XXXII

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Jueves por la tarde. Jisoo se encontraba en su casa, recostada en el sofá, mientras veía una película y comía palomitas, el día había estado tranquilo, como cualquier otro.

El sonido de su teléfono la hizo dejar de prestarle atención a la televisión. Tuvo que estirarse un poco para llegar a la mesita de café que estaba frente a ella y tomar su teléfono.

Al lograrlo sonrió ampliamente al ver el nombre en la pantalla. Sin dudarlo, se sentó en el sofá mientras atendía la llamada.

- ¡Lisa!.- Dejó salir, emocionada.

" ¡Hola!, ¿Estás en tu casa?".

Jisoo se levantó del sofá y empezó a caminar por toda la sala. A pesar de llevar saliendo casi un mes, se ponía nerviosa cada vez que la rubia la llamaba.

- Eh, sí, estoy en casa.- Dejó salir.

"Bien, voy en camino, ¡nos vemos!"

Dijo la rubia antes de trancar la llamada y dejar a la morena con la boca abierta.

Jisoo, sin perder el tiempo, empezó a correr por toda la casa, ordenando el desastre que Jennie siempre dejaba en la cocina.

Cuando quizo subir a su cuarto, a cambiarse, sonó el timbre. Se maldijo por lo bajo al ver como estaba vestida.

Unos short de pijama y una camisa mucho más grande que su cuerpo, además de llevar un sostén deportivo abajo de la camiseta.

Sabía que no le iba a dar tiempo de ir a cambiarse, así que optó por abrirle la puerta primero, después se cambiaría. Caminó hasta llegar a la entrada.

- ¡Lisa!.- Exclamó, abriendo la puerta. La rubia se inclinó para besarla, a modo de saludo. La morena simplemente se abrió paso para dejarla pasar.- ¿Qué te trae por aquí?.- Preguntó. Lalisa volteó a verla.

- ¿Necesito una excusa para visitar a la persona que me hace más feliz en esta vida?.- Preguntó de vuelta, acercándose cada vez más a su cara. Jisoo bajó la mirada.- Quería verte, nada más.- Hizo que levantara la mirada con su dedo índice en su barbilla. Jisoo cerró los ojos.

Se besaron, unieron sus labios una vez más, y como si fuera el primer beso, un sentimiento nuevo florecía en su estómago. El olor de Lalisa, su cercanía, sus dedos rozando su piel, todo la volvía loca.

Jaló de su cabello levemente, haciendo que la contraria gruñera, no pudo evitar sonreir entre el beso, con lo cual la rubia aprovechó e introdujo su lengua. Casi al mismo tiempo empezó a bajar sus manos, una de ellas posandose en la espalda baja de la morena, y la otra subiendo y bajando por sus muslos, haciendo que la morena dejara salir pequeños gemidos sobre los labios de Lalisa.

Eso la estaba volviendo loca, su aliento contra sus labios. Sin poder soportarlo más, levantó a la morena, tomándola desde sus muslos, aun sin soltar sus labios. Jisoo enredó sus piernas en las caderas de la más alta, mientras era levantada por la misma.

Lalisa caminó hasta la pared más cercana, dejando suavemente a la morena recostada en esta. Se separó por unos instantes, simplemente mirándo sus labios, un poco hinchados, sus ojos cerrados y el ceño levemente fruncido, la respiración agitada. ¡Dios que se veía sexy!.

Jisoo abrió los ojos pesadamente, encontrándose con los de la rubia, escaneándola de arriba abajo.

- N-no me mires.- Dejó salir en un susurro, mientras volteaba la mirada.

- ¿Por qué no?, eres hermosa.- Respondió, acercándose a sus labios.- Her-mo-sa.- Dijo dejando un beso en sus labios en cada sílaba.

Volvieron a besarse, esta vez más rápido que antes, las manos de Lalisa exploraban sus muslos, mientras que las de Jisoo estaban al rededor de su cuello, jalando levemente su cabello.

One Night Stand - Lisoo/ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora