No me pidas que te ame

Cap. 29 "Porque no te dejas" (sin editar)

  -Punto de vista de Hannah-

- ¡¿Qué?!¿Cómo eres tan estúpida?- suelto su mano y me echo hacia atrás apoyándome en el respaldo de la silla cruzándome de brazos y desviando la mirada al suelo. ¿Por qué mierda me tiene que hablar así? Ya es bastante difícil para mí como para que me venga jodiendo con sus comentarios. Joder, ¿no se da cuenta de que me duele?- No me voy a disculpar.- mi mirada sigue fría y fija en aquel azulejo gris que ayudaba a sentirte peor cada vez que entrabas allí, así como las paredes, las mesas, las sillas, los funcionarios de la prisión uniformados observándote, estudiando cada movimiento, leyendo tus labios intentando descifrar cada palabra que intercambias con el preso. Oigo como David bufa.- Puede que me disculpe por cómo te lo he dicho pero no por lo que te he dicho.- yo suspiro, mi hermano... joder nunca cambiará.- Sigo pensando que eres estúpida.

- Vete a la mierda.- murmuro, aun sin levantar la mirada.

- Joder Hannah, sabes que soy una mierda para estas cosas. Sólo... dame dos minutos, ni bufidos, ni soplidos, ni malas miradas, ni...

- Vale.

- Mírame.- levanto la cabeza pero sin mirarle a los ojos, busco un punto en el que centrarme para no fijarme inconscientemente en ellos. Su boca. Cuando era pequeña siempre me fijaba en la boca de la gente cuando hablaba, como movían los labios con cada palabra. Mirar a los ojos solía incomodarme, mi padre siempre me decía que nunca le mirara a los ojos, que era una niña insolente y maleducada. Nunca entendí por qué, ¿no es en los ojos dónde tienes que mirar para demostrar atención, confianza, seguridad y todas esas cosas? No entendía entonces, si según mi padre era malo, por qué mis amigos o mi madre me pedían que les mirara a los ojos cada vez que querían que les prometiera algo, o me iban a decir algo importante, o querían asegurarse de que lo que yo decía era cierto.- ¿Aún sigues haciendo eso?

- ¿El qué?- pregunto confundida sacudiendo la cabeza y despegando mi mirada de sus labios, llevándola a sus ojos.

- Mirar a la boca.- niego con la cabeza.- Hannah te he dicho miles de veces que ese hijo de puta estaba loco.

- Tus dos minutos.- digo intentando cambiar de tema. No me gusta hablar de cuánto daño me ha hecho mi padre, no solamente físico, sino también psicológico, en mi carácter, mi forma de ser, mi forma de pensar de los demás, juzgar y desconfiar de todas las personas a mi alrededor. Siento tanta impotencia al pensar que yo podría no haber sido así si no fuera por él, que podría haber sido una persona totalmente diferente, que yo no he elegido ser así por más que me niegue a aceptarlo, por más que me repita que soy así porque sí, que quiero ser así, pero no creo que nunca haya llegado a creerme. 

Siento tanta impotencia al pensar que yo podría ser más, no sé, más simpática. Creo que envidio a aquellas personas que llegan a disfrutar de la compañía de los demás, y que las personas a su alrededor disfrutan de su presencia. Y pienso en si fuera así, si la gente no me cayera mal sin apenas conocerla, si pudiera hablar con ellos sin culparme por hacerlo, por destrozar aquella imagen que ya no encuentro sentido en mantener, si... Harry, ¿sería todo más fácil con él? Si yo fuera "esa chica", ¿dejaría de culparme por querer estar con Harry? Seguro que él estaría mejor con esa chica, él podría ser feliz con esa chica, no tendría que lidiar con todos sus problemas. ¡Dios! ¿Cómo soy tan gilipollas de sentir celos por una chica que yo misma he imaginado? Odio y envidio a esa chica, seguro que ella es feliz. Pero, ¿por qué Harry me hablaba a mí?¿Por qué se empeñaba en mantenerme a su lado, protegerme? ¡A mí! Yo no soy esa chica, y no creo que nunca llegue a ser algo mínimamente cercano a ella. Por culpa de Jack. O quizá no es él, quizá sólo lo culpo porque es más fácil, es mejor pensar que estoy jodida por él y no porque soy así, ¿no?