Comencé a oír unas lejanas palabras, que llegaban a perderse en el silencioso eco, aunque a instantes retumbaban más en mi persona, me llamaban... un beso en mi cuello terminó por extraerme de la tranquilidad
- Amor mío despierta
- ¿Qué pasa? ¿qué hora es? (mi tono sonaba demasiado incomprensible)
- Las ocho y media...
- Cariño (giré mi cuerpo hasta quedar frente a él) suerte en tú reunión, cuando acabes me llamas, pero ahora me quedaré un rato más en la cama
- No quería molestarte tan temprano, sin embargo necesito tu ayuda otra vez...
- ¿Para qué?
- No tengo ropa, sólo en mi habitación... por favor baja a recepción a que te den una tarjeta para que pueda entrar
- Bueno... pero espera cinco minutos (le pedí mimosa)
Estiré mis brazos comenzando a desperezarme, la sábana descendió hasta casi mi cintura por los movimientos, dejando mis pechos al descubierto, en cuanto fui consciente mis brazos se lanzaron a taparlos... mientras él me contemplaba fijamente.
Me esmeré por no decepcionarle naturalizando la situación... él continuaba observándome con atención y al ser consciente de mi guerra interna, enunció con un suave y cariñoso hilo de voz
- Gracias por esforzarte... para mí significa mucho esta confianza...
Afirmé con la cabeza, entonces su cuerpo se aproximó aún más al mío, su boca inició un camino de besos desde su gemela hasta mi mano, sin embargo no se detuvo ahí... el reguero de sensaciones de sus tiernos y suaves labios se dirigió en ese momento a mis senos... descolgándose poco después hasta asentarse en mi abdomen... su boca se ancló en este durante eternos segundos.
Mis dedos acariciaron su pelo, pero él no separaba su cara de la tripa, me rozaba su barba por el contacto persistente sobre la misma parte de mi piel, por fin dejó un casto beso cerca de mi ombligo para separarse ligeramente, tras la prolongada mudez entonó radiante al tiempo que su mano y sus ojos se asentaban en mi vientre
- Hola
- Melendi... ¿qué se supone que haces? (pregunté desconcertada)
- Quizá aquí dentro de mamá se esté concibiendo un bebé tan precioso como ella...
Mi expresión denotó desasosiego, temor e incluso rechazo a esa idea... no había vuelto a recaer en la posibilidad de un embarazo... guardando el habla bajo llave comencé a reflexionar para mí misma
- Malú eres gilipollas... quién te manda follar sin protección... por dios puedes estar en problemas... tú y tu puta manía de decidir buscando el placer siempre... joder... yo no estoy preparada... él sí pero yo... yo no... cálmate... razonemos... ciertamente Melendi no se corrió dentro... ohh eres patética deja de engañarte... igualmente hay un ingente riesgo de embarazo y sobre todo teniendo en cuenta su trayectoria...
Él aguardaba una contestación por mi parte... sin embargo... yo no sabía que responder... así que mi reacción procurando evitar ofenderle fue simplemente una sonrisa forzosa... que Melendi agradeció con la suya, después de unos minutos conseguí valentía para pronunciarme sobre el tema
- La verdad es que... (tragué saliva) es que aunque sería fascinante... (mentí como la peor persona) obviamente no es el mejor momento
- (Depositó un nuevo beso en mi tripa entonces se levantó buscando duplicarlo sobre mis labios) es complicado que estés embarazada si atendemos a los números de mi experiencia personal... realmente mis tres hijos llegaron a partir del quinto polvo sin preservativo, así que siento decepcionarte pero tampoco la clavo tan bien (me dedicó una descarada sonrisa)
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¿Amigo?
Hayran KurguSimplemente es una historia PARA NADA REAL, con la que por supuesto no se intenta ofender a nadie, es producto de pensar en dos buenísimos amigos entre los que al final puede pasar algo, de ahí que pensar en amistad me haya hecho relacionarlo con e...