Tras terminar de cantar... hubo silencio... yo todavía mantenía mis parpados cubriendo mis pupilas, me daba miedo volver a ver pero... pero él no hacerlo también me producía una especie de vértigo, de nuevo no sabía discernir que prefería en aquel momento. Quizá esperaba que él hablara para devolverme a la realidad... sin embargo no lo hacía... y a mí... a mí verdaderamente me empezaban a temblar los parpados, síntoma supongo de este inexplicable y repentino estrés en el que me veía sumida desde... desde que entré por esa puerta.
Creo que solo pasaron unos simples segundos pero para mí... para mí eran como minutos con principio pero sin final, y que se repetían consecutivamente... una pequeña eternidad que me salvaguardaba de enfrentar al protagonista de todo lo sucedido. Tenía que volver... tenía que volver porque me estaba angustiando y en parte era por su culpa, por mantenerse callado. Abrí los ojos y descubrí su rostro... un rostro que despedía un brillo adicional, ocasionado por las intensas luces del escenario que le hacían resplandecer... nuestra diferencia de altura obraba algo así como un milagro de perspectivas y lo tatuaba en mi retina como un ángel con la mirada fija en algún punto de mi cara... algo que solo acentuaba esa sonrisa que se perdía en una barba arreglada de varios días.
Mi corazón volvía a latir demasiado, temía incluso que pudiera llegar a notarlo, aunque sinceramente no creo que se hubiera dado cuenta porque sus ojos estaban demasiado clavados... algo hizo que ambos nos avergonzáramos... y es que cuando nos quisimos dar cuenta el encargado del lugar estaba allí dentro carraspeando para de alguna forma llamar nuestra atención. En seguida volvimos en sí, intentando disimular en la medida de lo posible, Melendi tomó la palabra
- Ahora mismo iba a ir a buscarle porque ya nos marchamos...
- De acuerdo
Yo me mantenía parada hasta que Melen después de coger su móvil se acercó a mi preguntándome en voz baja
- ¿Nos vamos?
- Sí... claro...
Por fin fuera del Palacio... parecía mentira todo lo que había pasado allí dentro en tan poco tiempo, creo que ya había tenido bastante por hoy... no podía hacer otra cosa que darle las gracias por rescatarme de aquel agujero en el que ya me veía sumida, sin embargo... ahora sentía que me estaba quedando atrapada en una especie de arenas movedizas. Tuve que decirle
- Melen creo que lo mejor es que me vaya... se nos ha hecho demasiado tarde y me parece... que deberías volver con tu familia
- Nooo... ¿pero no íbamos a cenar o a tomar algo?
- Tú mismo lo dijiste (sonreí) íbamos... pero mira qué hora es... y yo... yo ya estoy cansada
- Te llevo a casa
- No hace falta, vine en un taxi y me marcho en otro...
- Nooo... o te llevo o te llevo... para mí no hay más opciones válidas
- Llegados a este punto... en el que conociéndote sé que no te voy a hacer cambiar de opinión, no tengo otra que aceptar ¿no?
- Se ve que me conoces bien
Caminé junto a él en dirección a su coche, cuando apretó el botón de abrir... el automóvil destacó sobre todo los demás, en el fondo me imaginaba lo que iba a pasar pero... pero también pensaba que llegados a este punto igual no lo hacía sin embargo... ilusa de mí... conociéndole cómo no lo iba a hacer... me abrió la puerta... incluso colocó su mano para ayudarme a subir ¿en serio? tuve que ignorarla... aunque le dije
- Gracias
Lo cierto es que estaba algo nerviosa e incómoda... por poner un ejemplo... durante el trayecto miré el reloj del móvil en unas cuatro ocasiones... y en ninguna de ellas me enteré de la hora. Aquel marcado silencio se vio alterado cuando encendió la radio, que tras dos canciones entonó mi nuevo single Invisible... ¿de verdad? ¿qué le había hecho yo a la casualidad para que se ensañara conmigo?
Fui consciente de como la cantaba en voz baja, supuse que no quería sonar por encima de mí... decidí romper el hielo, lo que casi era un bloque de hielo... comencé a cantar y él en seguida me siguió. Fue una escena tan parecida a la grabación del vídeo de Tomtom aquel famoso I want to break free, que tuvo que parar el coche a un lado de la carretera para poder reírnos. Esta si era nuestra esencia, cuando estábamos juntos nuestras risas estaban aseguradas, disfrutábamos tanto... éramos dos niños invadiendo un cuerpo de adulto.
Después de esto reanudamos el camino y cuando ya nos encontrábamos frente a mi casa, debía despedirme
- Gracias por traerme y por la tarde de hoy... y por la de ayer...
- ¿Seguro que no quieres que vayamos a ningún lado?
- Sí, seguro... gracias pero... ha sido un día largo y estoy cansada sobre todo emocionalmente
- Bueno... entonces... ¿cuándo nos volveremos a ver?
Todavía no nos habíamos separado y ya pretendía que quedáramos... decidí darle una respuesta abierta con nada concreto, porque debía poner mis pensamientos en su sitio
- Ya vamos hablando Melen
Salí del coche antes de que se le ocurriera bajar a ayudarme... cerré la puerta, pero... pero necesitaba decirle algo más... así que me asomé por la ventanilla que aún se mantenía completamente bajada
- Oye Melen una última cosa
- Dime
- Es un poco embarazoso esto que te voy a pedir... ciertamente no sé cómo hacerlo...
- Malú por favor, somos amigos... nos hemos contado de todo y hemos escuchado de todo, no me digas que te da vergüenza ahora ser como eres... ser sincera...
Tomé impulso y se lo solté del tirón... probablemente si lo hubiera pensado más no me hubiera atrevido y tendría que haber improvisado otra contestación.
- Vale... Melen entiendo que te gusta ir con la verdad por delante pero creo... creo sinceramente... que no deberías contarle a tu novia que ayer te besé porque... va a pasar de odiarme a querer matarme... olvidémoslo...
- Claro podré omitirlo cuando hable con ella pero... olvidarlo no creo que sea tan fácil, no me pidas cosas que sabes... que sé... que no puedo cumplir... ¿y tú? ¿vas a volatilizar ese recuerdo?
- Entiendo sí... olvidar voluntariamente es imposible... lo único que intentaremos es taparlo con otros momentos, llevarlo a la sombra de estos...
Me aparté de la ventanilla y comencé a decirle adiós con la mano, él me despidió con una sonrisa, con la mejor que tenía... por fin estaba en casa...
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¿Amigo?
Hayran KurguSimplemente es una historia PARA NADA REAL, con la que por supuesto no se intenta ofender a nadie, es producto de pensar en dos buenísimos amigos entre los que al final puede pasar algo, de ahí que pensar en amistad me haya hecho relacionarlo con e...