Una pequeña tregua...

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Melen todavía estaba encima de Adrián golpeándole, sin embargo este consiguió apartarle empujándolo con la rodilla y cayéndolo al suelo.

Melendi se levantó inmediatamente sin dejar de observarle con un odio indescriptible... para Adrián fue mucho más difícil pero al final se incorporó también... A pesar de todo Adrián continuaba provocando, plenamente consciente de qué era lo que más le dolía

- ¿Tú sabes el tiempo que he estado follandome a dos mujeres? Los mejores meses de mi vida, y que Malú ni siquiera sospechase que la estaba engañando lo facilitó todo... encima me pedía más y más en la cama y yo se lo daba encantado y es que es una fiera... ¿cómo no hacerlo? sobre todo sabiendo que a las pocas horas remataría la noche con otra

Melendi se lanzó hacia él de nuevo y lo agarró de la americana empotrándolo contra la pared, mientras simultáneamente alzaba la voz sin parar de mirarle a escasos centímetros a aquel maltratado y ensangrentado rostro

- Ahhhhhhhh (gritó de coraje para liberarse) eres un hijo de puta y te reventaría a hostias aquí mismo porque es lo único que te mereces

Adrián aprovechó la cercanía para asestarle un cabezazo en la cara, con el que consiguió separarse de él a la vez que se reía. Poco después Melen, tratando esto como un tema muy personal, apoyó sus manos en los hombros de Adrián para darle un rodillazo en la entrepierna con más facilidad. Fue el único placaje que logró que de verdad se retorcíera de dolor inclinando su cuerpo hacia adelante, Melen se acercó entonces a él, se agachó buscando su oído para poner punto final a esa disputa

- Tú vuelve a acercarte a Malú, intenta tocarla o pasarte con ella y te mato, te lo prometo porque ahora tengo claro que no me va a temblar el pulso

Adrián levantó la cabeza e intentó escupirle en la cara, pero Melen se apartó a tiempo añadiendo mientras esbozaba media sonrisa

- Cuidado, no querrás que te vuelva a pegar (enunció regalándole un suave puñetazo en el estómago)

Justo después se giró para marcharse de allí, en cuanto la adrenalina de la pelea desapareció, los dolores comenzaron a ser evidentes en su cuerpo... Melen deambulaba por las calles de madrugada... hasta que no pudo aguantar más y sin dudarlo, ya sobre las cinco de la mañana se dirigió a mi casa.

Yo estaba en la cama desde hace un rato, de pronto escuché el timbre de fondo en mi sueño, pensando que había sido fruto precisamente de mi imaginación no le hice caso... hasta que... hasta que volvió a retumbar ese sonido... instantáneamente me senté en la cama, mientras protestaba y maldecía... ¿quién coño era a estas horas...?

No tenía en mente levantarme sin embargo el temor a qué pasará algo siempre me invadía y me hacía recapitular, por ello acabé bajando como un fantasma por las escaleras, descolgué el telefonillo y con una voz casi irreconocible por el sueño respondí

- ¿Sí?

- Malú por favor abre... necesito que hablemos... perdón...

- Melendi lo mejor será que te marches

- No, no me voy a ir lo siento, es más me quedaré aquí en la puerta esperando hasta que decidas abrirme y sabes perfectamente que lo haré... lo único que te pido es que me escuches, luego ya si no quieres que te moleste más, te juro por mis hijos que te dejo en paz

Enmudecí por unos segundos en una controvertida disputa conmigo misma, mi juicio me prohibía abrirle... sobre todo para evitar empeorar más las cosas y es que todo estaba muy reciente, pero mi corazón deseaba oírle para intentar arreglarlo y acabar con esta punzada en las entrañas.

Al final los sentimientos latieron en mí más fuerte que la razón, así que pulsé el botón... esperé unos instantes hasta que supuse que ya estaba en la puerta de casa y entonces por fin la abrí, antes casi de hacerlo ya estaba ordenándole aún rencorosa

- Suelta lo que tengas que decir y...

Antes de terminar mi intervención lo vi... descubrí las condiciones en las que venía, descubrí sus heridas... todo mi cuerpo dio un vuelco al mirarlo. En ese momento, dejando de lado lo que había pasado hace unas horas... derribando cualquier muralla cimentada entre nosotros... pronuncié con una voz entrecortada por la preocupación que me asaltó

- Mi amor...

No pude resistirme y me acerqué a su cuerpo, tomé su cara entre mis manos y aunque la simple presión de estas sobre su rostro le doliera, no se apartaba ya que también conseguía apaciguarle y eso le reconfortaba, entonces le pregunté

- ¿Qué te ha pasado?

- Esto no importa ahora (se señaló los golpes)

- Esto como tú lo llamas es lo único que me importa, el enfado puede esperar... ¿estás bien?

Le acaricié con delicadeza... y él cerró los ojos simultáneamente mientras lo hacía... hasta que por fin me respondió

- Estoy bien, no te preocupes no ha sido nada, tres o cuatro puñetazos no van a poder conmigo

- Deja de contarme que no es nada porque... joder estás sangrando

Tiré de su brazo para que entrara en casa y tras cerrar la puerta le conduje al salón, le animé a sentarse en el sofá y cuando lo hizo su cara se descompuso hasta quejarse con una tono contenido

- Ahhhh...

- ¿Qué te pasa?

- Nada, el golpe de la espalda que me ha molestado al doblarme...

- ¿También en la espalda? Deja que te vea

- No, no hace falta ya se me ha pasado

Forcejeé con él hasta que logré levantarle el jersey buscando la fuente de dolor y en seguida descubrí como le estaba apareciendo un gran hematoma en la zona lumbar, simplemente con el roce de la tela sufría sin embargo decidió guardárselo y no decírmelo... enuncié preocupada

- Melendi te está saliendo un...

- De verdad tranquila (me interrumpió agarrándome una de las manos y retorciendo su cuerpo para mirarme de frente sin soltarla) escúchame, siento todo lo que he dicho y hecho esta noche...

- ¿Qué es lo que has hecho Melen?

- Te prometo que no empecé yo... bueno sí... yo golpeé primero pero él me buscó, y te juro que no me encontró hasta que te metió a ti de por medio, no pude evitarlo...

- Joder Melendi ¿a quién has pegado? o mejor ¿con quién te has pegado...?

¿Amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora