One Night Stand - Lisoo/Chaennie

XLIII

A pesar de todo, no perdía la esperanza, habían pasado ya dos semanas desde que Lalisa abrió los ojos por primera vez, luego de eso todo había vuelto a estar como antes.

Jisoo caminaba por las calles de la ciudad, muriendo de frío, la temperatura estaba bajando, lo cual significaba que muy pronto vendrían las fiestas.

Estaba completamente en su mundo, sin estar pendiente de lo que pasaba a su alrededor.

Pensaba en lo que el doctor le había dicho acerca de la situación de su novia.

- ¿Me está diciendo que Lisa no recobró la conciencia?.- Preguntó Jisoo. El doctor asintió.

- Lo que usted vio fue un simple reflejo de su cuerpo, no ha recobrado la conciencia, es más, volvió a como estaba antes.- Concluyó en semblante serio, la morena volteó la mirada un poco disgustada.- Si le sirve de algo, señorita, el cerebro esta recobrando su tamaño normal, la inflación está bajando.- Agregó.

Después de eso la esperanza había vuelto a sus ojos. Aunque estaba harta de esta montaña rusa de emociones, quería estar con Lalisa.

Lo extraño es, que no importa lo que le dijeron, ella vio a Lalisa aquella vez que abrió los ojos, por primera vez pensó que lo que estaba frente a ella no era una simple cáscara, era su novia, que la miraba, dándole la esperanza que necesitaba.

Sonrió un poco al recordar todas las veces que esa mujer la miraba.

Pronto se vio frente al Hospital, cosa que la hizo despertar de sus pensamientos. Entró como siempre, saludando a la recepcionista que ya la conocía, llegó hasta la habitación de su novia en menos de dos minutos.

Se sentó a un costado de ella, sacando sus libros y cuadernos, ya que, a pesar de todo lo que había pasado, ella aun tenía que estudiar, hacer trabajos y tareas como siempre.

Pasaron unas horas en la que solo se oía el sonido de las máquinas en la habitación. Pronto, voces se empezaron a oir en el pasillo, las cuales reconoció al instante, cerró su cuaderno y libro y los guardó en su bolso.

- Deberíamos preguntarle...- Susurró Rosé, entrando a la habitación. Jennie hizo que se callara un momento, caminaron al otro lado de la camilla y se sentaron mirando de frente a la morena.

- ¿Qué me tienen que preguntar?.- Jisoo frunció el seño, esperando.

Las dos chicas suspiraron.

- ¿Le contarás a Lalisa la verdad?.- Preguntó Jennie, Jisoo no dijo nada.- Jisoo... Eres mi amiga, y te quiero, pero no puedes seguirle mintiendo.

- Lo sé, créeme, lo sé.- Empezó, suspirando.- Le diré todo apenas despierte... puede que sea mucho que afrontar para ella, pero es lo mejor. No quiero mentirle más.

- Además, ella te ama, lo entenderá, no te preocupes.- Añadió Rosé, brindándole una cálida sonrisa.

- Gracias... a ambas, por apoyarme en todo esto y tenerme paciencia.- Dijo Jisoo, mientras se levantaba de su asiento, caminar hasta las dos chicas y abrazarlas.

- ¡Yaya, que me va a dar diabetes!.- Exclamó Jennie, a lo que ambas chicas rieron y ella no pudo evitar reír también.- ¿Qué les parece si vamos a comer algo a la cafetería?.

- ¿Esos sandwiches que saben a plástico?.- Preguntó Rosé entre risas.

- Pss, ¿de qué hablas?, tienes que probar los almuerzos, ¡excelentes!.- Agregó Jennie mientras hacía un gesto con su mano.

Las tres chicas salieron de la habitación, mientras reían por los comentarios de Jennie.

....