Parece que no era grave...

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Nos vestimos con urgencia y entramos a la casa en dirección a la puerta, sin embargo Melendi al pasar por las escaleras dejó de seguirme y se preparó para subir al piso de arriba excusándose

- Voy al baño antes de que abras

- Melendi las manos quietas que nos conocemos (asentí con la cabeza clavándole los ojos)

- Se hará lo que se pueda...

- ‎No (le advertí contudente señalándole con el dedo índice) mientras yo esté aquí tú no te tocas, cuando te vayas de gira todo lo que quieras o necesites, sin embargo ahora no

- ‎De alguna forma tendré que bajar el hinchazón... (me espetó al tiempo que me daba un suave beso en la frente)

- ‎Pues ingéniatelas como puedas pero que ni se te ocurra, debemos compartir todo, también la frustración, por ello si yo no acabo tú tampoco

- ‎Eso es fácil yo entro al servicio me doy un poquito (enunció agitando su mano) salgo como nuevo y me voy con tu familia, hacemos el relevo, subes tú y te desfogas cariño... yo hablo alto para que no te oigan (entonó divertido)

- ‎No me vaciles porque bien sabes que me las pagas

- ¿Y qué pretendes? ¿qué aparezca así? (se señaló la entrepierna) sería lo único que le falta a tu cuñada después de lo de esta mañana, para que se imagine esta noche que me la follo en el sofá... además a cuatro patas, vamos lo ideal (frunció el ceño)

- Que gilipollas y creído eres...

- ‎Es lo que hay...

- ‎¿Piensas de verdad que eres tanto como para aparecer en los sueños eróticos de las mujeres...?

- Dímelo tú...

Encaró su cara a la mía para presionarme en la respuesta, antes de contestarle alcé la voz para que me oyeran desde fuera

- Ya voy

Justo después disminuí el tono centrándome en Melendi de nuevo

- Eres del montón... así que no sé por qué te enorgulleces tanto... alguna chica... quizá hasta inconscientemente, haya tenido fantasías contigo pero deja de contar... además seguro que era en tu época mala que es cuando todo lo que giraba en torno a ti daba más morbo

- ‎¿Tú también te has tirado en tu cabeza al Melendi de rastas?

- ‎No... ni al de antes ni al de ahora...

- ‎Mientes (me rebatió con decisión) ¿me puedes explicar entonces por qué dices mi nombre por las noches mientras duermes revolviéndote en la cama?

Me quedé pensativa con lo que había afirmado... ¿sería cierto que hacía eso? le miré con sorpresa... hasta que no aguantó más y echó a reír mientras me abrazaba

- Era broma.. sin embargo no me engañes porque sé que estoy en tus fantasías

- Bueno... de ilusiones también se vive

- En ese caso... creo que si no te pongo lo suficiente como para que sueñes conmigo, debemos romper... olvidemos por tanto lo de empotrarte contra la pared cuando regresemos a Madrid

- No (grité rotunda ante su expresión traviesa por conseguir la respuesta que deseaba)

- Ufff... (se mordió el labio) ¿qué es lo que te indigna tanto... quedarte sin sexo? ¿o que sea yo él que te deje sin él...?

Viré para caminar hacia la entrada ignorándolo... sin embargo me agarró del brazo girándome enérgicamente hacia su cuerpo... entonces recuperó la voz

- Me lo imaginaba... tu silencio contesta por ti... guerrera... (vocalizó con intensidad cada sílaba de la última palabra, siendo consciente de la influencia que empezaba a tener en mí...)

- (Intenté desviar el tema para no reconocerlo) ¿y tú qué...?

- ¿Yo qué? ¿qué quieres que te cuente? que esta conversación había sobrado porque más que ayudar empeora mi erección... así que venga, vete a abrir ya (pidió azotándome el culo con dureza y subiendo los escalones rápido de dos en dos)

- ‎Melen ya sabes lo que te he dicho...

Se dio la vuelta un segundo entonces levantó los brazos, disponiendo las palmas de sus manos hacia arriba y mostrándome una cara de niño bueno, aunque con una sonrisa contenida, por ello le miré desafiante... corrí por fin hacia la puerta y en cuanto los vi me preocupé por mi cuñada

- Malú "¿Adri que te pasa?"

- ‎Adri "Me duele la cabeza y... y me encuentro algo mareada..."

- ‎José "Voy a acompañarla a tumbarse un rato"

- Malú "Claro... y siento la tardanza... es que estaba en el jardín y pensé que venía Melen a abriros pero... pero parece que no... debe estar en la habitación o en el servicio"

Antes de que se acercarán a las escaleras les pregunté

- Malú "¿Os ayudo a subir?"

- ‎Adri "Tranquilos, puedo caminar sola"

Salí fuera otra vez y me senté de nuevo en la tumbona, a los cinco minutos llegó mi hermano y durante los diez siguientes Melen, que además se había cambiado de modelo... llevaba unos pantalones también oscuros como los anteriores, que marcaban bastante su paquete, aunque no me atrevería a afirmar si... si era porque continuaba cachondo aún o... o porque eran demasiado ceñidos y buscaba provocarme...

Sin embargo esta vez los combinaba con una camiseta gris de tirantes de Obey... en cuanto lo observé aparecer así vestido, con ese punto macarra... suspiré instantáneamente... al ser consciente de mi expresión intenté contenerme... sobre todo procurando calmar mis pulsaciones para no recaer en la excitación... oculté mis sonrisas... apretando para ello con energía pero también con disimulo mi camisa... Después de una larga conversación José se levantó de la silla diciendo

- José "Voy a comprobar cómo está Adri"

- ‎Malú "Pobre... quizá sea por el calor"

- ‎José "Puede"

En cuanto mi hermano desapareció, me incorporé y caminé hacia Melen para acomodarme encima suyo, mientras murmuraba en su oído

- ¿Por qué te empeñas en ponerte ropa que desearía arrancarte?

- ‎Percibo en ti cierta obsesión por romperme la ropa...

- ‎Habló el roba bragas...

Pegó sus labios a los míos para besarme con delicado desenfreno... jugamos con nuestras lenguas al compás de nuestras risas... la escena era tan intima y feliz que necesité inmortalizarla...

¿Amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora