Cap. 6 "Puedes... quedarte"

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  -Punto de vista de Hannah-

Cuando entro en casa me acerco a la ventana para cerrar la cortina del comedor, porque ya es de noche. La ventana da a la calle. Me asomo y veo a Harry parado mirando hacia mi casa. Doy unos golpes en la ventana y me mira. Gesticulo con la boca un "¿qué haces?", él sacude la cabeza y comienza a andar, le sigo con la mirada y veo como entra en la casa de al lado. 

No puede ser.

-Punto de vista de Harry- 

Mi madre ha dejado una nota en la nevera diciendo que no va a venir a cenar y que hay comida en el congelador. Estoy muy cansado y ya he comido un poco de pizza en casa de Niall así que decido irme directamente a la cama.

Entro en mi habitación. Está bastante iluminada por la luz del exterior y eso que aun no le he dado al interruptor. Me parece muy extraño porque mi habitación no da a la calle sino a otra ventana. Nunca me había fijado en esa casa, pero sabiendo que Hannah vive ahí me entra un poco de curiosidad, así que me asomo.

La ventana da a otra habitación, bastante pequeña, más que la mía. Todo lo que puedo ver es un armario enfrente de mí. Veo una sombra moverse y aparece Hannah, lleva el pelo suelto y la camisa abierta, se la quita mientras bosteza y luego hace lo mismo con la falda del uniforme.

Tengo enfrente de mí a la maldita Hannah en ropa interior, y no está nada mal la hija de puta. Se gira hacia mi y yo me escondo rápido tumbándome en la cama. No vuelvo a mirar, es bastante raro. Bajo la persiana y sigo pensando en ella hasta que me duermo. Joder está muy buena, que pena que sea tan malditamente borde.

Me despierto sobresaltado de otra maldita pesadilla, pero eso no es lo que me despierta. Oigo un golpe, supongo que eso es lo que me ha despertado. Estoy demasiado dormido para identificarlos, cada vez son más rápidos y fuertes. Me quedo sentado en la cama y noto que vienen de la ventana. Subo la persiana y veo a Hannah subida sobre su ventana, tirando lápices y bolis a la mía. Su cara es de horror y está llorando.

- ¡Por favor, Harry!¡Ábreme!

Yo corro a abrir mi ventana, le extiendo los brazos para que se agarre, pero aún así está demasiado lejos de mí. Cuando coge mis manos casi pierde el equilibrio. 

- Cuidado.
- ¡Ayúdame!- grita mirándome a los ojos con desesperación-.

Suspiro. Intento analizar la situación lo más rápido posible y buscar otras opciones. Pero si esto es lo que se le ha ocurrido no creo que tenga otra salida más segura que esta. 

- Hannah, tienes que saltar. 

Me mira con miedo, de la misma forma que mira el suelo bajo sus pies. 

- No te voy a soltar.
- ¡No me sueltes!
- No te voy a soltar- le repito-.
- Por favor, Harry.
- Confía en mí.

Ni siquiera yo confío en el plan. Pero si salta con miedo seguro que se cae. 

- Uno... 

Hannah intenta respirar hondo preparándose para saltar. 

- Dos... 

De repente Hannah mira hacia atrás. Niega con la cabeza. 

- ¡Harry!- grita-. 

Salta. 

Todo su peso queda colgando de mis manos. Un hombre se asoma por su ventana gritando. Me mira con rabia y yo le miro con miedo. 

- ¡Suéltala!- grita-. ¡Que se mate!

Hannah patalea en el aire intentando subir. Pero así se me resbala. 

- Para, para- le pido-. 
- ¡Súbeme!- grita mirándome en el aire-. 
- Si la ayudas a entrar estás muerto- dice el hombre-. 

Hago toda la fuerza que puedo para subirla. Hannah intenta caminar por la pared. Él le lanza una almohada. Ella pierde un poco el equilibrio y vuelve a mirarme suplicando ayuda. 

- Te tengo, te tengo- le aseguro-. 

Tiro de ella y la subo hasta que apoya el pecho en la ventana. Grita por el golpe y el dolor en las costillas. Ella golpea la pared intentando empujarse. Cojo sus manos haciendo que se agarre a mis hombros. La cojo por la cintura y la ayuda a levantarse y entrar del todo en mi habitación. 

- Cierra, cierra.- dice rápido y casi sin aliento. 

Le hago caso y cierro enseguida.

Hannah entra temblando y cae al suelo enseguida. Se encoge pegada a la pared con los brazos y las piernas cruzadas. Cojo la sábana para que se tape, ya que solo le cubre una camiseta grande gris. Su mirada se cruza con la mía, la mantenemos por unos segundos. Sus ojos están rojos y llorosos. Ella agacha la cabeza. Paso un brazo por su espalda y coloco el otro en sus brazos, otra vez cruzados, y la siento en el borde de la cama. Me siento a su lado y apoyo los codos en mis rodillas esperando a que ella diga algo, pero no lo hace por un largo tiempo. Veo por el rabillo del ojo que se gira como para decirme algo, me giro rápidamente y ella cierra de nuevo la boca y agacha la cabeza.

Quiero que me cuente qué ha pasado pero no es el momento y tampoco quiero presionarla. No me cae bien y no me hubiera importado si le hubiera pasado cualquier cosa, no me interesaba por ella. Pero tal como la he visto esta noche, su mirada, su cuerpo tembloroso, sus lágrimas. No quiero molestarla con preguntas, ni quiero echarla. Realmente quiero que deje de llorar y que se sienta mejor, a salvo. Pero no sé cómo.

- Puedes- me aclaro la garganta-, puedes dormir aquí si quieres, yo bajaré al sofá.

Me giro a verla y sigue con la mirada fija en el suelo, asiente con la cabeza lentamente tragando saliva. Me vuelve a mirar y me dedica un mínima sonrisa. No sé qué hacer, tengo que despedirme y bajar al sofá pero no quiero dejarla así. Levanto un poco el brazo y acaricio su espalda con la palma de mi mano, le doy una sonrisa un poco incómoda, por la situación, y me levanto dirigiéndome a la puerta. 

- Ha...Harry- me paro y me giro a verla-, pue...puedes... quedarte, dormir, conmigo.- dice bastante nerviosa. 

Esto es tan incómodo para mí como para ella.

No estoy muy seguro de su propuesta. Pero me fijo en ella, con la cabeza agachada, mirándome de vez en cuando esperando una respuesta, sentada en la cama balanceando sus pies descalzos y llenos de heridas, escondida en mi sábana, solo puedo asentir y acercarme a ella.

Me siento de nuevo en el borde de la cama, ella se coloca apoyando su cabeza en el cabecero. Me giro y me tumbo boca arriba, con las manos en el abdomen y los pies cruzados en los tobillos, ella se baja apoyando la cabeza en la almohada y se tumba de lado mirándome a mí. Me giro a verla y ella tiene los ojos cerrados, vuelvo a mirar al techo y cierro los ojos.

Noto como su pequeña mano se mueve por mi torso, abro un ojo sorprendido hasta que entiendo que está buscando mi mano, yo acerco la mía a la suya y la agarro. Ella la aprieta, y la miro.

- Gracias- dice en un leve susurro-.

Vuelvo a mirar arriba y cierro los ojos para ya quedarme completamente dormido.


Este capítulo ha cambiado bastante, pero no en la esencia ;) Espero que os guste igual, o más jajaja


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