Él afirmó contundente
- No deseo que hagas nada que no quieras y todavía menos, que sea solo por cumplir conmigo
- Entiendo que no me conozcas como pareja, sin embargo, sí sabes de mí como persona y soy una mujer que no hace nunca nada que no le apetezca y le guste
Joder... su caballerosa sinceridad me impactó, por lo general un hombre no se hubiera molestado en preguntar, arriesgándose a que la mujer cambiara su pretensión... simplemente se ocuparía de disfrutar, definitivamente él era diferente... por lo menos conmigo...
Liberé su pene de aquel oscuro escondite y lo agarré delicadamente con una de mis manos, él tragó precipitadamente saliva mientras cerraba los ojos, parecía que inconscientemente se preparaba para lo que iba a vivir.
Me situé junto a él de rodillas en el sofá y le besé una vez más en los labios antes de empezar con el placer, resbalé entonces mi húmeda lengua por su ya aparente erección sin llegar a tocar el glande, este tendría que sufrir esperándome.
Todas las acciones iniciales fueron suaves y lentas, turnaba las manos y las yemas de los dedos con los labios y la lengua... besos, caricias, roces y lametones, que poco a poco se fueron acercando a la punta del iceberg para jugar con él mediante desplazamientos circulares.
La constante actividad de mi cabeza buscando los mejores ángulos, me descolocó el pelo que ya caía delante de mi cara, incluso dificultándome la visión, cuando Melen logró abrir los ojos y se percató de esto procuró ayudarme apartándolo y sosteniéndolo después con su mano mientras yo seguía.
Realmente me sentía poderosa por la influencia que detentaba, en el instante en que yo intensificaba el ritmo él... él se agitaba respirando todavía más fuerte, casi retorciéndose en el sofá, de esta forma verlo me animaba a continuar.
No era un hombre muy expresivo en cuanto a sonidos, al contrario, era bastante silencioso, sin embargo esta afonía definitivamente la compensaban sus gestos y expresiones, aún así algún gemido se le escapó, era imposible contener toda esa energía. Incluso hubo un momento en que estiró su cabeza hacia atrás, comportamiento que provocó que su nuez se marcara excesivamente, podía entonces observar perfectamente descender su saliva una y otra vez, las venas de su cuello se hinchaban y en esa posición escucharle pronunciar mi nombre, de forma casi entrecortado me enloquecía.
Había lapsos de tiempo menos intensos en los que conseguía no perder el sentido y lograba así contemplarme. Me acariciaba entonces la cara, haciendo que me reafirmara en lo que le estaba regalando y a la vez, autoregalándome. En esos instantes se abalanzaba hacia adelante y me tomaba con sus manos la cara, separándome de su erecto guerrero y conduciéndome hacia su boca, creo que intentaba recompensarme con besos en los que absorbía cualquier rastro de fluidos que rodeara mis labios, en una de esas ocasiones antes de que yo consiguiera regresar a mi objetivo comentó con una respiración fuerte
- Cariño ¿decías que a veces se te irritaba la piel con la barba?
- Sí... ¿por?
- Porque ya tienes rojo en la barbilla
- Joder... ¿mucho?
- No, apenas se nota
En realidad no me extrañaba llevábamos toda la tarde a besos. De nuevo recuperé su miembro con mi boca. Entraba y salía de ella con una aparente calma, intentaba cada vez meterlo un poco más conociendo mis límites.
Mi mayor satisfacción me la brindaba ver como la serenidad de su rostro que tanto le costaba alcanzar se transformaba tan repentinamente, en apenas unos segundos, sintiendo hasta una necesidad que le impulsaba a morderse el labio cuando le hacía determinadas cosas, era tan divertido para mis sentidos que no podía parar de ponerlo en práctica.
Su cuerpo empezaba a mostrarme detalles que me hacían entender que estaba a punto de explotar hasta que de pronto sonó el maldito timbre, sobresaltándome y obligándome a incorporar de inmediato mientras me preguntaba retórica
- ¿Quién coño es ahora?
- No, no abras que vengan más tarde
- ¿Y si es importante?
- Si lo fuera te llamarían al móvil, por favor quédate conmigo
Me miró con una cara apenada a la que no sería capaz de decirle que no, era mi puto niño consentido, aún así decidí responder curiosa y salvaje
- ¿Quieres que me quede contigo o con él? (señalé su entrepierna)
- Con los dos... conmigo (cogió con su mano derecha la mía del lado contrario y la colocó encima de su pecho bajo la suya) y... y también con él (la mano que le quedaba libre se encargó de sujetar a la otra mía acompañándola hasta su erección)
Sonreí traviesa mientras procuraba agitarla más intensamente ignorando aquella llamada, comenzó entonces a retumbar de nuevo en mis oídos esa sinfonía procedente de su garganta, que a veces se quedaba sin voz por el placer, sin embargo nos sorprendió el ruido de unas llaves en la cerradura de mi casa, me detuve instantáneamente mientras pronunciaba en tono suave pero nervioso
- Hostias
- Ohhh venga Malú... no puedes dejarme así cariño
- Puedo y debo, es alguien de mi familia ¿quieres que nos descubran así...?
Me levanté de golpe del sofá al tiempo que añadía
- Súbete los pantalones y arréglate un poco mientras yo intento entretenerlos; y lo siento, te lo recompensaré
Le regalé un beso rápido y salí corriendo del salón al tiempo que intentaba limpiarme con la camiseta los labios eliminando cualquier resto visible, en cuanto llegué a la entrada me topé con mi hermano.
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¿Amigo?
FanfictionSimplemente es una historia PARA NADA REAL, con la que por supuesto no se intenta ofender a nadie, es producto de pensar en dos buenísimos amigos entre los que al final puede pasar algo, de ahí que pensar en amistad me haya hecho relacionarlo con e...