One Night Stand - Lisoo/Chaennie

VII

Al cerrar la puerta pudo dejar salir el aire que estaba conteniendo, no sabía por qué pero no podía respirar bien en esa habitación, ni pensar en esa sensación que recorrió su cuerpo al acercarse a la morena y susurrarle al oído. Ese acto no tenía segundas intenciones para ella, lo había tomado como un juego, pero lo que sintió fue... nuevo, pero a la vez familiar, como si ya lo hubiera vivido antes. Prefirió dejar de pensar en eso y empezar a trabajar como buena anfitriona.

Siguió su camino hasta la sala, saludando a toda persona que se le cruzara en frente, dandoles cumplidos, preguntando por sus amigos, dando miradas pícaras a las chicas lindas que habían ido a su fiesta. Sí, como oyeron, a la pelirroja le gustaban las chicas.

- ¡Jackson! ¡Wassup wassup!.- Dijo con entusiasmo acercándose al chico que estaba jugando Beerpong contra BamBam. Le lanzó una mirada despreciable al último, no se le había olvidado lo que había hecho la noche anterior.

- ¡Heyy, Lalisaa!.- Dijo con entusiasmo acercándose para darle un abrazo, a lo que la pelirroja respondió poniendo una mano en su pecho.

- Sabes muy bien que no me gustan esas cosas.- Le respondió cruzandose de brazos.- Ahora sí, me vas a decir donde carajos está Jinyoung.

- No lo sé, si no está aquí con nosotros debe estar con su novia.- Dijo agarrando una pelota de ping pong y lanzandola para coronarse como el ganador del juego, celebró su victoria burlándose de BamBam que había perdido.

- Esto es serio.- Dijo Lalisa poniendo su mano en la mesa haciendo un fuerte sonido.- No está con su novia, ella ya está aquí.

- Bueno si no está allá y no está aquí, no ha llegado.- Dijo alzando los hombros.- Ese no es tu problema, no te preocuoes, deberías preocuparte por tu fiesta, que por cierto, muy buena. Te felicito.- Esto último lo dijo tomando su vaso para darle un sorbo.- Nos vemos por ahí.- Dijo saliendo de la habitación.

Tiene razón. No es mi problema, debería preocuparme por la fiesta, él va a llegar.

La chica abandonó la habitación dispuesta a hacer su trabajo como anfitriona.

...

Dos horas... Dos. Horas.

¿Donde está?

Pensaba sentada en una silla moviendo su pie.

¿Será que se olvidó de mi?

Se levantó de la silla.

Nononono, no creo que eso haya pasado.

Se volvió a sentar.

¿Debería salir a ver que está pasando?

Se levantó y caminó a la puerta.

Nonono, confía en él, cuando llegue me va a venir a buscar.

Se quedó quieta a medio camino.

Pero ¿Y si... ya llegó?

Tomó la perilla de la puerta.

Tengo que salir, ya no aguanto más.

Se armó de valor y salió de la habitación encontrándose con nada más y nada menos que la pelirroja besando a una chica rubia. Al parecer no se dio cuenta de que estaba ahí, ya que siguió haciendo su trabajo. La chica pasaba sus manos por todo el abdomen de la castaña, poco a poco fue metiendo su mano en su camisa y apreto su pierna con la entrepierna de la chica haciendo que esta gimiera como respuesta. La morena intentó cerrar la puerta con mucho cuidado para huir de la escena, pero la puerta al cerrar dejó salir un sonido audible para que las dos chicas la oyeran, ambas se separaron rápidamente, la rubia se acomodaba el cabello y la ropa, mientras que la pelirroja se relamía labios un poco apenada.