One Night Stand - Lisoo/Chaennie

XXI

Por fa, lean el mensaje del final💕

Al llegar a su habitación, cerró la puerta y se dejó caer arrecostándose a esta misma, soltando todo lo que tenía dentro. Justo cuando eso pasó, Jennie tocó la puerta.

- Jisoo, por favor abre.- Le dijo tocando varias veces la puerta, pero la morena no le hacía caso y simplemente lloraba en silencio, con su cabeza puesta en sus rodillas.

- Dejame sola.- Le respondió, aun llorando.

- ¡Aghh!.- Respondió estresada. Arrecostó su cabeza a la puerta, mientras pensaba en una manera de hacer que la morena abriera esa puerta, se le ocurrió una idea, pero tardaría mucho.- Ya vuelvo, no te vayas.- Fue lo último que dijo antes de salir corriendo.

Dentro de la habitación Jisoo estaba confundida, enojada, triste, todas las emociones posibles corrían por sus venas. Su cabeza le empezó a doler, dándole ligeros pinchazos en los costados de esta. Ya lo había recordado todo, no quedaba otra cosa en su memoria que no haya visto, ese simple beso abrió la cerradura que su mente había cerrado. Pensaba que habría sido mejor no haber recordado, ahora se sentía cada vez peor.

Todo es mi culpa... Yo la besé primero, yo quería besarla, yo me dejé llevar, yo la herí, YO hice todo esto.

Pensaba entre sollozos.

No quería abofetearla, simplemente quería escapar de esos recuerdos, quería dejar de sentirlos...

Porque sí, efectivamente, no solamente recordó todo, sino también sintió todo, como si estuviera de vuelta en esa habitación, como si las manos de Lalisa recorrieran su cuerpo una vez más. Esas sensaciones inolvidables.

Jisoo dejó de llorar por un momento, miró sus manos, estaban temblando y su mano derecha estaba enrojecida aun por aquel golpe. Empezó a pasar sus manos por su cuerpo, recordando otra vez la calidez de las manos de la castaña recorriendo su cuerpo desnudo. La sonrisa de Lalisa de nuevo tomó su mente y justo después, el beso que acababa de pasar. Se mordió el labio intentando ocultar la sonrisa que se asomó por sus labios, no podía negarlo, ese beso le había encantado; puso su mano en su boca, la yema de sus dedos rozándolos.

Se levantó del suelo, ya había parado de llorar, caminó hasta su cama y se dejó caer en esta, cerró sus ojos. En ese instante, dejó que todos los recuerdos fluyeran por su mente, ordenándolos y guardándolos en su memoria. Abrió los ojos, miró al techo de su habitación y sus mejillas se empezaron a colorear poco a poco.

Yo empecé todo... Yo la abracé, la besé, la seduje, ¡yo la llevé a la cama!.

Se levantó de su cama de golpe y se sentó en esta.

Todo este tiempo... yo le eché la culpa a ella, creyendo que ella me había engañado para llevarme a la cama, pero... no fue así, fui yo...

Se tapó la boca con ambas manos.

¡Todo es mi culpa!

Justo en ese momento se oyó un toqueteo en la puerta, volteó a verla.

- ¿Quién es?.- Preguntó. No tuvo respuesta.- Dije que quiero estar sola.- Concluyó.

Al ver que no recibía respuesta caminó hasta la puerta y puso su oreja en esta, para ver si podía escuchar algo, nada. Debatió en abrir la puerta, pero al final decidió dejarla así, capaz y había sido Jennie molestando, eso fue lo que pensó. Puso su frente en la puerta, dejando reposar su cabeza, cerró los ojos.

Del otro lado de la puerta, se encontraba Lalisa, parada frente a esta misma, sin hablar, por más que quería hablar no podía hacerlo.

Quería disculparse por lo que había pasado, había metido la pata, con lo que acababa de pasar no podían volver a ser amigas, las cosas no serían iguales. Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, con el simple pensamiento de no volver a verla, de no hablar con ella prácticamente todos los días, de no verla sonreir... No lo soportaría.