One Night Stand - Lisoo/Chaennie

XLVI

Lalisa abrió los ojos cansadamente, su cabeza daba vueltas y estaba confundida sobre dónde estaba. Pronto recordó todo lo que había pasado horas antes, podía ver a través de la ventana que era de noche, ya que la cortina se encontraba abierta.

Volteó a ver al otro lado y vio a su mejor amiga durmiendo, sentada en una silla, a su lado. La escaneó de arriba abajo, se notaba que no había dormido bien en mucho tiempo.

Tomó su mano lentamente, y ante ese toque la pelirroja despertó. Rápidamente la rubia quitó su mano e hizo como si nada hubiera pasado.

- Hola...- Susurró Rosé mientras se restregaba los ojos.- ¿Te sientes mejor?.

- ¿Qué haces aquí?.- Preguntó Lalisa. Rosé la miró extrañada.- No te he perdonado aun.- Desvió la mirada.

Hubo un pequeño silencio por parte de ambas.

- Sé que estás molesta... pero de verdad no fue culpa de Jennie o mía, y lo sabes.- Empezó, tomando la mano de Lalisa, que estaba a su costado.- Hicimos lo que creímos correcto... queríamos que Jisoo te contara la verdad.

- Me vieron cara de idiota, eso hicieron.- Dijo con calma, aun sin darle la cara.

- Claro que no, Lalisa.- Se detuvo.- No sabes cuantas veces le rogamos a Jisoo que te dijera, pero ella siempre decía que no era el momento, o que tenía miedo.

La rubia sintió de nuevo ese dolor extraño en su pecho, pero como pudo decidió ignorarlo.

- Perdóname, por favor.- Susurró la pelirroja.- En estos momentos quiero estar con mi mejor amiga, quiero cuidarte.

Lalisa volteó a verla con el ceño fruncido, pero al cabo de los segundos cambió esa mueca por una sonrisa débil.

- Claro que te perdono Rosie...- Dijo dulcemente.- pero Jennie es otra historia eh, con ella no será fácil.

Rosé sonrió y se acercó a ella para abrazarla y quedarse así un tiempo.

- No te preocupes por eso. Extrañaba a mi mejor amiga, gracias por volver.- Concluyó aun sin soltarla.

....

Jisoo caminó pesadamente hasta el sofá de la sala y en él se lanzó boca abajo, dejando que todo su peso cayera sobre este, al igual que todas sus penas.

Había sido obligada a irse a casa, junto con Jennie. Al parecer ahora nadie quería verla en el hospital.

Odiaba con toda su alma todo lo que estaba pasando. Apretó con fuerza sus uñas contra el sofá.

Pensó en todas las oportunidades que tuvo para decirle a Lalisa, pensó en el qué huniera pasado si le hubiera dicho en un escenario que no fuera ese. Quería estar junto a su novia, quería cuidarla mientras estaba en el hospital, pero nada era así de fácil.

No la dejaban entrar a verla, podía recaer de nuevo. Pensó en lo horrible que era que tu novia tenga tanto asco de verte, de saber de ti. Le dolía demasiado.

- Hey, ¿quieres algo de comer?.- El tono preocupado de Jennie la hizo salir de sus pensamientos.

Jisoo negó con la cabeza mientras se sentaba en el sofá, con la mirada perdida.

- No... Solo quiero dejar de pensar, dejar de recordar...- Susurró para si misma, pero fue escuchada por Jennie.- Solo quiero hacer las cosas bien.

Jennie corrió a su lado y se sentó junto con ella, abrazándola.

- Hey... Esta no es la Jisoo optimista que conozco, ¿qué pasa eh?.- Rió un poco, para intentar animarla, pero nada.- Oye, sé que te hizo mal lo que te dijo Rosé, pero tienes que comprenderla... Yo haría lo mismo si se tratara de tu salud.