XXV

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- En fin... ¿Por qué me buscabas?.- Preguntó, saliendo de ese trance en el que la mirada de la morena la había capturado.

Ya era tiempo de aclarar ciertas cosas.
La morena no respondía, cómo era posible que Lalisa supiera exactamente lo que le pasaba por la cabeza... Simplemente sorprendente. No dijo nada, qedó en silencio, con sus ojos bien abiertos.

Ante la expresión de la morena, Lalisa simplemente soltó una risa, burlándose de esta, con lo que la morena cambió su expresión a una levemente enojada.

- ¡No te rías!.- Le reclamó Jisoo.

- ¡Es que debiste ver tu cara!.- Le respondió la castaña.- ¿Tanto te sorprende que te conozca tan bien?.- Le dijo esta vez con voz ronca y una sonrisa coqueta en sus labios. Jisoo se puso nerviosa casi al instante, lo cual Lalisa notó y sonrió de medio lado, pero rápidamente esa sonrisa se borró de su rostro.

La imagen de la morena cacheteándola, su mirada después de aquél momento, las lágrimas que caían por su rostro (que ella misma había provocado) tomaron poseción de su mente; y hasta el mismo ardor de los dedos de la contraria en su mejilla se sentían.

Tragó saliva fuertemente y abrió la bolsa de Doritos de un solo tirón, asustando completamente a la morena, por el repentino sonido. Se llevó un puñado a su boca y le pasó la bolsa a la morena, la cual igualmente, sin decir nada, agarró unas cuantas tortillas de la misma.

Después de unos segundos (eternos para ambas), en los que simplemente se escuchaba el sonido del mascar de las tortillas y la música de fondo; por fin alguien se dignó a hablar.

- Creo...- Dijo casi en un susurro, bajando la mirada.- Creo que ya sabes qué es lo que quiero saber...- Concluyó Jisoo antes de voltear la mirada.

Lalisa, que estaba de pie a su derecha, caminó unos pequeños pasos para colocarse justo en frente de la morena, apoyando sus codos en la encimera de la cocina, arrecostándose a esta misma.

- ¿Por qué no respondiste?.- Fue directa. Lalisa levantó las cejas por lo directa que la morena había sido.

- Se me rompió el teléfono.- Respondió como si nada. La morena la miró confundida y se extraño por la ligereza con la cual se estaba tomando la castaña la situación. 

- Ahm... Está bien...?.- Le dijo un poco confundida.- Pudiste hablarme desde el teléfono de Rosé, o pedirle mi número una vez que te compraras otro...- Susurró prácticamente. La castaña ladeó la cabeza, dejó de arrecostarse a la encimera y se acercó a ella.

- ¿Acaso esperabas un mensaje de mi?.- Preguntó, como si de un juego se tratara, lo cual había empezado a molestar a la morena.- Digo, lo dices como si fuera la gran cosa.

Es la gran cosa.

Pensó la morena, que estaba perdiendo poco a poco la cordura.

- ¿Para ti no lo es?.- Soltó la pregunta, levantando un poco el tono de voz. La castaña se sorprendió ante ese acto y pasó su lengua por sus labios, de nuevo, haciendo que la morena bajara a ver los mismos.

- ¿Para ti sí?.- Respondió unos segundos después, ahora acercándose más a la morena, la cual por el contrario se alejó unos pasos.

Jisoo ahora echaba fuego por los ojos. Lalisa se estaba pasando de descarada y eso la volvía loca, ¿cómo una persona podía cambiar tanto en tan poco tiempo? Se preguntaba, para ella era ilógico, esa castaña que estaba de pie frente a ella no era la misma de hace un mes atrás.

Al ver que la morena no contestaba, Lalisa decidió tomar la iniciativa y hablar claramente.

- ¿No hablarás?.- Le dijo. Al no tener respuesta, siguió.- Bien... Hablaré yo entonces.- Volvió a apoyarse en la encimera.- Si piensas que voy a disculparme por algo, te equivocas.- Concluyó seria.

One Night Stand - Lisoo/ChaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora