¿Amigo?

Estas situaciones me enloquecen...

Después de que alargáramos el día más de lo planeado y deseado sabiendo que debíamos madrugar... por fin nos dispusimos a dormir, evité tumbarme bocarriba para sortear la presión en mi espalda después de la caída de las escaleras, aún así únicamente sentía molestias, Melendi me pegó a su cuerpo hasta que nuestros párpados se fueron dando por vencidos...

El reloj sonó a las siete de la mañana... oficialmente habíamos descansado menos de cuatro horas... no quería ni mirarme al espejo porque me imaginaba las ojeras... me giré para observarle en ese estado de tranquilidad absoluta... comencé en ese momento a moverlo para despertarlo

- Cariño (lo llamé amorosa)

- ‎No... no... un rato más... por favor... (entonó remolón rozando la voz de un niño pequeño que no desea ir al colegio, entonces espabiló un instante para sujetar mi muñeca y tirarme sobre él, tras esto volvió a cerrar los ojos)

- ‎(Me mantuve quieta con nuestras intimidades rozándose a través de una maldita sábana, escuchándole respirar y contemplando como su pecho se hinchaba con cada aspiración... impulsivamente exclamé espetándole indignada a su somnolienta piel tatuada) ¡qué folles tan bien me roba horas de sueño! no es justo...

Una sonrisa se esbozó en sus labios mientras respondía risueño

- Lo siento... aunque gracias por el cumplido ídola (abrió uno de sus ojos riendo) siempre es un privilegio que una adicta y experta en el sexo reconozca mis cualidades abiertamente

- Imbécil ¿no estabas dormido? (tapé su cara con mi mano y él la besó)

- ‎Es un instinto natural... le oigo a mi chica alguna palabra erótica y... y me despierto al instante

- Gilipollas

- ‎¿Acabas de decir que soy un gili con una gran polla?

- Vete a la ducha... (le ordené levantándome de encima suyo y de la cama) y hazme el favor de bañarte con agua fría, porque no hay quien aguanté tu chulería y descaro mañanero

- ‎Ven dame un beso porque eres la única que puede bajar mi inmadurez mañanera

Se puso de pie rápidamente y sin darme tiempo a reaccionar me sujetó por la cintura, aprisionando mi desnudez contra la suya... mientras entonaba mimoso erizándome la piel

- No te enfades conmigo amor mío (dejó en mis labios una ráfaga de besos secos y fugaces de forma ininterrumpida) sonrieme por favor... (estrechó mi cara entre sus manos) por favor... hazme feliz (mordió mi barbilla con delicadeza) mátame diciendo que me quieres y vuelvo a ser el Melendi más romántico y enamorado (acarició mi pelo, apartándo además algún mechón de mi frente para besarla)

- ‎(Una sonrisa contenida escapó de mí) yo tampoco he afirmado que odie al Melendi pervertido pero no es el momento y para de entretenernos que al final llegamos tarde

- ‎Haz que tu boca pronuncie un te quiero (deslizó su barba por mi clavícula)

- ‎Melendi... (intenté apartar su cara porque el roce me provocaba cosquillas)

- ‎Umm... mi Malú (su respiración chocaba contra mi cuello y la sentía tan caliente)

- ‎Melendi... detente ya

- ‎Pídemelo con un te quiero y por el amor que te tengo prometo parar

- Caprichoso como tú solo...

- Sí, lo reconozco... me encapriché de ti y sin posibilidad de salvarme

Sus dedos comenzaron a buscar si tenía cosquillas y antes de que las encontrara respondí tajante