One Night Stand - Lisoo/Chaennie

LIII

Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, sabía que no debía estarla siguiendo, por el simple hecho de que no quería salir lastimada.

Pero su corazón le decía otra cosa, su corazón le gritaba que la siguiera, que hablara con ella, que tuviera celos de ella.

Su corazón estaba comenzando a hacerse cada vez más presente, y su razón, aquella que le decía que debía olvidarla, que le recordaba el daño que le hizo, estaba comenzando a apagarse.

Pronto se encontró llegando al área deportiva de la universidad, ahora todo cobraba sentido, era allí donde Jisoo se la pasaba siempre.

Sentía adrenalina corriendo por sus venas, estaba un poco nerviosa, pero no se detendría.

Vio como esta cruzaba a la izquierda en un pasillo, esperó unos segundos y salió de detrás de unos casilleros que ahí se encontraban para continuar siguiéndola.

Mientras más se acercaba a la esquina antes de cruzar a la izquierda, empezó a oir cada vez más alto la voz de la morena, así que al llegar a la esquina se detuvo para oirla.

- ... S-sí, entiendo..., no, no hay problema, ¡en absoluto!...- Parecía que estaba hablando por teléfono.- ... Te llamo al salir entonces..., ¡va!, nos vemos.- Y al cabo de unos segundos se oyeron sus pasos de nuevo.

Cuando Lalisa pensó en que era el momento indicado, salió de la esquina dispuesta a continuar siguiendo a la morena.

Si no fuera por una persona que se interpuso en su camino, y con la cual había chocado a tal punto que perdió el equilibrio y casi cae al suelo.

Estaba dispuesta a gritarle a esa persona, pero se dio cuenta justo antes de insultarlo de quien se trataba.

- ¡M-mark!.- Exclamó.- ¿Qué... qué haces por acá?.- Preguntó ahora nerviosa, con una sonrisa, intentando que no se notara.

El chico levantó una ceja y señaló su propia camiseta, dándole la respuesta a la chica, pero aun así, solo por las dudas, decidió decirlo.

- Práctica de football.- Sonrió de medio lado, luego la miró de arriba abajo.- ¿Tú qué haces aquí?, nunca estás por aquí.- Hizo una mueca.

Lalisa se quedó callada por unos segundos, pero no borró su sonrisa.

- ... Oh, es que estaba caminando, sumida en mis pensamientos y cuando me di cuenta, estaba por acá.- Se encogió de hombros.- Loco, ¿no?.

El chico asintió sin estar para nada convencido.

- Un poco...- Miró hacia atrás, donde a lo lejos se podía ver a la morena hablando con Nayeon, y luego volvió a ver a la rubia.- ¿Segura que no tiene que ver con el hecho de que Jisoo está por aquí?.- Preguntó cruzándose de brazos.

- ¡Pero qué dices, para nada!.- Exclamó, soltando una carcajada nerviosa.

Fijó su mirada en la morena, la cual sonreía mientras hablaba con la pelinegra, y enseguida su sonrisa se borró, algo que el chico frente a ella notó, así que soltó un suspiro antes de hablar.

- Mira, Lalisa, eres mi amiga, y sabes que quiero lo mejor para ti. Estoy cansado de decirte que debes dejar ir a esa chica, te ha hecho mucho daño, y quiero a mi amiga de vuelta, esa que rompía corazones como si fueran lápices.- Comenzó hablando, ya Lalisa sabía a donde llegaría esto, así que bajó la mirada.- ... pero no puedo verte así, se nota cuanto la quieres, y aunque no sepa si ella lo hace, no puedo negarte a que vayas tras ella.- Puso su mano en su hombro, Lalisa levantando la mirada.- Así que te deseo lo mejor... y si te rompen de nuevo el corazón, llama a BamBam, no quiero oirte.- Se notaba que lo último lo había dicho en broma, así que la rubia simplemente rió y asintió.