XXVII

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Lalisa se encontraba caminando hacia la cocina, para ir por algo de tomar, estaba muy cansada, esa noche se le había hecho eterna. Llegó a la cocina casi unos minutos después.

Estaba sucumbida en sus pensamientos, revivía una y otra vez los momentos con Jisoo en su mente, que a pesar de ser pocos, eran los más felices que tenía. Sabía todo acerca de esa pelinegra, sus gustos, disgustos, cuando estaba triste o enojada, sus expresiones... Todos esos recuerdos la mataban y hacían florecer una y otra vez los sentimientos que hasta hace poco había olvidado.

Vio en la encimera de la cocina una botella de Vodka por la mitad y no dudó en tomarla y beber un poco a pecho, dejando salir un gruñido ante el sabor de aquella bebida.

Todo es tu culpa Jisoo...

Pensaba.

Había tenido la oportunidad de probar esos labios de nuevo, y esta vez, era diferente, la morena la había aceptado y, además, devuelto el beso.

Tomó otro sorbo de la botella. De repente sus pensamientos dieron un giro completamente diferente, la imagen de la chica del espejo había llegado a su mente, después de casi 2 meses sin pensar en ella, desde que había conocido a Jisoo.

¿Qué será de esa chica?.

Se preguntaba, de nuevo tomando de la botella. Intentaba recordar su cara, pero lo único que podía recordar eran sensaciones,  los sentimientos y el color de su cabello, morado, un tanto extravagante, pero se veía hermosa con ese cabello. Ella a su lado, recostada, en su pecho.

¿Por qué tuve que olvidarte?.

Volvió a pensar, tomando de nuevo de la botella.

Justo en ese instante Rosé entró a la cocina y la vio en ese estado.

Lalisa se encontraba con la mirada perdida, arrecostada a la encimera, con una botella en la mano, tambaleándose en su lugar.

- Lalisa.- La llamó, pero esta no le hizo caso, estaba perdida en sus pensamientos.

Vio como su amiga se llevaba la botella a los labios, para tomar otro sorbo y sin pensarlo dos veces le quitó la botella, derramando un poco del líquido en el suelo.

- ¡Hey, qué te pasa!.- Exclamó Lalisa, un tanto molesta.- ¡Devuelveme la botella!.- Añadió.

- No te la voy a devolver, sabes muy bien como te pones cuando bebes, no te la daré.- Dijo escondiendo la botella detrás de ella.- ¿Qué te pasó?.- Le preguntó. Lalisa cambió su expresión a una un tanto triste y enojada, enseguida Rosé supo por qué estaba así.- Ya sé... Jisoo...- Lalisa volteó la mirada.- Agh vamos Lalisa, ¿por qué te empeñas en hacerte sufrir?.- La castaña no respondía.- Jisoo te quiere, y tú la quieres, ¡te estás matando y lo sabes!.- Concluyó.

Lalisa lo sabía, no tenía dudas de sus sentimientos, pero tenía miedo, tenía miedo de que se entregara de nuevo y saliera con el corazón roto.

- No quiero hablar de eso...- Le dijo casi en un susurro. Volteó a ver a su amiga y esta en un instante supo que no debía hablar más de eso, sin embargo Lalisa le dio una sonrisa honesta, para tranquilizarla.- Por cierto, ¿Qué haces aquí, dónde está Jennie?.- Le preguntó, intentando cambiar el tema.

- Oh, vine a buscar esto.- Dijo alzando la botella.- Pero veo que te nos adelantaste... Estamos jugando verdad o reto y necesitamos un poco de "sazón" en el juego.- Dijo en tono juguetón. Lalisa la miró sorprendida.

- No te reconozco... ¿Qué le pasó a mi Rosie, la que no bebía mucho y no jugaba esa clase de juegos?.- Le preguntó riendo un poco. Rosé levantó los hombros.

One Night Stand - Lisoo/ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora