Cap. 18 "No me voy"

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  -Punto de vista de Harry- 

Me acerco a la puerta con miedo, cada vez llaman más y más fuerte. Acerco el oído a la madera para intentar adivinar quién hay detrás. Ni de coña voy a abrir a ese puto borracho. Pero no oigo a nadie, sólo golpes. 

- ¿Harry?¿Estás ahí?¡Abre!

Suspiro aliviado por segunda vez en la última hora. Aún así abro la puerta con cautela.

- ¿Por qué te encierras? Qué oscuro está...

Agarro a mi madre del brazo y tiro de ella hacia dentro. Miro a ambos lados de la calle pero no parece haber nadie. Cierro la puerta con llave y mi madre enciende la luz.

- Hijo, ¿qué estás haciendo?

- Nada, voy arriba.

- Estás muy raro. ¿Qué hacías aquí solo a oscuras y con la puerta cerrada con llave?

- Nada, solo, no salgas de casa ¿vale? Ni abras las ventanas, vete a la cama y nos vemos mañana.

- ¿Qué me ocultas?

Antes de que pueda contestar ambos nos giramos sorprendidos por los gritos de Hannah. Mi madre me agarra del brazo como protegiéndome, pero me suelto y subo las escaleras corriendo.

- ¡Hannah!

Está sentada en el suelo apoyada en el borde de la cama, se abraza las piernas mientras llora y grita. Corro hacia ella y me siento a su lado abrazándola. Ella sigue llorando y gritando pero no se aparta. De hecho, se gira un poco y me rodea la cintura con sus brazos. Me aprieta muy fuerte, y yo la acerco más a mí, intentando calmarla. Coloca la cabeza entre mi cuello y mi hombro y llora, llora sin parar. Pero poco a poco deja de gritar. Le acaricio el pelo. Intento apartarla un poco para mirarle a la cara, pero ella no me deja, haciendo más fuerza en su agarre.

- Lo siento, lo siento, perdóname. Han llamado a la puerta, lo siento.- le susurro en su oído-. Pero era mi madre, está todo bien.

Mientras, masajeo su cabeza con mis dedos.

- Ya estoy aquí. Ya estoy aquí, no me voy. Te lo prometo, no me voy, estoy aquí. Estás segura. Estás segura.

Noto como ella asiente en mi hombro sin soltarme. Estamos así unos minutos y parece que se va tranquilizando. Sin soltarla la levanto un poco y nos sentamos en el borde de la cama. Sigo diciéndole cosas al oído para que se tranquilice. Oigo un ruido y miro hacia la puerta para encontrarme a mi madre. Venía de brazos cruzados pero cuando ve la escena su expresión se cambia a una de preocupación y se acerca a nosotros. 

- ¿Qué le pasa?- dice en un tono suave-.

Alarga la mano para acariciarle el brazo pero Hannah se aparta rápidamente. Le niego con la cabeza a mi madre para que pare.

- Mamá, déjala. Hablamos mañana.

- ¿Le has hecho algo?

- ¡No!- digo enfadado, pero en un tono bajito. 

¿Cree que me abrazaría si le hubiera hecho algo? Mi madre asiente levemente.

- Está bien, lo siento. Buenas noches.

Intenta acercarse a mí para darme un beso, pero Hannah se aparta un poco y mi madre se aleja. Me lanza un beso desde la puerta y se va a su habitación. 

- ¡Cierra la puerta!

Ya se ha metido en su habitación. Joder.

- Hannah voy...

No me pidas que te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora