De nuevo sorprendida...

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Estaba sentada en el sofá de espaldas... conversando con José, con mi madre y hasta hace unos segundos con mi cuñada... mis primos y sus parejas ya se habían marchado... percibí como mi hermano iba a decir algo pero... pero de repente enmudeció... dejando escapar una tímida sonrisa al tiempo que mantenía la vista fija en un objetivo detrás de mí... estaba dispuesta a descubrir el motivo de sus acciones cuando... cuando una manos pasaron a ambos lados de mi cuello para asentarse en mis mejillas... en ese momento sentí un beso en mi pelo... un respirar en mi nuca... esos mismos brazos continuaban avanzando hasta rodearme por completo...

Entonces... entonces comencé a visualizar los tatuajes que adornaban esas muñecas... mi corazón sufrió un vuelco inmediato... como si no conociera suficiente ya sus marcas... dudé... por ello incliné mi cabeza hacia atrás buscando asegurar mis sospechas, casi antes de hacerlo su rostro apareció encima mío y... y sin poder contener la sorpresa grité

- Ahhh... ahhh... no... nooo... (rebosaban en mí las primeras lágrimas de emoción e incredulidad) no... mi amor (acabé entonando con una voz quebrada de sentimiento)

Me puse de pies inmediatamente y de forma impulsiva me subí al sofá para abrazarle... no medí la fuerza y me topé bruscamente con su cuerpo casi desequilibrándole... él intentaba mantener la compostura porque no estábamos solos pero le costaba... le costaba no caer rendido ante mi reacción... y mis ahogantes besos.

Insistí en no separarme de su anatomía y teniendo únicamente el respaldo del sillón como barrera entre nosotros... necesitaba superarla... literalmente estaba dispuesta a lanzarme aunque... aunque nos cayéramos al suelo los dos...

Sin embargo Melendi entendió mi propósito... ya que mi peso empezaba a soportarlo solo él... por eso se preparó para facilitar mis intenciones levantándome a pulso esquivando aquel obstáculo, hasta apoyarme en el suelo sin parar ni un instante de fundirnos... las lágrimas de mis ojos terminaban impregnando su piel también... se alejó de mi boca en una ocasión... aunque el contacto visual permanecía intacto... hasta que tapando mis ojos con los dedos rompí a llorar más fuerte... sus labios se asentaron en mi frente y de nuevo después de tantos agonizante minutos sin él... le oí...

Ya está... cálmate... estamos juntos

Secó el rastro de humedad que empapaba mi piel y tras unos segundos en los que me tranquilicé perdiendo el sentido con su presencia inesperada, sin saber cómo pero conseguí entonar

- ¿Eres real o estoy soñando?

- ‎(Sonrió) de momento sigo siendo de carne y hueso… me parece…

Aún le contemplaba desconcertada… sin creérmelo… entonces agarró mis manos con las suyas y las condujo hasta colocarlas en su pecho para que yo misma comprobara su existencia, noté sus latidos detonando en mis palmas… convirtiéndose en una catarsis para mí… justo después logré continuar con las cuestiones

- ¿Pero qué haces aquí?

‎Melendi no me respondió… tan solo sonrió y con uno de sus dedos indicó hacia la puerta… me giré para entender la finalidad de su gesto y… y descubrí a mi padre.

Al percibir la felicidad que él también desprendía… me emocioné de nuevo, por eso corrí a sus brazos… buscando contención y derrumbándome en su hombro…

Estaba prácticamente segura de que lo que he llorado y pasado en estos últimos dos días, no lo había experimentado desde la muerte de mi tío… y eso eran palabras mayores. De pronto le escuché afirmar casi susurrando en mi oído

- Lo siento hija… es un buen chico

En ese preciso instante yo… yo me sentí la mujer más afortunada del mundo, no sé cómo explicarlo… me vacié… me liberé de la pesadumbre, que me acompañaba desde que empezamos a salir pero que se había intensificado a lo largo del tiempo, alcanzando los puntos álgidos justo al llegar a Sevilla… Me costaba reconocerme sin embargo… sin embargo por fin era yo… totalmente yo… derrochando alegría en cada lágrima... e ilusión en el brillo de mis ojos... era plenamente consciente de ello... no lograba controlarlo y tampoco deseaba hacerlo...

Nos sentamos en el sofá todos, fue un momento un tanto violento en él que dominó el silencio durante unos minutos... mis dedos dibujaban desestructuradas figuras sobre su pierna a través del pantalón, mientras los seis nos mirábamos... entonces su mano se apoyó encima de la mía impidiéndome continuar esbozando... en ese mismo instante mi cuñada expuso sonriendo

- Adri "No sé si lo sabéis pero... pero sois muy adorables"

- ‎Papá "Bueno yo me voy a ir (afirmó al tiempo que se levantaba)"

- ‎Melendi "Sí, yo también... es tarde (se incorporó junto a su suegro)"

- ‎Malú "No, quédate conmigo (enuncié en voz baja agarrándole de la muñeca y tirándole al sillón de nuevo)"

Acarició mi cara observándome detenidamente, hasta que por fin me respondió... exactamente con el mismo volumen que utilicé yo...

- Malú entiéndelo...

Se puso de pies y comenzó a caminar... aunque habíamos pretendido que no nos escucharán, lo hicieron... fuimos conscientes en cuanto mi madre exclamó

- Mamá "Melendi cariño puedes pasar aquí la noche si quieres, no importa... preparamos el sofá cama"

- ‎Malú "No, Melen duerme conmigo"

- ‎Mamá "Hija... tu cama es pequeña..."

- ‎Malú "Da igual... estaremos incómodos pero juntos... (busqué la atención de Melen para preguntarle directamente) ¿a qué sí amor?"

A pesar de lo que había pasado... de alguna forma... Melendi continuaba esperando la aprobación de su suegro... en sus pensamientos seguía demasiado presente la autoridad de mi padre. Sin embargo... cuando este asintió... la respuesta de Melendi por fin detonó en su garganta...

- Melendi "Bueno... acepto... la verdad es que no tenía hotel"

- ‎Malú "Pero si dijiste que..."

Me interrumpió tapándome la boca mientras se reía, para luego enunciar

- Te he dado un sí ya... por ahora no me pidas más explicaciones...

Después de despedirnos de mi padre se marchó, a la media hora los cinco nos fuimos a la cama, agarré a Melendi de la mano para subir las escaleras, andaba como una niña ansiosa por enseñarle mi habitación...

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