¿Amigo?

A cenar... (parte 3)

Por fin colgué y... y literalmente tiré el móvil en la encimera para que dejara de estorbar, sin ni siquiera quitarle los ojos de encima con expresión traviesa, entonces rodeé su cuello con mis brazos y lo atraje hasta mi boca, para besarlo intensamente fundiendo nuestras lenguas, en ese momento él me preguntó

- ¿Quieres que termine verdad?

- Sí, es una de las normas de esta casa, todo lo que se empieza se acaba...

- ¿En serio?

- Claro... (me mordí el labio y tomé su mano con la mía para guiarle hacia mí entrepierna de nuevo)

- No es por incomodar sin embargo tú antes me has dejado a medias y es una de las peores cosas que le puedes hacer a un hombre

- Lo sé perfectamente y lo siento pero habían entrado en casa... y que nos descubrieran en la actitud que estábamos no creo que fuera agradable para nadie y ya no te cuento si llega a ser mi padre... (reí) te odiaría... bueno quizá no, porque directamente te mataría, así que no tendrías tiempo ni para caerle mal...

Al segundo añadí

- Como ves cariño no se me ha olvidado, antes lo dije y ahora lo repito te lo recompensaré y... y soy la primera interesada en hacerlo

Su mano seguía jugando a agitar y conquistar la isla perdida en mi oculta intimidad, las sensaciones eran increíbles a pesar de tener ropa, quizá no se sentía tan al natural por no notar sus dedos o lengua ahí abajo pero el roce de las prendas era bastante interesante también...

Gemir con nuestras bocas pegadas sin necesidad de controlar el volumen o el éxtasis que me ocasionaba, armonizaba perfectamente la situación... él continuaba incrementando sus desplazamientos en círculos alrededor del  clítoris... yo inconscientemente al percibir que estaba a punto de explotar eché la cabeza hacia atrás, por lo que mí cuello se quedó totalmente tenso, Melendi asentó sus labios en él los podía sentir al igual que su respiración chocando contra mi piel, me producía un cosquilleo... cosquilleo parecido experimentaba en mi vagina...

Le agarré del pelo mientras en mi garganta detonaba algún sonido, él gimió simultáneamente conmigo... no sabía si por diversión o... o porque de verdad estaba excitándose... lo cierto es que en estos momentos tampoco estaba como para comprobarlo...

Un último jadeo intenso que se terminó disipando, le mostró que había llegado, por ello él paró sin apartar todavía sus labios de mi cuello, manteniéndose totalmente quieto... tras unos segundos en los que intentaba recomponerme, le aparté para poder así enderezarme de nuevo. Sostuve su cara mientras le besaba durante unos minutos, después le comenté

- Voy a cambiarme, si quieres ir haciendo las tortillas de trigo, que las saqué antes y... y las dejé... (busqué el paquete con la mirada) ahí... (las señalé con la mano), Melen vuelta y vuelta no necesitan más, no las quemes que te mato...

- Ya sé cómo se hacen cariño... ¿pero por qué te vas ahora?

- Emmmm... mis bragas están mojadas sabes...

- ¿Te has venido fuerte entonces? (rio)

- ¿De verdad lo preguntas?

Empujé su cuerpo para bajarme de la encimera y mientras caminaba hacia la puerta le comenté en alto

- Para mí dos, tú hazte las que quieras

Cuando regresé de la habitación, él había preparado la pequeña mesa que tengo al lado del sofá para cenar, sonriente dijo

- ¿Ya volviste?

- Sí, ya he aprovechado y me he puesto el pijama

- ¿No deberiamos sacar a tu zoo luego?