XVI

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La castaña mayor cerró la puerta un poco nerviosa, con la cabeza gacha, aunque tampoco es que pudiera ver mucho, la única fuente de luz provenía de afuera, que se reflejaba adentro desde la parte de abajo de la puerta.

La otra chica estaba de espaldas, pensando en qué deberían hacer.

Mentiría si dijera que esta situación no me gusta, estoy sola con Jennie y creo que es un buen momento para hablar un poco.

Se volteó rápidamente quedando cara a cara con la más hermosa mujer que había visto en su vida. La castaña la miró, quedándose ambas en silencio.

- Yo...- Comenzó la menor.- S-sabes que soy nueva en estas cosas y que no sé que hacer, pe-

Fue interrumpida por la contraria.

- No te preocupes, no tengo pensado en hacer algo, necesitas tiempo para acostumbrarte y yo estoy dispuesta a esperar por ti.- Le dijo dándole una sonrisa al final.

Y yo que me muero por probar esos labios vírgenes... pero tengo que hacerlo por ella, no la voy a obligar a nada.

- G-gracias...- Fue lo único que respondió.

Pero yo sí quiero dar este paso contigo...

Pensaba Rosé. También se reprimía internamente por no decir nada, por quedarse callada y por guardarse ese enorme sentimiento.

La mayor se sentó en el suelo y le hizo señas a la contraria para que se sentara junto a ella, a esperar. Ambas en silencio, oyendo los griteríos de sus amigas que se encontraban peleando fuera, de vez en cuando se reían en voz baja para que las demás no oyeran.

Jennie, que ahora guardaba silencio, miraba las expresiones de su chica mientras reía, era tan hermosa, como sus mejillas se ensanchaban por su risa, le daban ganas de pellizcarlas.

- Eres muy hermosa.- Dijo en voz alta, a lo que Rosé dejó de reír para mirarla impactada, haciendo que se pusiera nerviosa.-¡P-perdón, yo no quería i-incomodarte!.- Se maldijo internamente por tartamudear, ella odiaba con su alma que eso le pasara, pero esa chica la ponía así.- N-no sé qué me pasó, p-perdón.- Intentaba arreglar todo lo que había dicho, pero la castaña simplemente rió por lo bajo.

- Tú también eres muy hermosa.- Le respondió acercándose un poco a la contraria, viéndose fijamente a los ojos.

En ese momento el tiempo se detuvo para ambas, nada más existía, solo ellas dos. 

Al diablo todo.

Pensó antes de actuar.

Jennie extendió su mano, tomando la barbilla de la contraria y poco a poco la fue acercando. La castaña cerró los ojos fuertemente, esperando ese tan ansioso beso. Cerró sus manos en puños fuertemente, su corazón latía a mil por hora; aun con los ojos cerrados sintió la respiración de la contraria contra su boca, buscó con anhelo los labios de la chica, y poco a poco los sentía más cerca.

Pero se oyó un estruendoso ruido que venía de afuera, seguido por un golpe.

Jennie maldijo en un susurro y se separó de la castaña lentamente.

One Night Stand - Lisoo/ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora