Atrapó por fin su pantalón y se lo puso rápido al tiempo que lo sentí bajar por las escaleras... lo siguiente que pude escuchar fue después de unos minutos... el sonido de la puerta de casa cerrándose y a los pocos segundos unos pasos, de repente Melen abrió la boca
- No Ale, Malú está en la cama ya desde hace un rato, tenía sueño
¿Qué? me quise morir de la vergüenza... ¿Encima Alejandro? no podía ser... me escondí urgentemente bajo las sábanas... tapándome hasta arriba y colocándome de espaldas a la entrada... fingiendo estar dormida... pero es que en cuanto viera las condiciones de la habitación se derrumbaría cualquier escusa... volví a percibir la voz de Melendi que añadía riendo
- ¿En serio tan poco me crees Alejandro que tienes que ir a comprobarlo? Que te lo digo de verdad... Lula lleva un rato descansando
Las pisadas retumbaban cada vez más cerca y... y unos instantes aparecieron en el cuarto sumidos en un silencio arrollador, yo intentaba no respirar más de lo necesario... de nuevo Melendi habló
- Ale no me mires así... esos calzoncillos no son míos... no te voy a negar que la camisa sí, sin embargo todo tiene una razón lógica y yo te la puedo contar si quieres...
A ver qué se iba a inventar ahora... seguro una historia mala e increíble... de pronto noté como alguien se subió al colchón y se sentó con la espalda apoyada en el cabecero... y... y otra vez la voz de Melen retumbó en el lugar
- Alejandro siéntate en la silla por lo menos mientras te explico
Las sabanas se movieron y una mano se topó con mi cuerpo, comenzando entonces a tocarme la cintura y abriéndose camino a otras partes... encima... encima lo tenía sencillo porque yo seguía completamente desnuda... ¿pero que coño hacia...? Por fin Melen empezó ese monologo mientras sus dedos seguían explorando mi anatomía
- Ya iba siendo hora de que lo supieras... yo... yo me estoy separando de mi mujer y la situación ha sido algo conflictiva por eso lo mejor fue marcharme de casa un tiempo...
Yo permanecía callada y quieta... pero también intentando controlar mis instintos ante su descaro... cómo era posible que se atreviera a meterme mano delante de Alejandro... nuestro poder de convicción no hacía más que decaer y encima él... y encima él colaboraba en esto... porqué no se llevaba a Ale de allí... porqué encima le animaba a sentarse... yo no comprendía nada... sin embargo él seguía con su discurso
- Y Malú... ya sabes cómo es... me ofreció quedarme con ella en lo que todo se normalizaba pero lo que viste antes en el Palacio se quedó en el Palacio... definitivamente debemos dejar de beber... y aunque puede sonar un poco extraño es cierto que dormimos en la misma cama pero... pero nada más ehhh... nos echamos con ropa
En cuanto terminó esa última palabra alcanzó con su mano la intimidad de mi vagina... un sudor frío me estremeció ¿qué... que pretendía...? ¿masturbarme...? En mi cabeza resonaba una voz contenida... incluso insultos que debía silenciar
- Hijo de puta... ¿qué estás haciendo conmigo...? me vas a volver loca...
De nuevo me encontraba en una encrucijada, me ponía cachonda solo de imaginármelo, además de por su incesante osadía, sin embargo, al mismo tiempo me dominaba la vergüenza... el pudor que me provocaba que Alejandro fuera consciente del movimiento, que Melendi ejercía bajo las sábanas me sobrepasaba...
Intentaba contener mi respiración que ya empezaba a entrecortarse... procuraba pensar en situaciones frías para bajar la calentura, que me abrasaba pero... pero sus malditos dedos jugaban a colarse entre la humedad de mis labios, y por mucho que yo apretara las piernas cerrándole la entrada, era demasiado tarde... ya... ya se encontraban enterrados dentro de mí...
Frotando suavemente mi clítoris que ya se estaba hinchando por la excitación, se desplazaba en círculos por él... haciéndome vibrar de placer mientras yo... mientras yo mantenía mis gemidos bajo llave... Con mucho cuidado y despacio conduje mi mano hacia la suya para intentar frenarlo pero... pero entre que él se aferraba con decisión a permanecer hundido dentro de mi, la cautela con la que yo debía actuar, y... y que ya mi fuerza se veía rendida ante el más absoluto placer... era una batalla perdida casi antes de empezarla... emanaban mis fluidos de nuevo... lubricándome considerablemente para una penetración que ni siquiera podía existir... sin embargo... sin embargo yo volvía a tener el río Amazonas entre mis piernas esperándola, sus dedos golpeaban este líquido produciendo leves sonidos. La voz de Melendi recuperó la vida
- No me mires así Ale tío... ¿por qué no me crées? todo lo que te cuento es cierto...
No quería ni imaginarme las caras de Alejandro, porque creo que responderían por sí solas... por ello no le hacia falta ni hablar. Yo no iba a poder aguantar mucho más con los movimientos y el ritmo de Melendi masturbándome, sin ningún tipo de consideración... mi cuerpo se quería contraer y mi excitación gemir como si no hubiera un mañana y por el contrario estaba ahí... soportando un casi hasta dolor contenido... aunque satisfactorio.
En un instante en el que disminuyó la intensidad de la estimulación, la sangre que todavía era capaz de hacerme pensar y no se concentraba solo en mi clítoris, hizo que agarrara las sábanas con poderío y me levantara rápidamente de la cama, envolviéndo mi desnudez con aquellas telas... entonces afirmé con una respiración agitada y todavía con los ojos cerrados por la timidez, que me brindaba la situación
- Melendi deja de inventar argumentos por favor y... y Alejandro siento tantas mentiras... sí, nos hemos acostado vamos a ser claros ya, estamos empezando una especie de loca relación pero nadie lo sabe, por eso no te lo hemos dicho hasta ahora...
De repente escuché aplausos sonoros pero pausados... cuando destapé mis pupilas recuperando la visión, percibí que era Melendi el causante de ellos... me miró con una expresión chulesca y... y hasta tentativa, yo decidí ignorarlo buscando excusarme con Alejandro, giraba la cabeza de un lado para otro intentando localizarlo sin embargo... sin embargo no estaba allí...
ESTÁS LEYENDO
¿Amigo?
FanfictionSimplemente es una historia PARA NADA REAL, con la que por supuesto no se intenta ofender a nadie, es producto de pensar en dos buenísimos amigos entre los que al final puede pasar algo, de ahí que pensar en amistad me haya hecho relacionarlo con e...