One Night Stand - Lisoo/Chaennie

XL

Habían pasado las dos semanas que el doctor había dado como mínimo para que Lalisa despertara y ella no daba señales que indicara que despertaría pronto.

Todo fue muy duro en ese periodo de tiempo. Lalisa constantemente era llevada a revisión, Jisoo prácticamente vivía en el hospital, junto con Rosé. De vez en cuando veía a Joy aparecer, les traía comida a ambas, ya que sabía que ellas no comerían. En cuanto a Jennie, solamente iba a visitar a la rubia cuando Rosé no estaba, a pesar de haber perdonado a la pelirroja, habían terminado debido a la traición que ambas sintieron en ese entonces, quedaron en buenos términos, simplemente era incómodo para ambas estar en la misma habitación por mucho tiempo. Ambas se arrepentían de esa decisión, pero nunca lo hablaron, ni una sola vez, decidieron seguir como amigas y ver hasta donde podían llegar, porque ambas (muy en el fondo) sabían que no podían vivir la una sin la otra.

Jisoo, por otra parte, la estaba pasando peor que todos en esos momentos, ni siquiera los padres de Lalisa estaban tan preocupados, ellos fueron a visitarla unos días, pero tuvieron que irse de nuevo por trabajo a Tailandia, no pudo llegar a conocerlos como quería, pero ya habría tiempo cuando Lalisa despertara.

Si es que despierta.

Ese pensamiento surcó su mente y en seguida entró en pánico, no podía perderla. Había intentado no derramar una lágrima, pero aveces la ansiedad y la noche ganan.

Tomó su mano, fría, venosa, estaba mucho más delgada. Daría lo que fuera por que esa mano la tocara y sintiera su calidez, como siempre. La apretó aun más, la llevó a sus labios y dejó un pequeño beso en estos. Se arrecostó en la camilla, viendo a Lalisa con cables y demás por todo su cuerpo, y así se quedó dormida. Dando por terminado otro día de esa pesadilla.

Al otro día despertó con un fuerte dolor de espalda, ya que había dormido prácticamente sentada. El sonido de las máquinas en la habitación se habían convertido en una especie de alarma para ella, así que siempre se despertaba a la misma hora. Se levantó de la silla en la que había dormido y se estiró lo más que pudo, los huesos de su columna sonando estruendósamente, pero dandole una sensación de relajación.

Caminó hasta el baño, se lavó la cara y se miró al espejo, oyendo de fondo las máquinas que mantenían a Lalisa con vida. Estaba completamente agotada, sus horas de sueño se habían reducido a cuatro o tres horas diarias, tenía enormes ojeras debajo de sus ojos y, su expresión era cansada. Suspiró, también estaba más delgada, apenas y comía, y lo que comía casi siempre provenía del hospital.

Revisó su teléfono y en él un mensaje de Jennie diciendo que le llevaría ropa y algo de comida hecha en casa, suspiró de nuevo, pero con una sonrisa en los labios. Estuvo a punto de responderle el mensaje a su amiga cuando oyó como las máquinas se apagaban y una sola quedaba encendida, pero el sonido de esta la hizo temblar y dejar de respirar por un instante.

Un sonido plano, que nunca terminaba, no se movió del baño en los primeros cinco segundos. Cuando por fin reaccionó y se dio cuenta de ese sonido indicaba que su novia no tenía pulso, corrió dentro de la habitación.

- ¡Lisa!, ¡Lisa!.- Empezó a exclamar al aire, mientras tomaba su brazo con ambas manos y la tocaba para ver si esta reaccionaba, pero nada, solo el sonido que no se detenía ni por un segundo.

Su corazón dio un vuelco al ver como varias enfermeras y el doctor entraban a la habitación. Eso estaba pasando, el corazón de Lalisa se había detenido.

Soltó un grito de dolor, y empezó a llorar descontroladamente, dolía, dolía que no pudiera hacer nada, gritaba su nombre una y otra vez, pero la rubia no era capaz de oirla.

- ¡Saquenla de aquí!.- Oyó gritar al doctor, mientras preparaba lo necesario para intentar traer de vuelta a su novia.

Dos enfermeras la tomaron de los brazos y la jalaron fuera, Jisoo oponiéndose a dejar la habitación, su novia estaba muriendo, y no la dejaría sola.