Lo único que fuera de lo común es que Adam, mí amigo, había subido una foto con su novia en un hotel muy lujoso.

#Nota mental: Llamar a Adam para que te invite a su casa temporal para usar su jacussi. Nah, mentira... o tal vez sí.

Sentí como alguien tocaba mí puerta, inhale y exhalé profundo pensando que era Logan que estaba del otro lado, pero, era mí madre con un collar entre sus manos.